Fitero es una villa situada a 25 kilómetros de Tudela en un enclave especial surgido en torno al primer monasterio cisterciense de la península ibérica que hace poco más de 90 años fue declarado Monumento Nacional, ratificándose su declaración como Bien de Interés Cultural tras la aprobación de la Ley de Patrimonio Histórico Español de 1985.
Este municipio ribero, situado en la merindad de Tudela, cuenta también con una auténtica joya natural: el macizo de Roscas, cerca del cual afloran dos manantiales que proporcionan las aguas a los famosos balnearios de aguas termo-medicinales, utilizados desde época romana.
LUGARES DE INTERÉS
1. Monasterio de Santa María la Real
El monasterio de Fitero, declarado Bien de Interés Cultural, es uno de los conjuntos histórico artísticos más relevantes del patrimonio cultural de Navarra.
La construcción del monasterio se llevó a cabo durante la etapa medieval, entre los siglos XII y XIII, período al que pertenece la construcción del templo abacial, la sala capitular y restos del dormitorio y el refectorio.
En la edad moderna, coincidiendo con los siglos XVI y XVII, se construye el claustro y sobreclaustro, palacio abacial, convento, hospedería, sacristía, biblioteca y la capilla de la Virgen de la Barda.
La planta de la iglesia es semejante a la de los monasterios de Clairvaux y Pontigny, de cruz latina con tres naves, la cabecera de girola con cinco capillas radiales. Interiormente destaca por la pureza de líneas, sin decoración.
De las dependencias medievales, únicamente queda en pie la sala capitular, de planta cuadrada, cubierta de nueve tramos de bóveda de crucería. El claustro es renacentista, de planta cuadrada, en el que se suceden arcadas apuntadas y contrafuertes exteriores.
Hoy en día se pueden realizar visitas tanto al claustro del Monasterio y sus dependencias anejas como a la Iglesia Abacial. Toda la información en www.fiterocisterciense.com.
2. Balneario de Fitero
A solo 3 kilómetros de Fitero, al abrigo de la rocosa peña del Baño, fluyen las aguas termales del Balneario de Fitero, que a sus propiedades curativas suma el encanto de un entorno natural y del rico patrimonio artístico de los alrededores.
En este espacio se puede disfrutar de la naturaleza de forma saludable y de las propiedades curativas de las aguas termales que fluyen de las entrañas de la tierra a una temperatura entre 32 y 52º C.
Los romanos, primero, y los árabes, después, utilizaron con fines terapéuticos las aguas curativas de los dos manantiales que nace de las entrañas de la tierra. El poeta Gustavo Adolfo Bécquer, el papa Benedicto XV cuando era cardenal, reyes y toreros han sido algunos de los ilustres personajes que han sentido los beneficios de las aguas de Fitero, buenas para el reuma, artrosis, gota, y asma.
Además, el balneario es un lugar idóneo para quienes buscan descansar, practicar deporte o estar en contacto con la naturaleza.
En torno a estos dos manantiales existen dos hoteles: el Virrey Palafox y el Gustavo Adolfo Becquer.
3. Circuito de Roscas
El principal atractivo del recorrido lo encontrará en la espectacularidad geomorfológica del macizo, formado por conglomerados compuestos por una variada gama de bloques y cantos de tamaño variables a lo que se le denomina como “las Roscas”.
Los orígenes de esta formación se remontan 25 millones de años atrás, cuando depósitos procedentes de la Cordillera Ibérica se acumularon en la gran fosa tectónica del Ebro.
La erosión ha dado lugar a la alternativa de entrantes y salientes en las paredes rocosas, legándonos así sus pintorescas y singulares formas cuya imagen se ve mutada en función de la distinta posición e iluminación del astro rey.
Desde su cima se tiene una magnífica vista de la ribera del río Alhama y de los pueblos más próximos.
