TUDELA

“No somos el demonio”: los hosteleros de Herrerías lanzan el Proyecto Viva

Bares, comercios y vecinos del Casco Antiguo crean una red social, festiva y solidaria bajo el lema “Cuando un barrio se une, una ciudad entera se mueve”
Proyecto Viva
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La Calle Herrerías de Tudela ha decidido demostrar que otra forma de hacer barrio es posible.

De los conflictos por el ruido y las quejas vecinales, ha nacido una de las iniciativas más inspiradoras del año: el Proyecto Viva, una alianza entre bares, comercios y vecinos del Casco Antiguo para transformar la Calle Herrerías en un modelo de convivencia, cultura y solidaridad.

De la queja al compromiso: nace Herrerías Viva

El proyecto surge de un grupo de hosteleros tudelanos que, lejos de mirar hacia otro lado, han decidido liderar un cambio. “No somos el demonio, somos aliados”, explica Toño Hernández, gerente de la pizzería Garlochy´s y uno de los impulsores de la iniciativa. “Queremos que los vecinos nos vean como parte de la solución, no del problema”.

El Proyecto Viva nace con el propósito de crear barrio, fomentar comunidad y devolver al Casco Antiguo la vida que siempre tuvo. Su estructura se divide en cinco grandes bloques: social, festivo, solidario, cultural y de reconocimiento, con acciones que abarcan desde proyectos educativos hasta homenajes a los colectivos más solidarios de Tudela.

“La idea no es solo organizar fiestas”, apunta Ricardo Pérez, del bar De Tres y de Y. Punto. “Queremos crear convivencia, demostrar que se puede disfrutar sin molestar”. Una declaración que resume la filosofía del proyecto y la autocrítica del sector hostelero tras años de tensiones por la saturación de terrazas y ruido nocturno.

Una calle que cuida: seguridad, solidaridad y educación

El bloque más humano del proyecto incluye programas como “El Amigo del Cole”, que convierte los bares del barrio en puntos de confianza para niños que se pierdan o necesiten ayuda; “Vecinos que Cuidan”, dirigido a mayores o dependientes; y “Punto Seguro Herrerías”, una red de locales donde las mujeres pueden pedir auxilio si se sienten acosadas.

“Queremos una calle donde nadie se sienta solo o inseguro”, señala Joel Villafranca, propietario de La Calle y Cardamomo. “Nos estamos formando incluso en protocolos de acoso o atención a personas vulnerables. La hostelería puede ser también una red de cuidado”.

Proyecto Viva propone una nueva forma de entender la hostelería tudelana: menos ruido, más comunidad, cultura y solidaridad en torno a la calle Herrerías.

Del ruido a la cultura: una programación viva todo el año

El plan anual de Herrerías Viva incluye desde las fiestas de San Pedro, Santa Ana y San Isidro hasta eventos temáticos como el Día del Padre – Randillas y Recuerdos o el Día de la Madre – Herrerías con Rosas. También contempla jornadas solidarias como el Bocadillo Solidario, con un ambicioso reto: batir el Récord Guinness del bocadillo más largo del mundo para donar los beneficios a la Asociación Española Contra el Cáncer.

El proyecto, además, apuesta por la cultura y la lectura con el bloque “Herrerías con Letras”, en colaboración con la Biblioteca de Tudela y entidades locales. Habrá cuentacuentos, cafés literarios y recitales poéticos en los propios bares, devolviendo a estos espacios su papel histórico de ágoras de barrio.

“Halloween Viva 2025”, el primer paso del cambio

El primer gran evento será Halloween Viva 2025, que el 31 de octubre transformará Herrerías y Yanguas y Miranda en un pasaje temático del terror, con actividades inclusivas para todas las edades. La jornada combinará chocolatada popular, cuentacuentos, desfiles y espectáculos de luz, pero sin música amplificada ni DJs nocturnos.

“Queremos dar ejemplo y demostrar que no hace falta convertir la calle en una discoteca para disfrutar”, señala Toño Hernández. “Este año sacaremos a los abuelos de las residencias, los haremos partícipes, porque los abuelos son sagrados. También habrá juegos para niños, chocolatada y un desfile familiar. Es una forma de empezar a recuperar el alma del barrio”.

La organización insiste en que todas las actividades se diseñan con diálogo previo con los vecinos y respeto a los horarios. “Nos equivocamos en el pasado”, admite Ricardo Pérez, “pero ahora queremos ser parte del cambio”.

Un proyecto autofinanciado que busca crecer

El Proyecto Viva se sostiene por ahora con aportaciones voluntarias de sus integrantes y la colaboración de más de 40 comercios y 12 bares. Los organizadores esperan poder constituirse pronto como asociación formal para optar a ayudas y subvenciones. “Estamos autofinanciando cada evento”, explica Joel Villafranca, “pero lo hacemos con ilusión, porque creemos que Tudela necesita creer otra vez en su gente”.

A largo plazo, el movimiento pretende contagiar su espíritu a otras calles del Casco Antiguo, desde Carnicerías hasta San Jaime, con el deseo de que todo el barrio “vuelva a ser una gran familia”.

“No creamos eventos, creamos convivencia”, resume Hernández. Una frase que, más que un lema, parece un compromiso para toda Tudela.

Entrevista en Radio Tudela 96.0FM