Si quieres que tu hogar tenga un aspecto lo más natural posible, lo más recomendable es que añadas algunas plantas de interior a la decoración de tu casa. Las plantas de interior no solo ayudan a que la decoración sea más bonita, también ayudan a que las personas estén más relajadas. Ayudan a tener contacto directo con la naturaleza y eso beneficia a la hora de reducir los niveles de estrés.
Pero para que la experiencia con las plantas de interior sea la adecuada es fundamental cuidarlas correctamente. Para ayudarte a que el cuidado de las plantas te resulte sencillo, nos hemos puesto en contacto con uno de nuestros mejores expertos en plantas. Gracias a su ayuda podemos ofrecerte un listado de cuidados básicos a través de los cuales podrás tener la certeza de que tus plantas durarán muchos años.
1- Compra las plantas adecuadas
No todas las plantas van a darte los mismos resultados. Antes de realizar la compra te recomendamos mirar qué plantas se adaptan mejor a tus necesidades. Si buscas información, te recomendamos visitar la web de Plantateca donde podrás encontrar toda la información sobre las plantas de interior y sus cuidados. En esta web podrás encontrar información de todas las plantas y así cuidarlas al máximo.
Si eres una persona que se considera principiante en el cuidado de plantas, te recomendamos comenzar por plantas de interior fáciles de cuidar. Igual no son las plantas que más te gustan, pero te ayudarán a comprobar que puedes cuidarlas sin problemas. Si luego ves que te adaptas a las plantas y las cuidas bien, podrás dar el salto a otras variedades que necesiten más cuidados.
2- Las plantas siempre deben recibir luz
Todas las plantas deben tener una buena dosis de luz natural para poder desarrollarse correctamente. Eso sí, no todas las plantas necesitan la misma cantidad de luz para ser felices y crecer sin problemas.
Es importante que te informes si la planta necesita la luz solar directa o solo con la luminosidad es suficiente. Muchas plantas no aguantan el sol directo, si las pones sus hojas se podrían quemar y en consecuencia la planta podría morir. Para evitarlo. Infórmate sobre la planta lo máximo posible.
3- Los riegos siempre con moderación
Debes tener claro que las plantas de interior no sufren tanta evaporación como las plantas de exterior. Para evitar que las raíces se pudran por un exceso de riego siempre deberás cuidar al máximo los riegos. Y cuando los hagas siempre deberás hacerlos con moderación, en la medida de lo posible deberás evitar el encharcamiento.
Los riegos los deberás realizar en el mismo momento en el cual notes que la tierra está demasiado seca. En ese momento deberás realizar un riego moderado para conseguir que la tierra se moje, pero sin encharcar. Además, se suele recomendar optar por macetas con agujeros en el fondo. De esa manera el exceso de agua saldrá al plato sobre el cual se pone la maceta y se evita el encharcamiento.
4- La temperatura debe ser homogénea
Para evitar que la planta pueda sufrir cambios importantes de temperatura y en consecuencia estresarse, lo mejor que podemos hacer es intentar tener en la vivienda más o menos la misma temperatura. Una temperatura adecuada hará que la planta pueda crecer sin problemas.
Es importante que tengas en cuenta que si las plantas pierden las hojas sin ningún motivo aparente, el motivo real puede ser la temperatura. Si la planta sufre por la temperatura o está en una zona de corriente lo más común es que pierda con facilidad las hojas. Para evitar cambios importantes de temperatura para la planta evita tenerlas en invierno cerca del radiador. Lo mismo sucede en verano, en este caso deberás alejarlas del sistema de climatización.
5- Ventila la estancia
La planta necesita disfrutar de una humedad adecuada para poderse desarrollar correctamente. Si notas que la planta sufre porque no tiene la humedad necesaria, te recomendamos ventilar la estancia. Así el aire se renovará y el aire reseco saldrá al exterior.
Si notas que la vivienda tiene un ambiente demasiado seco, siempre tienes la opción de pulverizar agua sobre las hojas. Así la planta conseguirá un plus de humedad y no sufrir tanto por el ambiente reseco.
6- Usa siempre una maceta adecuada
Como nos comentan desde Decorandea, expertos en decoración, una maceta siempre ayuda a que la decoración esté asegurada. Pero a la hora de comprar una maceta para nuestra planta no solo tenemos que mirar el diseño, también el tamaño. La planta cuanto más crece, más espacio necesita para que sus raíces se puedan desarrollar.
Si comienzas a ver que la maceta en la cual tienes la planta comienza a quedarse pequeña porque las raíces comienzan a acumularse, entonces puede ser un buen momento para cambiar de maceta. Por ese motivo, es importante cada cierto tiempo irla trasplantando a macetas de su tamaño adecuado. Así las raíces tendrán espacio y no se ahogarán. Una maceta demasiado pequeña hará que la planta sufra o incluso termine por morir.
7- Limpia las plantas
Debes saber que las plantas de interior tienden a acumular suciedad. Esa suciedad no solo hará que la elegancia de la estancia vaya a menos, también puede provocar problemas de salud a la planta. Esa suciedad suele acumularse con más facilidad en las plantas de hojas grandes.
Para evitar que la suciedad haga que la apariencia de la planta no sea la esperada y su salud esté en riesgo, te recomendamos limpiar las hojas. Puedes realizar la labor de limpieza con la ayuda de un paño húmedo o simplemente pulverizando las hojas con agua.
No olvides retirar las hojas secas de la planta para evitar que la probabilidad de la aparición de hongos sea alta. Retirando las hojas secas no solo reducirás el riesgo de aparición de hongos, también harás que la planta luzca un aspecto mucho más bonito.
