ESPECTACULO

LOS IRUÑA’KO, Tributo a Enrique Abad.

Hablamos con Jesús Garatea y Serafín Ramírez sobre el gran espectáculo "LOS IRUÑA’KO, Tributo a Enrique Abad"

Los Iruñako
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LOS IRUÑA’KO – Tributo a Enrique Abad
La gran historia del mejor grupo musical navarro de todos los tiempos  que, en los años 60, encandiló al mundo con sus interpretaciones musicales.

El espectáculo, escrito y dirigido por Alfonso Rincón, y organizado por la FUNDACION NAVARRA CULTURAL, refleja la trayectoria artística del mejor grupo musical navarro de todos los tiempos, desde la visión de uno de sus componentes, Enrique Abad.
Además del propio Enrique Abad, actúa también en el espectáculo su nieta Inés Sánchez y el actor cirbonero residente en Madrid, Iván Ridruejo.

En el apartado musical intervendrán las voces del grupo corellano Araciel, Ruth Martínez e Iñaki Jarauta (profesores de la Academia de Cantantes de Tudela), Mari Cruz Corral, Mariaje Abáigar y Patxi Ugarte (cantantes de Pamplona). Todos ellos acompañados en directo por el grupo musical navarro Just Friends Group, dirigidos por el maestro Jokin Zabalza (hijo de Joaquín Zabalza, componente del grupo musical Los Iruña’ko). En el espectáculo también participarán los bailarines tudelanos Justo del Arco y Consuelo Alegría, subcampeones de España en Baile

“Los Iruña´ko – Tributo a Enrique Abad”, se representará el sábado 18 de noviembre en funciones de 19:30 y 22:00 horas y el domingo 19 de noviembre a las 17:00 y 19:30 horas, en el Centro Avenida Artes de Cintruénigo.

Las entradas pueden adquirirse en el bar Antojos de Cintruénigo o en Ticketea.com al precio de 14 €.

Este es un espectáculo sin ánimo de lucro y su único objetivo es difundir la extraordinaria labor desarrollada por el grupo musical los Iruña’ko en la promoción y divulgación internacional de Navarra y de sus fiestas.

 
LOS IRUÑA’KO (1953-1965)
En 1953, un famoso grupo musical pamplonés denominado “el Trío Iberia”, formado por: Josecho García, Joaquín Zabalza y Alberto Huarte, se disuelve, y deciden formar un nuevo grupo llamado “Los Iruña’ko”, cuyo significado es  “Los de Pamplona”, al que también incorporan como acordeonista a Kike los Arcos.
Los inicios de Los Iruña’ko los dedicaron a interpretar, y arreglar canciones sanfermineras y del folklore navarro, compuestas principalmente por el maestro navarro Manuel Turrillas, ya que la música navarra empezaba a estar en auge, por la promoción nacional e internacional de los sanfermines

En 1956, Los Iruña’ko graban en San Sebastián su primer disco sanferminero titulado “ESTAMPAS NAVARRAS”, con la firma de discos Columbia, grabación con la cual se hicieron muy populares en toda la comarca. Ese mismo año se incorpora al grupo Enrique Abad. Un año más tarde se incorpora Iñaki Astondoa, en sustitución de Josecho García.

En 1959, deciden trasladarse a Madrid a probar suerte y durante un concierto benéfico, el director artístico de ZAFIRO D. Luis Sagi-Vela que casualmente pasaba por allí, impresionado con la actuación de los Iruña’ko, les ofrece grabar cien canciones en dos años y cientos de actuaciones por España.

En 1960, se presentan al II Festival de la Canción de Benidorm, consiguiendo el Primer Premio en Interpretación y un impulso a su carrera internacional por varias ciudades europeas.  En 1961 se vuelven a presentar al Festival de la Canción de Benidorm, obteniendo en esta ocasión el Premio al Mejor Ritmo.

En 1961, su éxito les traslada hasta el otro lado del Atlántico, concretamente hasta México, donde durante 6 meses, actúan más de 500 veces en escenarios, radios y televisiones.

En 1962, Inician su gira Americana que les llevará hasta Puerto Rico, donde la marca de coches americana “Rambler” los contrata para la promoción de sus vehículos. Le siguieron Argentina, Uruguay, Nicaragua, Panamá, Costa Rica y un largo etcétera, hasta desembarcar en Nueva York.

En 1963, Viajan hasta Canadá para continuar con sus compromisos artísticos y graban un disco con 12 canciones titulado “Los Iruña’ko au Canadá”, que incluía la canción “El Pecador”, canción que la Biblioteca General de Montreal, calificó como una de las mejores canciones de los años 60.

Ese mismo año regresan a Nueva York para atender sus compromisos en el Teatro Puerto Rico y posteriormente se trasladan a Las Vegas para actuar, ni más ni menos, que el casino de Frank Sinatra, quien les ofrece un contrato para cinco años.