Debido a su gran riqueza natural alberga especies en estado crítico. Durante los meses de febrero a julio está prohibido acercarse a los cortados por molestias a las aves nidificantes, transitemos únicamente por los caminos agrícolas, colaboremos en su conservación.
El circuito tiene 8 kilómetros de longitud, sin apenas desnivel. En el recorrido se pueden contemplar parte de las huertas de Fitero sobre el río Alhama, su correspondiente soto, la estructura de las antiguas terrazas fluviales, unos magníficos matorrales mediterráneos sobre yesos con una espléndida e interesante flora propia y sobre todo las peculiares formaciones rocosas.
Ruta de Bécquer
La ruta transcurre por el camino que recorría el poeta sevillano entre el hotel que lleva su nombre en Balneario de Fitero y el cenobio cisterciense. Un recorrido por el camino denominado 'El Soto' que inspiró al genial escritor dos de sus leyendas más conocidas, 'La Cueva de la Mora' que todavía se puede visitar y 'El Miserere'.
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La Cueva de la Mora
Se desarrolla durante la Reconquista. Cuenta la historia de un caballero cristiano que se enamora de la hija mora del alcaide del castillo mientras está allí retenido. El caballero es rescatado, pero decide volver al castillo a por ella.
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El Miserere
Es un cuento gótico donde lo insólito y lo sombrío se aúnan para contarnos la historia de un músico que buscando inspiración para crear un miserere -cántico de un salmo del Antiguo Testamento-, que le ayude a redimir las culpas del pasado, recalará en la abadía de Fitero; allí le hablarán del extraño suceso que ocurre cada Jueves Santo en el monasterio –en un cóncavo peñón, de donde nace la cascada, que, después de estrellarse de peña en peña, forma el riachuelo que viene a bañar los muros de esta abadía-, y donde aseguran se ven unas luces y se oyen los cánticos lúgubres de un miserere entonado por los monjes ya fallecidos.
Ambas leyendas fiteranas fueron publicadas por Gustavo Adolfo Bécquer en el diario madrileño El Contemporáneo. Concretamente, 'El Miserere' vio la luz en el número 402, del 17 de abril de 1862 y, por su parte, 'La Cueva de la Mora' lo hizo en el número 626, del 16 de enero de 1863.
5. Itinerario huellas de Palafox
El itinerario se inicia en el Hotel Balneario Virrey Palafox y tras dejar a un lado el 'Mirador de Fitero', situado en el punto más alto de Balneario de Fitero con vistas panorámicas al valle del Alhama, prosigue el camino hasta llegar a una escondida ermita, lugar de nacimiento del Beato Juan de Palafox y Mendoza, Obispo y Virrey de Nueva España en el siglo XVII.
Los historiadores destacan de su figura su inteligencia e integridad, preparación intelectual y voluntad, polifacético, dado que se dan cita en su persona, las facetas de obispo, pensador político, virrey, reformador, prolífico escritor (Historia Real Sagrada, Obras completas,…), mecenas, protector y legislador de los indios de los nuevos territorios, apoyando la participación de los criollos en los futuros nuevos gobiernos de la Nueva España, acariciado todo ello por una gran espiritualidad.
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Mirador de Fitero
El mirador se encuentra en el punto más alto de la Estación Termal de Baños de Fitero, a 3 kilómetros del pueblo de Fitero, subiendo una pequeña senda de 200 metros desde el Hotel Balneario Virrey Palafox.
Desde él, gozará de unas vistas excepcionales del Macizo de las Roscas y de la Cruz de la Atalaya, salpicado de pinares y viñedos y con una magnífica vista panorámica del valle del Alhama.
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Ermita Virgen de la Soledad
Se inicia en el Hotel Balneario Virrey Palafox y tras dejar a un lado 'El Mirador de Fitero' llega a una escondida y encantadora ermita que fue lugar de nacimiento del Beato Juan de Palafox y Mendoza, Virrey de México.
