La 'media luna de mazapan de Corella' dicen que es el mejor rosco de San Blas de la Ribera de Navarra. Con su peculiar forma, que más recuerda a un cruasán que a la típica rosca, no deja de sumar adeptos.
Lo cierto es que, de una década a esta parte, el rosco de San Blas de Corella, ha ido ganando fama y si se solía hornear solamente en torno a la fecha del 3 de febrero para que fuese bendecido y ahuyentara así los males de gargantas propios del invierno, actualmente, nada más terminar las navidades y con restos de turrones y del roscón de reyes aún en la nevera, empiezan a venderse en los obradores corellanos estos roscos tan característicos.
Más de 1.000 rosco de mazapán puede llegar a fabricar y vender, uno sólo de los obradores de Corella, durante casi el mes que se están produciendo, incluso, uno de ellos afirma que superará los 5.000 roscos vendidos este 2024.
Las colas de espera en las panaderías han provocado incluso, que algunos establecimientos no permitan que un mismo cliente se lleve más de cuatro unidades para poder dar servicio a la creciente demanda.
Su masa de hojaldre, moldeada en forma de media luna, rellena de una masa de almendras y recubierta de un merengue duro y decorado con ‘maná’ (bolitas dulces de colores), le han hecho ganarse el apelativo del mejor rosco de San Blas.
Realmente, el resultado crujiente por fuera y esponjoso por dentro provoca unas sensaciones en boca muy agradables y un gusto apetitoso sin llegar a ser empalagoso, pero eso sí, ¡cuidado! porque pueden ser ‘adictivos’. En definitiva, puedes comer uno tras otro, y si además, lo untas en un café con leche puede que no consigas dejar de comerlos.
¿Los has probado? ¿Tú que opinas?
