AVATMA, compuesta por más de seiscientos veterinarios y veterinarias, ha cuestionado este lunes 2 de enero la necesidad de organizar desfiles con animales durante el periodo navideño en Pamplona y Tudela, advirtiendo sobre el sufrimiento y el dolor que provocan en los mismos estas convocatorias.
La asociación suma fuerzas con la Fundación Franz Weber señalando que “los factores estresantes ambientales, ajenos a su naturaleza, son los que más les afectan, como los ruidos, luces, y el bullicio de la gente” que generan “un conjunto de estímulos desagradables y aversivos para los animales.”
Los veterinarios van más allá al advertir que el uso reiterado de estos animales en este tipo de eventos no supone su adaptación a los mismos, sino todo lo contrario. Todos los animales que padecen experiencias negativas las recuerdan, por lo que su continua explotación acabará por desarrollar un miedo crónico.
Así, FFW denuncia el negacionismo del maltrato animal que practica los gobiernos locales, al contratar un año más el uso de fauna silvestre en cautividad para exponerla como si de una atracción más se tratara.
Siguen los naturalistas y el colectivo veterinario reivindicando un compromiso con el bienestar por parte de las autoridades municipales, también autonómicas, para desterrar el uso de animales en desfiles, como han hecho ciudades como Valencia, Zamora, A Coruña o Vigo.
Las localidades que renuncian a estos paseos completan sus cabalgatas con recreaciones teatrales, carrozas y otras fórmulas de animación, llegando a cosechar asistencias superiores a las cien mil personas durante el recorrido de las mismas.
Ciencia contra una actividad lesiva y caricaturizadora
Ya en 2016 AVATMA publicó un contundente informe sobre el maltrato de los animales forzados en cabalgatas y desfiles navideños. En este se evidencia el sufrimiento físico y emocional que pueden llegar a padecer varias especies animales que han venido siendo empleadas en festividades locales a partir del estudio de imágenes fotográficas, videos y visitas 'in situ'.
Rubén Pérez, responsable de medios y campañas de Fundación Franz Weber, ha completado: “Que un niño o niña contemplen a dromedarios cargando de individuos disfrazados, con una música de alto volumen y a los propios animales caracterizados acaba generando una imagen completamente irreal de su comportamiento y sus necesidades”.
