En medio de preocupaciones crecientes por las constantes inundaciones que afectan a la Ribera, agricultores de Cabanillas, Fustiñana, Ribaforada, Cortes y Buñuel se concentraron ayer en esta última localidad para exigir "medidas urgentes" de limpieza del río.
María José Arrondo, una de las participantes y agricultora de Fustiñana, compartió su perspectiva sobre la situación y las razones detrás de la protesta.
Expresó su preocupación por la creciente frecuencia de inundaciones y los devastadores efectos que estas están teniendo en los campos de las localidades de la Ribera.
Medidas urgentes
Arrondo destacó la necesidad "urgente" de limpiar el río para mitigar futuros daños.
"La razón principal de esta protesta es que queremos que se limpie el río, que se limpie de una vez, porque es que no puede ser, no puede ser que veamos el río como lo vemos", declaró la agricultora ribera.
"Lo vemos con islas de gravas de depósito, lo vemos con árboles caídos de anteriores riadas que no se han quitado", añadió.
Arrondo también hizo referencia a los daños causados por la actividad de los castores, que han contribuido a la obstrucción del flujo del agua con árboles talados.
Esta obstrucción, junto con la acumulación de escombros y vegetación en los puentes y escorrederos, ha agravado los efectos de las inundaciones, según explicó.
CHE y Gobierno de Navarra
En cuanto a la participación en esta concentración de protesta, Arrondo señaló que participaron alrededor de 30 a 40 personas, entre agricultores, ciudadanos preocupados y algunos representantes municipales, como el alcalde de Buñuel, Enrique Villafranca (Buñuel Independiente).
Cuando se le preguntó sobre las conversaciones con las autoridades pertinentes, Arrondo mencionó que el Gobierno de Navarra podría desempeñar un papel crucial en la presión para la limpieza del río.
"Esto es un tema que compete a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). Entonces, creo que el Gobierno de Navarra lo único que podría hacer sería apoyar esta medida y hacer un poco de presión", explicó.
De la Confederación Hidrográfica del Ebro no esperan que haga nada por su cuenta. “Siempre ponen la excusa del ecologismo, que no se puede tocar, que el ecosistema, que… Bueno, no lo sé. Los que vivimos aquí realmente vemos el desastre cuando el río se sale”, concluyó María José Arrondo.
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