TURISMO

Descubre Fustiñana con los 5 sentidos

Te presentamos una localidad del sur de Navarra que sin duda, puede ser tu próximo destino: Fustiñana.
Fustiñana
photo_camera Fustiñana

Cuando pensamos en escoger un destino para ir de vacaciones, generalmente las primeras opciones se encuentran lejos de nuestra localidad. Otras veces, viajamos con la familia o amigos, a lugares sorprendentes que no sabíamos que estaban tan cerca y descubrimos que en nuestra tierra también hay rincones que nada tienen que envidiar a los de otras comunidades o incluso países. 

En este artículo queremos presentarte una localidad del sur de Navarra que sin duda, puede ser tu próximo destino: Fustiñana. Te invitamos a conocerla a través de los cinco sentidos.

Bienvenido a Fustiñana

 

El Sentido de la Vista

Si hay un sentido que disfruta cuando se llega a Fustiñana, ese es el de la vista.

Situada en pleno corazón del Valle del Ebro y a los pies de las Bardenas Reales, Fustiñana es la puerta natural de la “Bardena Negra”, y ya os podréis imaginar que el paisaje que se contempla a sus alrededores, no deja indiferente a nadie. La Bardena Negra es la zona más desconocida y menos explorada del desierto navarro y que cuenta con una mayor biodiversidad. Visitar las Bardenas desde Fustiñana es hacer una ruta singular con un gran potencial de cara a un turismo que busca vivir experiencias en la naturaleza más abrupta.

Además, Fustiñana limita al sur con la localidad de Buñuel, y al oeste con las de Ribaforada y Cabanillas. Cuatro localidades que junto a Cortes, conforman la Ribera Sur, un eje de servicios, cultura, arquitectura e historia con muchos atractivos por conocer.

De Tudela, capital de la Ribera, dista tan sólo 13 km, y en torno a 100 km la separan de las principales capitales como Pamplona, Zaragoza, Soria o Logroño. Esta situación privilegiada la hacen idónea para ser el punto céntrico de un viaje de diferentes rutas y vivencias.

Caminando por sus calles, puede parecer por sus amplias casas de estilo moderno, que la villa sea un pueblo “nuevo”, que tenga pocos años de vida, pero si se observa bien, descubriremos muchos detalles como farolas, balcones o escudos, y nos toparemos con construcciones que hablan de su historia.

Calles de Fustiñana

Uno de los monumentos más destacados de la localidad es la Iglesia en honor a Nuestra Señora de la Asunción. Anteriormente, esta iglesia románica fue dedicada a los Santos Justo y Pastor, hasta hoy en día Patronos de Fustiñana. En el exterior predomina su elevada torre que cuenta con un crismón (anagrama formado por la superposición de las dos primeras letras del nombre de Cristo en griego), de los pocos que aún se pueden ver en España. Ya en su interior, hay un retablo mayor realizado en el siglo XVI por Pietro Morone que muestra en pinturas, escenas de la vida de Jesús y la Virgen, toda una obra maestra digna de contemplar.

Iglesia de fustiñana con crismón

Otro edificio que no hay que perderse, es la Ermita de Santa Lucía, situada sobre una pequeña colina desde la que se puede divisar por un lado, gran parte de la Ribera de Navarra y los espectaculares barrancos y la singular orografía de las Bardenas, y por otro, El Moncayo, máxima cumbre del sistema ibérico y otro de los atractivos por excelencia de la zona.

ermita santa lucía

El plan de Turismo de Bardenas está ya en marcha y proveerá en breve a Fustiñana de un Centro de interpretación que contribuirá a hacer la visita a las Bardenas mucho más educativa e interesante. Junto al Parque de Sendaviva, este Centro de Interpretación se tornará ideal para visitar con toda la familia y disfrutar de ver a los más pequeños sorprendiéndose con todo lo que la naturaleza les puede ofrecer.

sendaviva rapaces

 

El sentido del Olfato

Seguro que todo lo que podemos disfrutar en Fustiñana por medio de la vista tiene un efecto inmediato en el olfato.

pino carrasco

El paisaje que contemplamos en “La Negra” cuenta con pinares de pino carrasco que desprenden un aroma asociado al bosque y a un ambiente natural, energizante, que induce a la relajación y a la sensación de bienestar.

