En este 2023 hace su 20 aniversario Sendaviva. Este es un espacio de atracciones situado junto al parque natural de Bardenas, reserva de la biosfera.
Es una infraestructura de una extensión de 120 hectáreas y en cuyo centro se sitúa un gran lago artificial, tiene un aforo para cerca de 8.000 personas. Alberga a 800 animales, de 200 especies distintas, y está destinada al ocio familiar.
He sido contrario con este proyecto desde su principio. Primero porque los animales no se encuentran en su hábitat y más tarde porque el gasto público que crea esta infraestructura es extraordinario.
Así pues, quiero recordar algunas cuestiones de importancia que Sendaviva encierra y que no se tienen en cuenta por parte del Gobierno de Navarra y quizás desconocidas las mismas por parte de la ciudadanía en general.
Sendaviva tiene un 55% de su capital en manos privadas, perteneciendo el 45% al Gobierno de Navarra, es decir, a Sodena (Sociedad de Desarrollo de Navarra), empresa pública cuya misión es la de ser un instrumento financiero del Gobierno foral para el desarrollo empresarial de nuestra comunidad.
Gracias a las instituciones públicas, Sendaviva 'vive' de forma artificial debido al gran déficit económico que tiene y que aproximadamente se cifra en 78 millones de euros acumulados desde 2003, cantidad que, según se dice, será extremadamente difícil recuperarla.
A todo esto, habría que añadir que el 55% es propiedad privada y que desde el año 2005 no aporta ninguna clase de financiación ya que, en aquel tiempo, empezó a observarse que las previsiones de visitantes y rendimientos económicos no cumplían con lo planificado, es decir, pasa lo de siempre: Poca exposición privada siendo el riesgo público.
Cierto es que este tipo de proyectos son positivos en un principio para la Ribera generando puestos de trabajo e ingresos para los negocios de la zona, pero claro, al final, todo recae en el contribuyente navarro.
Ante tal situación de precariedad, el Gobierno de Navarra debe y tiene que reconsiderar que esta situación no puede seguir por más tiempo, ya que el desembolso año a año es más cuantioso, fruto del déficit que se arrastra desde siempre.
Por ello, el Gobierno de Navarra tiene que realizar un plan de viabilidad como hace cualquier empresa pública o privada.
Habrá que pensar en recomponer la situación que se da con la empresa privada que la gestiona, ya que con un 55%, es decir, con la mayoría accionarial, es incapaz de aportar ningún tipo de financiación.
Hay que buscar a algún inversor que facilite la tarea y, por supuesto, se debe pensar qué hacer con esta zona, tanto con los trabajadores como con los negocios que puedan verse afectados en el futuro a causa de esta anómala situación. Al final, si no hay diligencia Sendaviva morirá y, por tanto, cerrará irremediablemente creando grandes problemas que a tiempo se pudieron solucionar.
