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Ángel Bozal, el tudelano que cambió el fútbol por el rugby y llegó a la élite mundial

Subcampeón con la selección española de rugby 7 en Los Ángeles, su historia es ejemplo de pasión, esfuerzo y ambición en un deporte aún emergente en nuestro país

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photo_camera Ángel Bozal, con sus padres, tras logra la medalla de plata en la final disputada en Los Ángeles.

El rugido del rugby español ha resonado con fuerza este año en Los Ángeles, y entre los protagonistas de este logro histórico se encuentra Ángel Bozal Montaña (Tudela, 17 de noviembre de 1999), uno de los integrantes de la selección española de rugby 7 que acaba de proclamarse subcampeona de las Series Mundiales. Un hito que, como él mismo reconoce, aún resulta difícil de asimilar: "Estamos muy contentos y casi como en una nube".

Pero detrás de la medalla de plata y de los focos del éxito hay una historia de esfuerzo, de descubrimiento tardío y de verdadera pasión por un deporte que todavía lucha por ganar terreno en España. La historia de Ángel Bozal es la historia de cómo un joven tudelano que jugaba al fútbol en el Club Deportivo Tudelano acabó defendiendo los colores de la selección nacional en escenarios internacionales.

De Tudela al Cisneros, y del fútbol al rugby

“Toda la vida había jugado a fútbol”, recuerda Bozal. El cambio llegó cuando se trasladó a Madrid para estudiar Derecho y se alojó en el Colegio Mayor Jiménez de Cisneros, un lugar con tradición rugbística desde su fundación: “Mi hermano había ido unos años antes a Nebrija, que era el colegio mayor de enfrente, y me dijo que si quería probar rugby, el mejor sitio era el Cisneros”.

El primer contacto con el balón ovalado fue inmediato y peculiar, según relata. “El primer partido que jugué yo de rugby en mi vida fue de seven, no de rugby 15”, cuenta. Un torneo entre colegios mayores fue suficiente para quedar atrapado por la dinámica del rugby 7, más rápida y ágil que la de su hermano mayor, el rugby 15.

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Un camino meteórico hacia la élite

El ascenso de Bozal en el rugby ha sido tan meteórico como merecido. Su entrada en la selección nacional se produjo hace poco más de dos años, en 2023, cuando fue convocado para una concentración con la academia en Madrid, una especie de selección B. “Empiezo a entrenar en esa concentración. Le gustó a Matías Tudela, que es el segundo entrenador del equipo. Y nada, ya me voy metiendo en la dinámica de la selección”, afirma.

Desde entonces, su progresión ha sido constante, al igual que la del equipo. “España al final en el mundo del rugby no es una potencia”, reconoce. Sin embargo, el trabajo acumulado, la experiencia del grupo y el proyecto común que desarrollan en Málaga han propiciado una evolución extraordinaria: “Somos unos 18 o 19 jugadores dedicándonos exclusivamente a esto. Yo creo que eso ha hecho que suba el nivel tanto”, reflexiona.

La final mundial contra Sudáfrica fue la culminación de una temporada brillante: terceros en la liga regular y segundos en el torneo de Los Ángeles. “Nos faltó la guinda del pastel en la final, pero no hubiese sido ningún escándalo”, apunta Bozal.

Rugby 7: velocidad, intensidad y espectáculo

El rugby 7, disciplina olímpica, tiene sus particularidades que lo hacen atractivo y distinto al rugby tradicional. “Es muy dinámico, es muy rápido, no te da tiempo a aburrirte”, explica. Con solo siete jugadores por equipo en el mismo campo y partidos de apenas 14 minutos, la acción es continua. Y aunque menos conocido que el rugby 15, también cuenta con una larga historia. 

Este buen momento del rugby 7, asegura Bozal, puede ser un impulso para el rugby en general en España. “El desarrollo del rugby, ya sea 7, ya sea 15, beneficia a todo el rugby en general en nuestro país”, indica. Además, destaca el crecimiento del rugby 15. “España también está avanzando mucho, y es una gran noticia que nos hayamos clasificado para el próximo Mundial”.

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España: talento sí, pero con más medios

A pesar de los éxitos, Ángel Bozal es consciente de los retos estructurales que todavía enfrenta el rugby en España. “Lo que estamos consiguiendo es fruto de mucho esfuerzo, tiempo y dedicación”, subraya. Por eso, considera fundamental “facilitar en lo posible a los jugadores y a los proyectos de rugby con más medios y herramientas”. Y lo resume con una reflexión contundente, al manifestar que “no importa que seas de Nueva Zelanda o de Australialo que importa son los medios y los recursos que tengas".

Rugby en Tudela y la Ribera: un terreno por explorar

Aunque en su ciudad natal existe el club Gigantes de Navarra, Bozal reconoce que no fue hasta llegar a Madrid cuando se implicó de lleno con este deporte. “Aquí en Tudela yo tampoco conocía, nunca fui a ver ningún partido ni tampoco me interesé mucho”, admite. Sin embargo, cree firmemente en el potencial de la zona. “Me gustaría que se le dedicase más tiempo, más recursos. Yo creo que es un deporte que tiene mucho que ofrecer”.

Y lanza un mensaje esperanzador a los jóvenes. “Yo probé el rugby con 18 o 19 años y ahora mira a dónde he llegado. Con esfuerzo, con trabajo y también si tienes un poco de suerte, igual te da muchas alegrías”.

Rumbo al Campeonato de Europa

El calendario competitivo no da tregua a Ángel Bozal. Tras el subcampeonato mundial, el próximo reto a la vista es el campeonato de Europa, que se disputa en junio en Croacia y Alemania. Allí, España seguirá luchando por consolidarse como una referencia en el rugby 7 internacional, con este tudelano de 25 años como uno de sus estandartes.

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