El Ayuntamiento de Ablitas denuncia la tramitación de una autorización para la instalación de una línea de alta tensión que atravesará su localidad.
Esta situación se suma a las afecciones ya existentes, como la zona ZEC, el aeródromo militar y el trazado del TAV.
Todas estas actuaciones imposibilitan que el Consistorio pueda garantizar el futuro económico de la localidad.
En este caso, se ha proyectado construir una línea aérea de transporte de energía eléctrica a 400 kV, de doble circuito, con una longitud de 43.207 kilómetros.
Esta línea conectará la subestación de La Serna, en Tudela (Navarra), con la subestación de Magallón, en Magallón (Zaragoza).
Dicha línea, no solo atraviesa el término municipal, sino que también sobrevuela parte de las zonas ZEC, siendo esto contradictorio con los planes de gestión de las mismas.
Además, el trazado recientemente aprobado es distinto al previsto en el proyecto de 2012, que transcurría en paralelo a otras infraestructuras ya existentes y que no creaba tantas afecciones al municipio, ni se realizaba tan cerca de la zona protegida ZEC.
El alcalde de Ablitas, Carlos Bonel, manifiesta que “es incomprensible que se añada a nuestro término municipal una afección tan grave y, más, estando acreditado que las infraestructuras eléctricas son las que mayor mortalidad causan en las aves".
En este sentido, recuerda que el nuevo plan de la zona de especial conservación previsto prohíbe nuevas líneas eléctricas y la creación de pasillos de conexión de 15 km alrededor de la ZEC"
Sin embargo, "se autoriza una línea con unos postes de 80 metros de altura”, ha lamentado.
Bonel se pregunta “¿para qué sirve el esfuerzo de Ablitas y Medio Ambiente en la preservación de las aves amenazadas, con las limitaciones que supone para el pueblo, si luego no hay inconveniente en autorizar una línea de alta tensión junto a la ZEC?”.
La suma de la zona ZEC, el tren de alta velocidad, el aeródromo y, ahora, esta línea de alta tensión, dificultan o imposibilitan la instalación de parques de energía verde que son una fuente de financiación extraordinaria para muchos ayuntamientos, sin que nadie compense a Ablitas por ello.
Por eso Bonel afirma que, “estamos haciendo un esfuerzo enorme por respetar el ecosistema y en educar a la población en ese respeto, pero nadie respeta a los habitantes de Ablitas, que ven como cada vez es más difícil que su ayuntamiento encuentre nuevas fuentes de financiación”.
