- “Es intolerable y vergonzoso”
- Una Ribera desatendida
- Una situación estructural, no puntual
- Petición urgente de soluciones al Gobierno de Navarra
- Una brecha territorial cada vez más profunda
El alcalde de Tudela ha denunciado públicamente el “colapso sanitario” que sufre el Hospital Reina Sofía en pleno mes de agosto.
En una declaración cargada de críticas al Gobierno de Navarra, ha advertido de la gravedad de la situación: la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) funciona con solo tres camas y el servicio de Radiología se quedará sin especialistas de guardia en al menos quince jornadas a lo largo del mes.
“Apenas han pasado diez días desde que se cerraron dos camas por falta de médicos, y ya está colapsada la UCI”, afirmaba en su intervención, en la que también señaló la precariedad en otros servicios médicos, como Urología.
“Es intolerable y vergonzoso”
El alcalde no ha escatimado en calificativos para describir el estado del centro hospitalario. “Es intolerable y vergonzoso que el bisturí del Gobierno de Navarra nos obligue a hacer turismo sanitario a Pamplona a toda la Ribera en pleno agosto”, afirmó visiblemente molesto.
Según la información aportada por el propio consistorio, los días en los que no habrá radiólogos de guardia en el Reina Sofía serán el 8, 10, 16, 22, 24 y 28 de agosto, así como los días 1, 2, 3, 11, 14, 15, 16, 17, 18 y 25 del mismo mes. La ausencia de este servicio supone un serio obstáculo para la atención urgente y especializada en la zona sur de Navarra.
Una Ribera desatendida
“Nos acusaron de mentir y de confrontar cuando dijimos que los recortes de Chivite estaban dejando la atención sanitaria en la Ribera sin especialistas”, recordó el alcalde, refiriéndose a las críticas que recibió tras anteriores denuncias públicas. “A la vista está que nos quedamos muy cortos”, añadió.
El alcalde considera que la situación evidencia una falta de planificación y una gestión deficiente por parte del Departamento de Salud del Gobierno foral. En su opinión, Tudela y su área de influencia están sufriendo las consecuencias de una política sanitaria que “no responde a la realidad ni a las necesidades de la Ribera”.
Falta de médicos, camas y previsión
El colapso en la UCI ha obligado a derivar pacientes a Pamplona, generando preocupación entre las familias y sobrecargando otros hospitales. Al mismo tiempo, la ausencia de radiólogos de guardia impide realizar pruebas diagnósticas urgentes en días clave, con especial afectación a pacientes con enfermedades graves o que requieren atención inmediata.
“Si pelear por nuestros derechos es confrontar, que no duden que seguiremos confrontando”, afirmó el alcalde, anunciando que el Ayuntamiento no se quedará de brazos cruzados. “Lo haremos hasta donde haga falta para exigir una oferta acorde a la demanda y a los impuestos que pagamos”.
Una situación estructural, no puntual
Desde el consistorio insisten en que la situación no es puntual ni coyuntural. “No hablamos de un verano difícil, hablamos de una falta de recursos estructural, de un abandono institucional que se arrastra desde hace años”, denuncian.
La falta de especialistas en servicios clave como UCI, Radiología, Urología o Medicina Interna está provocando un deterioro progresivo en la atención hospitalaria que afecta a toda la comarca de Tudela y a las localidades cercanas.
Petición urgente de soluciones al Gobierno de Navarra
Ante este escenario, el Ayuntamiento de Tudela ha reclamado públicamente al Gobierno foral que actúe con urgencia y refuerce el personal sanitario del hospital. También se prevé que en los próximos días se formalice una petición por escrito al Departamento de Salud, solicitando explicaciones y compromisos concretos.
“Esto no va de política, va de salud. Va de si un vecino con una dolencia grave puede ser atendido aquí o tiene que perder horas en una ambulancia hasta Pamplona”, concluyó el alcalde.
Una brecha territorial cada vez más profunda
Este nuevo episodio ha reavivado el debate sobre el desequilibrio territorial en la atención sanitaria en Navarra. Mientras Pamplona concentra los servicios y recursos de alta especialización, zonas como la Ribera padecen lo que desde Tudela califican de “infraatención crónica”.
El mes de agosto, con picos de asistencia por vacaciones, calor extremo y aumento de la población estacional, agrava aún más las carencias estructurales. La ciudadanía exige medidas inmediatas y estructurales para garantizar un mínimo de equidad sanitaria en toda la Comunidad Foral.
Por ahora, los pacientes de la Ribera seguirán pendientes de los calendarios de guardia, los traslados a Pamplona y la esperanza de no tener que enfrentarse a una urgencia en uno de los días sin cobertura.