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Ecologistas en Acción de la Ribera: "Bardenas, el mundo al revés"

El Paso Bardenas 2020
photo_camera El Paso Bardenas.

Se vienen planteando desde la Comunidad de Bardenas diferentes proyectos que supondrían una importante modificación de lo que hoy en día son Bardenas. Es cierto que las Bardenas son un ente Local peculiar, y que como tal intenta ser gestionado al son de los tiempos. Pero los proyectos planteados, más otras amenazas, pueden modificar sustancial y esencialmente el territorio. Los proyectos que penden sobre Bardenas son el Canal de Navarra y el desarrollo de parques solares.

Sorprende como se pervierte y vulnera la protección medioambiental, ya que incluso en la propia Ley de Declaración del Parque Natural de Bardenas se contempla que el Canal de Navarra no solo pase, sino que riegue zonas de Bardenas. Estos regadíos se sumarían a los del Ferial y supondrían una merma más de los hábitats de secano, esteparios y mediterráneos de Bardenas, cada vez más amenazados. Es sonrojante como se dice querer una cosa y se hace la contraria, pues el regadío es totalmente incompatible con el secano y los valores medioambientales que encierra.

La fiebre desarrollista que atrapa a muchos municipios de Navarra, generada por multitud de empresas promotoras de proyectos de energía, también ha calado en la Comunidad de Bardenas. Es cierto que necesitamos una transición energética para abandonar los recursos fósiles, pero esa transición debe basarse primero en el ahorro y la eficiencia.

Lamentablemente los diferentes gobiernos y la mayoría de políticos se han plegado a los intereses privados de las empresas promotoras de energía, y no se opta por el ahorro, abandonando proyectos insostenibles y devoradores de energía, ni por la eficiencia o la producción responsable en lugares humanizados, como tejados o polígonos industriales, o cercanos al lugar de consumo, para evitar la construcción de líneas de evacuación y la pérdida de una cuarta parte de la electricidad en ese transporte.

Y en la perversión supina de todo este modelo, se quieren implantar más “renovables” en Bardenas, lo que supondría otra pérdida de espacios y de valores naturales. Que la Comunidad de Bardenas se quiera convertir en otro promotor más, dice mucho de lo que interesan los valores medioambientales. Valores naturales que los grandes parques eólicos y solares en el medio natural destruyen cada día.

Ahí están los datos de los parques eólicos más mortíferos de Navarra, con CAVAR, al límite con Bardenas, desgraciadamente en primer lugar, y donde ha llegado a morir 1 buitre cada 3 días. O los datos del parque eólico LA BANDERA, situado precisamente en Bardenas Reales, Cabanillas y Fustiñana que desde su funcionamiento ha acabado con la vida de 262 ejemplares de aves y murciélagos protegidos por la ley.

No debemos olvidar tampoco los datos de extinción local de ciertas aves como las esteparias al construirse un parque solar y destruirse su hábitat. Más aún, se plantea la idea de que hay que promover proyectos que suplan el dinero que se recibe por el alquiler del Polígono de Tiro, que aceptarlos es el camino para no renovar el contrato. La idea equivocada es generar desarrollo, seguir creciendo en un Planeta finito, y no la de conservar o preservar.

Pero todo es posible en Bardenas: decir querer una cosa y hacer la contraria. Se dice querer preservar el territorio y se llena de turistas. Queriendo convertir ciertas zonas en una atracción de ferias, eso sí, construyendo un parking de pago para hacer caja, aunque luego nadie controle que se suba por ejemplo al propio Castildetierra. Bardenas: el mundo al revés, donde hasta se permite el uso militar en una ZEC. ¿Qué importan los valores medioambientales y las figuras de protección si aquí lo que interesa son otras cosas, en especial el dinero o las actividades insostenibles?

Este es el devenir de Bardenas. Pobres Bardenas, pobres alondras de Dupont que son bombardeadas, pobres avutardas que ya no anidan en el Plano, pobres alimoches que tuvieron que prácticamente abandonar su dormidero, pobres pastores que son cada vez más otra especie en peligro de extinción, pobres agricultores que nadie pone en valor si no es a través del regadío.

Eduardo Navascués, coordinador de Ecologistas en Acción de Navarra