- Un proyecto construido paso a paso entre familias
- Guiños a asociaciones y homenaje a Miguel Arrondo
- Una obra colectiva llena de color y significado
El patio de la ludoteca de Fustiñana luce ya un mural participativo realizado durante los dos últimos meses por más de quince familias del municipio
La propuesta ha reunido a niñas, niños y personas adultas en una actividad comunitaria que ha combinado creatividad, convivencia y trabajo en equipo.
Un proyecto construido paso a paso entre familias
El mural se ha ido elaborando en varias sesiones de pintura organizadas en la antigua biblioteca, actual ludoteca. Cada jornada ha reunido a familias que han aportado ideas, dibujos y color para dar forma a una obra pensada para que quienes participan en la vida del pueblo puedan reconocerse en ella.
La obra reúne dos meses de trabajo y representa a colectivos locales y a personas vinculadas a la ludoteca.
Guiños a asociaciones y homenaje a Miguel Arrondo
El diseño incluye referencias a diversos colectivos y asociaciones de Fustiñana, integrando símbolos, colores y elementos que forman parte de la actividad cultural y social del municipio.
Entre ellos destaca un pequeño homenaje a Miguel Arrondo, cuyo dibujo aparece en el mural para reconocer sus 30 años de dedicación a la ludoteca y a las personas que pasan por ella.
Una obra colectiva llena de color y significado
Más allá del resultado final, las familias participantes destacan la experiencia de haber creado juntas una obra que permanecerá en un espacio tan utilizado por la infancia.
La actividad ha permitido que personas de distintas edades compartan tiempo, creatividad y tareas, reforzando el sentido comunitario que ha guiado el proyecto.
Las familias que han participado celebran haber formado parte de un proceso creativo que, más que centrarse en la estética, pone en valor la colaboración.