"Hice lo que había que hacer. Para esto estamos formados", declaró Mikel Arrondo, el joven socorrista de 24 años que este lunes por la tarde demostró su valía al salvar la vida de un hombre de 44 años en las instalaciones municipales de El Romeral, en Castejón.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 19:10 horas, cuando Mikel fue alertado por un ciudadano de que había una persona desplomada en el suelo, con una brecha en la cabeza, justo a la entrada del recinto de la piscina, en la vía pública.
Rápidamente, junto a una agente de la Policía Local fuera de servicio, Mikel colocó al hombre en posición lateral de seguridad y solicitó ayuda al 112.
Sin embargo, la situación se agravó rápidamente: la víctima dejó de respirar y comenzó a mostrar signos de parada cardiorrespiratoria, poniéndose morada.
Ante la gravedad de la situación, el socorrista utilizó un desfibrilador semiautomático (DESA) disponible en el lugar, realizando maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) mientras esperaban la llegada de más ayuda.
Con la llegada de agentes de la Policía Municipal, se intensificaron las maniobras: Mikel continuó con las ventilaciones mientras uno de los agentes realizaba las compresiones torácicas.
El desfibrilador indicó la necesidad de una descarga, y tras la primera, la víctima no mostraba aún signos de recuperación.
Se continuó con las maniobras de RCP hasta que, tras una segunda descarga, el hombre comenzó a respirar nuevamente, momento en el que fue colocado en posición lateral de seguridad.
La ambulancia llegó poco después y el equipo sanitario asumió el control de la situación. Finalmente, alrededor de las 21:00 horas, el hombre fue trasladado en un helicóptero medicalizado al Hospital Universitario de Navarra.
Gracias a la rápida y coordinada intervención de Mikel Arrondo y los cuerpos de seguridad, el hombre de 44 años ha sobrevivido a lo que podría haber sido una tragedia.
La templanza y preparación de Mikel, que lleva dos años como socorrista, fueron clave en este exitoso rescate.