tudela

Críticas por no incluir a la periodista municipal en el homenaje a los trabajadores jubilados del Ayuntamiento

La concejala de I-E, Olga Risueño, señaló que “parece que el alcalde no reconoce el trabajo de quien le resulta incómodo en lo personal”

Olga Risueño Izquierda Ezquerra Tudela
photo_camera Olga Risueño, concejala de I-E en el Ayuntamiento de Tudela.

La concejala de I-E, Olga Risueño, y el exalcalde de Tudela, Eneko Larrarte, han criticado en sus respectivas cuentas de Facebook la ausencia en el acto de homenaje al personal municipal jubilado en el último año de la periodista municipal Inma Audera.

Risueño, que dio la enhorabuena a todos los trabajadores jubilados del Ayuntamiento que fueron homenajeados, ha señalado que “me he ido del acto con un sentimiento amargo. Junto al resto de personal jubilado al que se ha homenajeado, debería haber estado la periodista municipal que trabajó en el Ayuntamiento nada más y nada menos que 36 años, con varios alcaldes de diferente signo político, ejerciendo su labor con honestidad y rigor”.

Según ha apuntado la edil de I-E, “parece ser que el actual alcalde no sabe separar lo personal de lo laboral y no reconoce el trabajo de quien le resulta incómodo en lo personal”. “Y no hay excusas, no ha sido un error humano, no ha sido un olvido inocente, no lo ha sido”, ha agregado.

Asimismo, Risueño ha asegurado que lo de ayer “fue una falta de respeto en lo profesional a Inma Audera, cuya labor ha sido magnífica durante 36 años y una falta de sensibilidad en lo personal, que no se merece”.

Por último, ha indicado que “un alcalde debería estar por encima de cuestiones personales, no se puede ser el primer edil y tratar a la gente según te baile o no el agua”.

Eneko Larrarte, por su parte, ha indicado que "el alcalde decidió que quien ha llevado con rigor y profesionalidad la información institucional de la casa no debía merecer semejante reconocimiento. La falta de moral y la apropiación de la institución como si fuera su casa lleva a situaciones como esta en la que se trata de borrar de un plumazo el ingente esfuerzo y dedicación realizado por Inma Audera durante 36 años".

"La institución debe estar por encima de quien ostenta el cargo y en este caso han primado más las fobias personales de Toquero que lo que debía ser. Una falta de respeto a Inma, al resto de los homenajeados (quitando el foco de los protagonistas) y a la propia institución", ha concluido.