El pasado 7 de marzo, especialistas del Seprona de la Guardia Civil de Tarazona identificaron a una persona que tenía instalada, en el interior de una finca de su propiedad, una jaula-trampa dispuesta para la caza furtiva del zorro común (vulpes vulpes).
En la entrevista realizada al propietario de dicha finca, ubicada en el término municipal de Tarazona, este manifestó a los agentes que su intención era la captura de zorros, dado que estos mataban a sus gallinas. Igualmente reconoció que no disponía de ningún tipo de licencia que amparase dicha actividad.
Seguidamente, la Guardia Civil realizó la intervención de esta jaula que contenía en su interior cinco cebos entre los que se encontraba una gallina y dos gorriones muertos. Estos cebos fueron entregados en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de La Alfranca para la realización de las correspondientes necropsias y análisis de la toxicidad que pudieran descartar el uso de veneno.
Por todo lo anterior, este vecino de Tarazona ha sido denunciado por infracciones administrativas relativas a la Ley de Caza y a la Ley de Patrimonio Natural y la Biodiversidad que han sido remitidas al Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón.
