CRUZ ROJA

Un año de la DANA: la huella solidaria de Cruz Roja Navarra

Más de 60 voluntarios navarros participaron en la emergencia, llevando ayuda y esperanza a las zonas más afectadas por las inundaciones
Cruz Roja Navarra ayudando en la DANA de Valencia en octubre de 2024
photo_camera Cruz Roja Navarra ayudando en la DANA de Valencia en octubre de 2024

Hace un año, la DANA de 2024 dejó un rastro de destrucción en zonas del sur y el sureste peninsular, con miles de personas afectadas y graves daños en viviendas, negocios e infraestructuras. En aquel escenario de emergencia, Cruz Roja Navarra jugó un papel clave gracias a la movilización de su voluntariado.

Más de 60 personas voluntarias se desplazaron desde asambleas locales de Ablitas, Cintruénigo, Lodosa, Mendavia, Pamplona, Tafalla y Carcastillo.

Durante semanas, participaron en tareas de achique, limpieza, atención sanitaria, distribución de alimentos y acompañamiento psicológico a las familias damnificadas. Su intervención se prolongó desde el 2 de noviembre de 2024 hasta finales de enero de 2025.

Una respuesta coordinada desde Navarra

La organización activó de inmediato recursos humanos y materiales: vehículos 4x4, furgones de carga, equipos de avituallamiento y redes de comunicación.

“El voluntariado navarro se integró en las labores esenciales para apoyar al dispositivo nacional y ofrecer una respuesta rápida, eficaz y humana”, explican desde Cruz Roja Navarra.

El personal navarro también colaboró con los Equipos de Respuesta Inmediata en Emergencias (ERIE), especializados en intervención psicosocial y apoyo logístico. Su experiencia en inundaciones locales, como las del Ebro, fue esencial para actuar con agilidad en los municipios valencianos más afectados.

143.000 personas atendidas en toda España

Un año después, Cruz Roja Española ha ejecutado ya el 54% de las donaciones recibidas —más de 61 millones de euros— dentro de un plan de respuesta a tres años.

La intervención ha permitido atender a 143.000 personas, apoyar la recuperación de negocios, rehabilitar viviendas y acompañar emocionalmente a las comunidades más afectadas.

“La colaboración con entidades locales, empresas y donantes ha sido clave para transformar la ayuda en oportunidades reales de recuperación”, ha destacado Herminia Magán, responsable del Plan de Respuesta ante la DANA.

El 90% de los negocios apoyados por Cruz Roja ha conseguido reanudar su actividad y un 6% prevé nuevas contrataciones. En total, más de 6.100 personas han recuperado sus medios de vida gracias a las ayudas económicas y la orientación laboral.

El valor del voluntariado

Desde Cruz Roja Navarra se subraya que la implicación del voluntariado ha sido ejemplar. “Son personas acostumbradas a convivir con inundaciones y emergencias locales, que saben lo que significa ayudar cuando el agua lo cambia todo. Su presencia en Valencia fue una muestra de lo que representa la Cruz Roja: humanidad, entrega y cercanía”, explican desde la organización.

Las brigadas participaron no solo en labores de rescate y limpieza, sino también en la atención psicológica y en la gestión de albergues temporales. En cada actuación, su prioridad fue proteger la vida y garantizar el bienestar de las personas afectadas.

Más de 14.000 electrodomésticos han sido entregados a familias damnificadas, 342 viviendas están en proceso de rehabilitación y se han realizado 7.500 intervenciones psicosociales individuales. Todo ello acompañado de talleres sobre trauma, resiliencia y apoyo emocional, donde también participaron profesionales de Navarra.

Preparar comunidades más fuertes

Tras la fase de emergencia, Cruz Roja ha centrado su trabajo en fortalecer la resiliencia comunitaria y la preparación ante futuras catástrofes. En la Comunidad Valenciana se han recuperado centros educativos, espacios deportivos y entornos naturales como la Albufera, con la participación de 189 personas voluntarias.

En Navarra, esta experiencia ha servido para mejorar los protocolos de actuación ante inundaciones y emergencias locales, reforzando la formación del voluntariado y la cooperación con entidades públicas. “Cada intervención nos deja aprendizajes que aplicamos aquí, en nuestros pueblos”, apuntan desde la oficina provincial.

Más de 60 voluntarios de Cruz Roja Navarra, muchos de ellos de la Ribera, participaron en la emergencia de la DANA entre noviembre y enero, demostrando que la solidaridad no tiene fronteras.

Una huella de solidaridad que perdura

La DANA de 2024 no solo puso a prueba la capacidad de respuesta de Cruz Roja, sino también el espíritu solidario de cientos de voluntarios.

En la Ribera, donde la organización cuenta con una base social activa, la experiencia reforzó el compromiso con la ayuda humanitaria y la preparación ante desastres.

“La generosidad y el compromiso de todas las personas, empresas y entidades ha sido fundamental para llegar a cada rincón y construir juntos un camino hacia la resiliencia”, concluye Herminia Magán.