En las campañas electorales los candidatos, habitualmente, quieren hacernos creer que somos importantes para ellos y que les interesa nuestra opinión. Una vez que han tomado posesión de los asientos del Ayuntamiento se sienten legitimados, especialmente si tienen mayoría, para NO contar con los ciudadanos.
Da lo mismo que nunca antes hayan tenido cargos públicos, que no se hayan dedicado con anterioridad a la gestión del dinero público: en el momento que ganan las elecciones levitan en otra galaxia, convencidos de que ya conocen sobradamente las necesidades de los demás mortales. Así está ocurriendo con el M.I. Ayuntamiento de Tudela.
El 24 de octubre de 2018, convocados por la AAVV del Casco Antiguo de Tudela, todos los grupos políticos con representación en el Ayuntamiento de Tudela (I-E, PSN, Tudela Puede, UPN, PP y CUP) firmaron, unánimemente, un acuerdo por el que se comprometían a cumplir una serie de mínimos para el casco antiguo: continuar con la peatonalización, cumplir la normativa sobre ruidos, respetar el derecho al descanso de los vecinos y no recoger la basura por la noche, controlar las plagas de animales, promover la rehabilitación de edificios con una finalidad pública o privada, etc. Y dedicar, al menos, 500.000€ en los presupuestos de cada año en partidas específicas que invertir en este barrio.
El 26 de mayo de 2019 en el debate electoral, promovido por la AAVV, con todos los candidatos que se presentaban a las elecciones municipales, respaldaron ese acuerdo y se comprometieron a cumplir lo pactado si ganaban las elecciones.
Curiosamente no participó en ese debate el candidato de Navarra+ y actual alcalde de Tudela, Alejandro Toquero, ni firmó la ratificación del acuerdo. Ni parece estar interesado en la actualidad en la opinión de esta Asociación de vecinos.
Y, por supuesto, tampoco lo está en que se cumplan esas demandas. Sí firmó, en nombre de Navarra+, la concejala Irene Royo, que desde el principio ha estado apoyando este compromiso, a pesar de que se está percibiendo que no se tiene demasiado en cuenta su opinión en el consistorio.
Han transcurrido más de dos años de las elecciones municipales y los ciudadanos seguimos sin existir para los ediles de este Ayuntamiento de Tudela.
Parecía que la política municipal de Tudela iba a ser más participativa cuando, siguiendo la moda de lo que hacían en otras ciudades, hace de ello varias legislaturas, comenzaron a comprender la importancia de recoger la opinión ciudadana para asuntos trascendentales para la ciudad.
Este nuevo Ayuntamiento ni se ha molestado en tener en cuenta a los conciudadanos en unos presupuestos que deberían ser participativos. Aunque con anterioridad no se llevaron a cabo todos los proyectos acordados, al menos nos hicieron creer que nos escuchaban.
En este momento están elaborando los presupuestos municipales para el próximo año. Ni hay participación ciudadana en su elaboración ni son tenidos en cuenta los compromisos de actuaciones en el casco antiguo de Tudela.
Además, durante esta legislatura han desaparecido todas las mesas ciudadanas existentes: de convivencia, de educación, de juventud, de patrimonio, de San Nicolás, del casco antiguo, sobre solares, etc. Y no ha sido únicamente por el covid porque hay posibilidades de reunirse sin hacerlo presencialmente. Falta, claramente, voluntad...
Y lo que hay es prepotencia, engreimiento, sensación de superioridad respecto a los demás ciudadanos... Es evidente que con nuestros votos hemos elegido a nuestros representantes; pero este acto realizado cada cuatro años no les autoriza a que ignoren nuestras opiniones.
En campaña electoral se llenan la boca con la importancia de las Asociaciones vecinales para recoger la opinión de los tudelanos. Una vez obtenidos los votos necesarios ignoran a los votantes; hasta que haya otra campaña electoral y nos vuelvan a intentar hacer creer que somos importantes para estos gestores de las arcas municipales.
AAVV del Casco Antiguo de Tudela
