ELA está realizando asambleas en todas las comarcas de Navarra para reforzar con su militancia las reivindicaciones de esta huelga feminista general. En las asambleas han participado unas 3.000 delegadas y delegados de ELA en Navarra y la CAPV. En Navarra, este martes se llevó a cabo una asamblea en la Escuela Navarra de Teatro de Pamplona, y este miércoles, militantes del sindicato de la Ribera se han reunido en el Centro Cívico Lestonnac de Tudela.
En las próximas semanas hay un gran trabajo para hacer: asambleas de personas afiliadas y asambleas generales, recoger adhesiones a la huelga, socializar la huelga en la calle, reparto de propaganda etc.
"Esta huelga no tiene precedentes ya que se trata de la primera huelga feminista general de la historia de Euskal Herria. Tiene especial valor y es diferente al resto ya que se ponen encima de la mesa elementos como el cuidado de la vida y de las personas", han apuntado desde ELA.
"Los cuidados están en crisis. Este es un elemento que pone de manifiesto el movimiento feminista desde hace años. Los cuidados siempre han sido asumidos por mujeres, y han sido el origen de las desigualdades entre mujeres y hombres. Por tanto, los hombres deben asumir sus responsabilidades de cuidados", han recordado.
Asimismo, pretenden denunciar la "privatización continua y la deficiencia de los servicios públicos en cuanto a la atención de personas en situación de dependencia". Por ello, ELA reivindica "un sistema de cuidados corresponsable, público, gratuito, universal y de calidad".
"Además, las trabajadoras que cuidan de forma remunerada, lo hacen de forma precaria, con salarios bajos, jornadas parciales etc. por poner un ejemplo, en Navarra ni siquiera hay un convenio de residencias, se sigue aplicando el convenio estatal", han añadido.
Desde el sindicato han culpado de esta situación a las instituciones, "como el Gobierno de Navarra" y han denunciado "la falta de implicación y compromiso para conseguir el primer convenio de residencias de Navarra".
Por ello, ELA convoca esta huelga feminista general para revertir la situación de los cuidados y reivindicar un sistema que cubra las necesidades de todas las personas, es decir, un sistema público, universal, gratuito y de calidad.
