Entre las actuaciones llevadas a cabo por la Policía Local de Tudela este lunes 27 de diciembre cabe reseñar las siguientes.
Sobre las 11:45, los agentes procedieron a decomisar unos perros y gallos que se encontraban en una caseta de campo en unas condiciones higiénico sanitarias deplorables, identificando al titular de los animales e informándole que se le iba a investigar como presunto autor de un delito de maltrato animal, trasladando las diligencias a Policía Foral para la instrucción del correspondiente atestado penal. De los animales se hizo cargo el servicio de Lazareto.
A las 19:00 horas, un ciudadano hizo entrega de una cartera con documentación y dinero en su interior, que se había encontrado en la vía pública. Los agentes consiguieron localizar a su propietario, haciéndole entrega de la misma.
A las 20:30 horas, la patrulla se personó en un domicilio al haber sido requeridos por una mujer puesto que tenía problemas de convivencia con su hijo de 27 años. Tras mediar entre las partes, la situación quedó calmada.
A las 0:15 horas, un conflicto vecinal requirió presencia policial. Los agentes se personaron en un edificio en el que uno de los moradores del mismo había dejado una radio a elevado volumen en un trastero con la única finalidad de causar molestias a una de sus vecinas, habiendo ocurrido éste hecho en otras ocasiones anteriores. Tras requerir al causante de las molestias que cesase en las mismas, se le informó que iba a ser propuesto para sanción en base a la Ordenanza de Conductas Cívicas.
Por último, sobre la 3:00 horas, los agentes observaron circulando un turismo con la luna delantera fracturada, motivo por el que se le dio el alto reglamentario. Tras identificar al conductor y someter a este a la prueba de alcohol, arrojó un resultado positivo de 0,36 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, motivo por el que fue propuesto para sanción. Además, también fue sancionado por circular con la luna rota sin dar motivo justificado y con dos ruedas sin dibujo, siendo inmovilizado el turismo en el depósito municipal.
Respecto al tráfico, la calle Rúa sigue cortada al tráfico y tránsito peatonal por el peligro de derrumbe de un edificio.
