Adios a Camacho!! - Navarrasport.com

* CAMACHO SE DESPEDIRÁ HOY DE LOS JUGADORES Y SE ESPERA QUE SE CIERRE EL FICHAJE DE MENDILIBAR

Camacho acudirá hoy a Tajonar, pero no para entrenar, sino para despedirse de los jugadores. Si en la noche del domingo Osasuna ha preferido no hacer oficial la destitución del entrenador ha sido por estimar que no era bueno que los jugadores se enteraran por los medios digitales o por los de papel, aunque según nuestras noticias hay bastantes que ya lo saben, y lo decimos por algunas llamadas que hemos recibido, más que nada para comprobar la noticia.

Adiós a Camacho y hola a Mendilibar, porque si no hay sorpresas, será el vizcaíno el que el martes o el miércoles tome las riendas del equipo para empezar a preparar el encuentro ante el Espanyol. El ex entrenador del Athletic y del Valladolid es el elegido. Ayer a última hora de la noche se empezó a negociar con él algo que no se había hecho antes de comunicarle a Camacho su destitución en contra de lo que algunos aseguran. No se esperan problemas.

JOSE LUIS MENDILIBAR ETXEBARRÍA (14 de marzo 1961), logró sus mayores éxitos con el Valladolid tras un paso fugaz de media temporada por el Athletic. Ascendió a Primera a los de Pucela como estuvo a punto de hacerlo con el Éibar. Fue destituido en febrero de 2010 siendon sustituido por Onésimo.

De cómo es Mendilibar lo podeis ver en eso que escribió nuestro buen amigo Antonio Encinas en el Norte de Castilla el día de su destitución:

"Junio del 2006. 2.100 personas acuden al José Zorrilla a presenciar un intrascendente Real Valladolid-Elche que cierra la temporada. Por el camino han caído Marcos Alonso y Alfredo Merino, que ya sabe que no va a continuar. El club está hundido tras dos años metido en el infierno de Segunda. Diez meses después, el 23 de abril del 2007, decenas de miles de aficionados reciben al equipo por todo Valladolid. Las riberas del Pisuerga, la plaza Mayor, la ciudad entera vive una fiesta blanquivioleta. Mendilibar ha llevado al equipo a ascender dos meses antes de finalizar la competición. Poco después se certificarían los récords, 88 puntos, 29 jornadas consecutivas sin perder y el orgullo recobrado de toda una afición.

Han pasado tres años y medio desde que el técnico de Zaldibar desembarcó en Austria con una plantilla en la que se hablaba de listas de bajas y de limpieza en el vestuario. Venía tras pegarse un trompazo descomunal en "su" Athletic, pero el Real Valladolid no le fichó por eso. Un año antes, con el Eibar, se quedó a un paso de alcanzar la Primera División. En ese gran año se enfrentó tres veces al Valladolid, dos en Liga y una en Copa. En los dos choques de Liga borró al Valladolid del campo.

Su fútbol de presión asfixiante y líneas adelantadas encontró el apoyo en jugadores con poco nombre pero mucha hambre. Iñaki Bea, Joseba Llorente, Sisi, Álvaro Rubio... Jugadores que sellaron un ascenso glorioso.

Del "mendilismo" quedan hoy rescoldos. Apenas siete jugadores continúan en la plantilla: el sempiterno Alberto Marcos, Jacobo, Sisi, Álvaro Rubio, Borja, Pedro López y Baraja. Los nuevos fichajes, doce, no han conectado con la filosofía de Mendilibar,y el rendimiento se ha resentido.

Tildado de cabezón por su empeño en mantener sus ideas futbolísticas contra cualquier circunstancia, incluido un 7-0 en el Bernabéu, el técnico se ha caracterizado por defender siempre públicamente a sus jugadores. Las críticas siempre fueron futbolísticas y con ánimo constructivo, a pesar de las "volatas" con las que castigaba los errores en los entrenamientos o del ya clásico "¡cebollo!" a voz en grito que algunos jugadores seguro que echarán de menos. Su carácter directo y su cordialidad en público le llevaron a integrarse en la ciudad plenamente. Asiduo del pádel, de las comidas y el mus con sus amigos en los restaurantes de la capital y de la provincia, fue pregonero en fiestas patronales como las de Zaratán y siempre acudió solícito a los actos del club.

Esas maneras de antidivo, unidas a la hazaña del ascenso, le granjearon la simpatía y admiración de una grada que no quiso condenarle siquiera en el último día, el del empate ante ese Almería que, curiosamente, fue quien truncó su racha de invencibilidad en el año del ascenso.

Las paredes de la sala de prensa guardan celosamente el "cabroncetes" con el que saludó cierto día a los periodistas tras unas declaraciones de Jacobo. O sus respuestas interrogantes cuando alguna cuestión le buscaba las cosquillas.

Más allá de los números, el paso de Mendilibar ha supuesto un vuelco total en el club. Un antes y después de la venida del "mendilismo". De los 2.100 espectadores y los 10.000 abonados escasos de la temporada 2006-07 al récord de socios actual y al orgullo recobrado por una ciudad que aquel 23 de abril del 2007 se tiñó de blanquivioleta para cantar a voz en grito aquello de «¡Vamos mi Pucela, vamos campeón!»"