Para el Movimiento de pensionistas en general, y al Navarro en particular, entre otras razones, el Primero de Octubre, o Día Internacional de la Personas Mayores, es una fecha con una significación especial, por ello, al igual que se viene haciendo desde hace algunos años, haremos allá donde se pueda, de esa fecha, un día de movilización reivindicativa y de defensa del reconocimiento y dignidad de las personas mayores, no solo en Navarra, sino en todo el mundo, en especial en aquellos lugares en que sus condiciones de vida están muy maltrechas.
Como en esta ocasión el 1 de octubre cae en domingo, se celebrará el día 2, lunes de octubre, un día habitual que las personas pensionistas tienen destinado a las movilizaciones.
Unas condiciones-materiales dignas exigen unas pensiones públicas y capaces. Por ello, las demandas que tenemos planteadas en torno a las pensiones ocuparán un espacio reivindicativo importante ese día.
Defender y exigir no solo una sanidad pública y de calidad, sino unos servicios sociosanitarios también públicos, léase residencias, atención domiciliaría, centros de día, etc. Todo ello cobra cada día más relevancia a tenor de ver como las privatizaciones, cuyo objetivo no es otro que el lucro privado, son una realidad. Tampoco podemos olvidar las malas condiciones de habitabilidad de muchas personas mayores y las dificultades que sufren para el disfrute de sus relaciones sociales o de ocio.
No nos olvidamos de resaltar el recuperar el poder adquisitivo de pensiones y salarios. Las pensiones mínimas deben equiparase al SMI. Derogar las reformas de pensiones que no hacen más que aumentar la edad de jubilación, etc. Jubilación a los 65 años. Medidas efectivas para anular la brecha de género en las pensiones, es decir, que no haya diferencias entre hombres y mujeres en el aspecto salarial. Pensión mínima de 1.080 euros. Que la pensión de viudedad sea del 100% y que por fin se devuelvan los 67.000 millones de euros que en su día se llevaron de la caja de pensiones entre otras cosas para rescatar a los bancos.
Por último, recordar la precariedad en que se encuentran los trabajadores y trabajadoras de las residencias de Navarra. Este sector esta despreciado y no atendido fruto de la falta de un convenio que les facilite unas relaciones laborales y económicas justas.
José Mari Blanzako Sesma
Asociación de Jubilados de Navarra 'Sasoia' de la Ribera
