TRADICIONES

Fiestas en honor a San Blas, protector de la garganta

Hogueras, roscos y procesiones centran la festividad en la Ribera de Navarra

Fiestas de San Blas en Ribaforada
photo_camera Fiestas de San Blas en Ribaforada

Navarra celebra el 3 de febrero la festividad de San Blas, patrón de los enfermos de garganta. Las celebraciones incluyen misas, procesiones, bendición de roscos y dulces, y hogueras populares.

La tradición de celebrar a San Blas en Navarra se remonta a la Edad Media. El santo, que vivió entre los siglos III y IV, fue médico y obispo de Sebaste, Armenia. A principios del siglo IV fue martirizado por su fe durante la persecución de Diocleciano que supuso la última y más dura persecución a cristianos del imperio romano

Según cuenta la tradición católica, San Blas curó milagrosamente a un niño que se había atragantado con una espina de pescado. A partir de ese momento, se le atribuyeron poderes curativos y su devoción se expandió rápidamente. Desde entonces, los fieles acuden a las iglesias para que bendigan sus gargantas y los protejan de enfermedades relacionadas.

Las festividades de San Blas suelen comenzar el día 2 de febrero, con la celebración de una hoguera popular en muchos pueblos y ciudades de Navarra, aunque en otras localidades como en Ribaforada o Milagro, donde San Blas es patrón, las fiestas arrancan desde el 1 de febrero y duran entre 3 y 5 días.

La costumbre de encender una hoguera se realiza desde tiempos ancestrales cuando se prendían como una forma de purificación o para alejar el mal. Durante San Blas, se cree que dar tres vueltas a la hoguera protege de los males de la garganta tan típicos de estos meses invernales.

El día 3 de febrero, se celebran misas y procesiones en honor a San Blas. En la mayoría de localidades de la Ribera, se realiza una bendición de roscos y dulces, que se reparten entre los asistentes.

Las procesiones y las ceremonias religiosas desempeñan un papel central en la celebración de San Blas. Durante las festividades, se llevan a cabo procesiones solemnes en las que los fieles recorren el pueblo con la imagen del santo. Estas procesiones son momentos de gran devoción y ofrecen la oportunidad de rendir homenaje a San Blas y pedir su protección.

En muchas localidades de la Ribera de Navarra aunque no se organicen fiestas de invierno como tales en torno a la figura de San Blas, sí que se ofrecen misas especiales en memoria del santo y se acostumbra a comprar y bendecir los típicos roscos que, como ocurre en las pastelerías de la localidad de Corella, llevan mucha fama y se venden desde principios del mes de enero. En la localidad de Cascante, por ejemplo, es típico para San Blas comer lo que se conoce como 'fornazo', un pan de leche, harina y yemas.  

¿Por qué se comen Roscos por San Blas?

La tradición de comer rosco en San Blas también se remonta a la Edad Media. En aquella época, era costumbre que los cristianos llevaran a bendecir a la iglesia alimentos y semillas para evitar toses y catarros. Con el tiempo, y especialmente por San Blas, se impuso el llevar a bendecir, para evitar los males de garganta, roscos de masa dulce.

La forma circular del rosco puede interpretarse como un símbolo de eternidad, y en el contexto de las festividades de San Blas, se asocia con la protección continua de las gargantas, las cuerdas vocales y la salud respiratoria.

Los roscos de San Blas son un dulce tradicional que se elabora con harina, azúcar, huevos y anís. Se suelen decorar con una cruz de azúcar o con una imagen del santo.

Las Fiestas en honor a San Blas son una oportunidad para disfrutar de la tradición y la gastronomía de Navarra y en especial de los pueblos de la Ribera.