Un año más, como cada 24 de diciembre, Olentzero, el entrañable carbonero de las montañas, ha llegado a Tudela cargado de regalos para los más pequeños. En esta ocasión, lo ha hecho acompañado de Mari Domingi, otro personaje de la mitología vasca que se enmarca como Olentzero, dentro de las fiestas del solsticio de invierno.
Según han explicado desde la Asociación de Amigos y Amigas de Olentzero de Tudela, "este año Olentzero ha venido con sorpresa, pues su amiga Mari Domingi le ha acompañado para visitarnos. Sí, son nuevos tiempos, de hecho siempre ha habido nuevos tiempos, y aunque nuestro Olentzero proviene de la antigua mitología vascona precristiana vinculada al solsticio de invierno, una referencia femenina se barrunta positiva para nuestra infancia. Por eso se habrá animado Mari Domingi a visitarnos este año y seguro que también lo hará los posteriores. Nos han traído la fiesta y nos han anunciado también un cambio natural, la luz comenzará a crecer y las noches a menguar, es el solsticio".
Por tanto, este año Olentzero y Mari Domingi, han salido juntos en el desfile de la capital ribera y han sido muchos los tudelanos que, en muchos casos vestidos de caseros y caseras, han acompañado a estos dos personajes en su recorrido por las calles del Casco Antiguo de la ciudad.
En el desfile han participado como siempre el Zanpantzar de la peña Beterri, los gaiteros de Tudela, txistularis, trikitrilaris, dantzaris, txalaparta, zambombas, voces corales y carros engalanados para este tradicional acto navideño.
Antes del desfile, Olentzero y Mari Domingi han recibido a los txikis en los locales de la peña Beterri y después han salido a la calle para realizar su habitual recorrido por las calles de Tudela. Como siempre, la comitiva ha partido de la calle Serralta y han pasado por Mercadal, Bóveda, Herrerías, Yanguas y Miranda hasta llegar a la plaza de los Fueros, donde los dos personajes han atendido a todos los niños y niñas. Después, han regresado por las calles Yanguas y Miranda, Carnicerías, San Jaime y Rúa y se han despedido de todos los tudelanos en la plaza de San Nicolás.
