El mercado de la higiene cuenta con una gran cantidad de productos diferentes imprescindibles en el día a día. Los productos de higiene íntima garantizan una correcta limpieza, además de aportar diferentes beneficios a la piel, como es el caso de las toallitas íntimas. Los expertos en el sector explican cuáles son y cómo usarlas correctamente.
Son muchos los productos de higiene íntima, como es el caso de las compresas, los tampones, las copas menstruales, los geles y los desodorantes íntimos, y sobre todo, los diferentes tipos de toallitas. Estas últimas, aclaran desde el sector salud e higiene, son una de las opciones preferidas por las mujeres para garantizar la higiene de la zona, pero también una de las que más dudas genera con respecto a su utilización, matizan. Las toallitas íntimas son utilizadas para llevar a cabo la limpieza de la zona genital, especialmente en el caso de las mujeres. Su utilización se recomienda en momentos puntuales, como por ejemplo durante la menstruación, pero también antes y después de las relaciones sexuales o al hacer uso de baños ajenos. Además, pueden ser de muchos tipos diferentes, en función de los componentes del producto, así como del fin principal para el cual han sido fabricadas.
Tal como puede observarse en el catálogo online del e-Commerce especializado en salud y belleza Pacoperfumerias.com, las toallitas íntimas pueden estar hechas con diferentes materiales, como el algodón 100% biológico y biodegradable; pero también en diferentes formatos, como las toallitas tradicionales y las toallitas en formato viaje; y para diferentes usos, como son las toallitas íntimas vaginales, las toallitas íntimas para hemorroides o las toallitas íntimas para personas mayores, entre otras.
Estos productos de higiene íntima tienen como fin principal facilitar la limpieza de la zona, además de proporcionar confort y favorecer la acción protectora, entre otras, aclaran desde el sector de la salud y la higiene. Ahora bien, aunque su uso puntual no supone ningún problema y está muy recomendado, los expertos advierten que no es aconsejable abusar de ellas ya que un uso continuado en el tiempo puede ocasionar el efecto contrario.
Explican que las toallitas deben utilizarse en aquellos casos en los que no se cuente con jabón y agua para lavar las zonas genitales, y en momentos específicos en los que se precisa una limpieza inmediata.
¿Puedo usar las toallitas íntimas a diario?
Tal como explican los dermatólogos, un uso excesivo de las toallitas puede provocar problemas en la piel como, por ejemplo, un eccema de contacto irritativo o dermatitis debido a los componentes y a la fricción ejercida en la zona de manera recurrente. Además, recuerdan que algunas toallitas están fabricadas con fragancias y conservantes que pueden alterar el correcto desarrollo de la función hormonal, como es el caso de la metilisotiazolinona o los parabenos. Estos últimos pueden actuar como disruptores endocrinos. Tampoco hay que olvidar que la zona íntima quedará humedecida, aclaran los dermatólogos, por lo podría generarse un caldo de cultivo ideal para la proliferación de bacterias y hongos. Ahora bien, aclaran que para que todo ello suceda las toallitas íntimas se deben usar con mucha frecuencia, de hecho, se habla de una excesiva limpieza de la zona vaginal.
Además, los expertos no descartan las funciones beneficiosas de los componentes de las toallitas, ya que muchas de ellas están fabricadas con materiales naturales y contienen ingredientes saludables para la piel, como es el caso del aloe vera, jabones neutros o la camomila. Aclaran que no todas las toallitas íntimas están formuladas con los mismos ingredientes y que no todos ellos son igual de agresivos. Por eso, aconsejan prestar atención a los ingredientes, materiales y función principal de cada marca de toallitas íntimas.
En qué casos se recomienda la utilización de las toallitas íntimas
Los dermatólogos y expertos en salud íntima tienen claro la importancia de mantener esta zona limpia para evitar infecciones, por ello son conscientes de las ventajas y beneficios que proporcionan las toallitas íntimas en una gran cantidad de situaciones. Aclaran que estas son la mejor opción para desinfectar y limpiar los genitales cuando no se puede hacer uso del agua y jabón. Y las recomiendan en momentos como la menstruación, sobre todo cuando la mujer está fuera de casa; así como también antes y después de finalizar el acto sexual o en los casos en los que se hace uso de un baño ajeno, sobre todo después de utilizar los baños públicos de un centro comercial, restaurante… Además, recuerdan que algunas toallitas íntimas están recomendadas en enfermedades o padecimientos concretos, como son las hemorroides. Estas resultan de gran utilidad por su suavidad y por estar humedecidas, lo que disminuye la incomodidad y el dolor a la hora de limpiarse, recalcan los expertos. Añaden que el papel higiénico, independientemente de la marca, puede resultar algo abrasivo en ocasiones, lo que dificulta la correcta higiene después de la deposición.
Otro de los casos más recomendados de las toallitas es a la hora de hacer un viaje. Estas se convierten en un comodín para la higiene íntima cuando no se dispone de otros medios, aclaran los profesionales, mejorando la comodidad y la sensación de confort en general tras su utilización.
Cómo usar las toallitas íntimas
Al responder a cómo usar las toallitas íntimas los dermatólogos y expertos en salud íntima hablan en primer lugar de las situaciones en las que se recomienda este producto y, en segundo, de la dirección para utilizarlas. En el caso de las mujeres, aclaran, la dirección que se debe seguir siempre para limpiarse con toallitas íntimas es de adelante hacia atrás y con movimientos suaves. Esto evitará que las heces o restos fecales puedan entrar en contacto con la zona íntima. Además, al hacer uso de las toallitas se recomienda no ejercer demasiada presión para evitar que la piel pueda resentirse e irritarse. Por último, recomiendan esperar unos segundos antes de volver a vestirse para evitar que la zona se quede húmeda y ello pueda dar lugar a la proliferación de bacterias.