El Valle del Ebro aporta la frescura y el aire puro y limpio que revitaliza nuestros pulmones y nos ayuda a continuar nuestro viaje.

valle del ebro a su paso por la ribera sur

Y si hablamos de aromas, no podemos obviar aquellos que se desprenden de los fogones y de tradiciones festivas que se suceden durante todo el año en Fustiñana y que nos dejan hogueras, comidas populares o almuerzos con turradas, chistorra, patatas asadas… 

Entre estas tradiciones destaca la celebración de San Antón cada 17 de enero, con la bendición de los animales y la posterior fiesta. Las Fiestas de la Juventud, las Patronales en agosto y las de la Virgen de la Peña en noviembre, y casi terminando el año, llega la Fiesta de Santa Lucía el 13 de diciembre.

comida popular en fustiñana

 

El sentido del Oído

Como buen pueblo Ribero, su gente es hospitalaria, alegre y amante de todas sus tradiciones. Un pueblo participativo que se vuelca en formar parte de todo lo que se organice durante los diferentes meses del año. No solamente en las fiestas populares, sino también en otras áreas como las actividades deportivas o las programaciones culturales como ocurre en octubre, declarado “el mes de la cultura” en la localidad. Todo esto hace que sus calles, aunque sin perder la tranquilidad de un entorno rural, “suenen” vivas.

Pero está claro que si un/a fustiñanero/a tiene que escoger un sonido para describir su pueblo, creo que enseguida pensaría en dos: El cohete anunciador de las fiestas patronales en honor a los Santos Justo y Pastor (del 5 al 12 de agosto), y el estruendo de las Nueces de Fustiñana cayendo desde el balcón del Ayuntamiento en noviembre durante la fiesta de la Virgen de la Peña.

cohete de fustiñana

Y si lo que buscamos son sonidos que nos hagan uno con el entorno natural, si lo que queremos es hacer ecoturismo, en Fustiñana no faltarán el trinar de los pájaros desde el amanecer, y el “sonar” de las aves bardeneras como son los buitres, búhos reales, alimoches, etc. que podemos contemplar desde los miradores y observatorios habilitados para el turismo ornitológico. 

naturaleza fustiñana

Una vez caída la noche, el silencio, la paz del entorno enmudecido y un cielo estrellado sin apenas contaminación lumínica, nos darán la bienvenida a un buen descanso para continuar al día siguiente con nuestro destino.

 

El sentido del Gusto

Tras tantos recorrido realizados, es normal que se nos abra el apetito y tened por seguro que “el sentido del gusto” en toda esta zona, también quedará más que satisfecho.

Principalmente, la población de Fustiñana ha dependido de la agricultura, tanto de secano como de regadío. Por eso, es habitual que los cultivos más destacados de la villa sean el cereal, tomate, alcachofas, coliflor, espárragos... en definitiva, Fustiñana como buena localidad de la Ribera bañada por el Ebro, cuenta con verduras y hortalizas de excelente calidad y su gastronomía se deleita también en ellas.

Campos

Pero además, Fustiñana ha comenzado a producir su propio aceite y sus propias nueces, motivada por la tradición que caracteriza a la Villa desde 1840. Se trata como ya hemos mencionado anteriormente, del tradicional lanzamiento de las nueces dentro de la festividad de la Virgen de La Peña cada tercer fin de semana del mes de Noviembre. Este evento es único en Navarra y atrae a multitud de personas que desean ser partícipes del peculiar lanzamiento de más de 1200 kilos de nueces cada año desde el balcón de la casa consistorial.

lanzando nueces desde el ayuntamiento

Sin duda, para darle placer al sentido del gusto, sobre todo tras una larga mañana de visitas por los alrededores, no hay nada mejor que sentarse en torno a una mesa y degustar la cocina tradicional de La Ribera en los bares y restaurantes de Fustiñana. Desde los típicos pinchos de verduras de la zona, pasando por una buena menestra, potajes, carnes, etc. 

cocina fustiñana

 

El sentido del Tacto

¿Cómo podríamos descubrir Fustiñana a través del tacto?

Seguro que podríamos hablar de la textura de sus empedrados o de las paredes de sus edificios...pero...creo que indudablemente, si pensamos en una experiencia directa con el tacto, debemos volver a hablar de las nueces.¿Imagináis lo que supone que lluevan kilos y kilos de nueces e intentar recogerlas? ¿Te llegarían las manos para hacerte con un buen puñado?. Esa es toda una experiencia que no se puede describir, sólo hay que vivirla. Así que ya sabes, Fustiñana es tu próximo destino, ¡prepara la maleta!.

tacto cogiendo nueces

 

Con la colaboración de: Silvia Sanz De Ayala Lorente estudiante de 3º de Periodismo en la UNAV