El Colectivo de Independientes de Tudela reunió este pasado miércoles en el Centro Cívico Rúa a cerca de 40 personas en una charla informal para abordar la situación del Casco Antiguo de la ciudad.
El encuentro sirvió para radiografiar las principales problemáticas que presenta la zona y para compartir diferentes soluciones o líneas de trabajo que podrían ayudar a revertir el deterioro físico y social actual y a convertir la zona en un barrio más “amable”.
Tal y como coincidieron las personas participantes en el encuentro, el casco histórico necesita recuperar vida a través de intervenciones dirigidas desde el consistorio. Por una parte se señaló la carencia de espacios para la socialización de sus habitantes y, por otro lado, se apuntó la necesidad de acometer intervenciones que hagan frente al abandono de edificios, casas y viviendas.
En cuanto al primer punto, se recordó que se deberían tener en cuenta las conclusiones del estudio sobre la zona realizado en 2019 que apuntó que el Casco Antiguo era un barrio vulnerable, con una parte significativa de su población muy envejecida y feminizada, y con situación económica muy frágil. La idea de recuperar el tejido social y comunitario y hacerlo a través de espacios que fomenten la convivencia fue una de las más mencionadas en el encuentro. En este sentido, la apertura de un club para personas jubiladas fue muy bien acogida.
A pesar de la complejidad de la solución de los problemas que arrastra el Casco Antiguo, sí hubo acuerdo en la necesidad de la redacción de un Plan Integral del Casco Antiguo, consensuado por todas las fuerzas políticas de la ciudad y con proyección de continuidad más allá de una sola legislatura. Aunque al mismo tiempo hubo consenso en que, paralelamente, pueden ir materializándose pequeñas pero importantes intervenciones que vayan mejorando y modernizando el barrio y amabilicen su entorno.
Por último, en el encuentro se debatió sobre la viabilidad y la necesidad de proyectos como Sementales o San Nicolás, y sobre la necesidad de una apuesta por la compra de solares por parte del ayuntamiento o la posibilidad de crear una promotora apostando por invertir en adquisición de inmuebles, proceder a su rehabilitación y posterior venta y reinversión en nuevas compras.
