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Protesta en Tudela: Ciudadanos exigen un urbanismo sostenible y la protección de los árboles

Más de 300 personas participaron el sábado en una marcha silenciosa para protestar por la continua tala de árboles en los recientes proyectos de la ciudad

Este sábado, más de 300 personas se congregaron en Tudela para expresar su descontento ante la continua tala de árboles en los recientes proyectos de la ciudad. La manifestación, liderada por Diego Caro y Anh Thu Bui, surgió a raíz de la sorprendente eliminación de árboles en la calle Muro durante las obras de peatonalización en curso.

La protesta, que partió de la plaza de Los Fueros y culminó en el paseo del Prado, se llevó a cabo de manera silenciosa, como un funeral simbólico en defensa de los árboles urbanos. Se exhibieron carteles improvisados que destacaban la importancia de preservar la vegetación en una ciudad y la necesidad de un urbanismo adaptado a las necesidades actuales.

Diego Caro enfatizó la naturaleza espontánea de este movimiento, señalando que no se trata de un ataque político específico, sino de expresar el malestar y la tristeza compartida por muchos residentes. "Con el silencio parece que aceptas lo que haces", comentó Caro, "y eso debe cambiar". La manifestación busca sensibilizar sobre la importancia de incorporar la consulta ciudadana en los proyectos urbanos, anticipándose así a futuras talas y fomentando la participación activa de la comunidad en las decisiones que afectan al entorno.

Con esta protesta se pretende instar a las autoridades a reconsiderar sus decisiones en materia de tala de árboles y a incorporar la opinión de la ciudadanía en la planificación urbana. Caro explicó: "No es partidista, consideramos que la sostenibilidad tiene que ser un punto de encuentro común de todos los colores, independientemente de a quién votes".

Durante la marcha, se leyeron versos de García Lorca, Antonio Machado y la poeta local Inma Benítez, quien recitó sus propios versos en los que expresaba la preocupación por la transformación de Tudela. 

Los participantes y organizadores planean dar continuidad a este movimiento, buscando la colaboración de colegios e instituciones para plantar árboles y explorar soluciones sostenibles. Esta protesta no solo es un llamado de atención, sino el inicio de un diálogo constructivo entre la comunidad y las autoridades locales para forjar un futuro urbano más equilibrado y respetuoso con el entorno natural.