- “El problema es educativo, no de violencia”
- Inversiones municipales y retos futuros
- El futuro agrícola e industrial de Cintruénigo, en juego el 19 de junio
El alcalde de Cintruénigo, Óscar Bea, ha explicado por qué el Ayuntamiento no respaldó la concentración ciudadana celebrada recientemente en la localidad para exigir más seguridad en las calles. En una entrevista en la que ha detallado la postura del Ayuntamiento, Bea ha sido contundente: “No hay un problema de violencia en Cintruénigo. No es cierto que no se pueda salir por las noches. No hay ningún peligro, no hay ningún problema”.
Bea ha afirmado que la decisión de no acudir a la concentración, celebrada tras varios episodios de conflictividad protagonizados por menores, responde a la falta de una convocatoria clara y a que los mensajes difundidos no eran veraces. “Solamente había un motivo: que no estaba convocada por nadie. Repartieron unos panfletos sin ningún tipo de identificación, poniendo cuestiones que no eran ciertas”, ha señalado. Según el alcalde, se afirmaba que nunca había turnos de noche de Policía Local, “y no es cierto”, y también se hablaba de un gran aumento de la delincuencia, algo que ha desmentido con datos.
En ese sentido, el primer edil ha indicado que la criminalidad en el municipio “ha bajado”. “Pedimos información al sistema analítico de Policía Foral y nos hicieron un análisis del primer cuatrimestre de 2024 y el primer cuatrimestre de 2025. Constatamos que los hechos delictivos habían descendido un 14% y, en el caso de Guardia Civil, más de un 50%”, ha destacado. Asegura además que hay más control que nunca gracias a la colaboración de Policía Foral y Guardia Civil en los turnos que no puede cubrir la Policía Local por falta de personal.
“Lo que ocurrió a finales de marzo fueron hechos puntuales que coincidieron: varias peleas, una persona con un arma simulada, y agresiones entre menores, la mayoría de los cuales eran inimputables. Pero no es la generalidad”, ha remarcado. También ha mostrado su comprensión hacia la familia afectada por una de las agresiones: “Perfectamente entendemos que peleen y que luchen por lo que le ha pasado a su hermana, por lo que le ha pasado a su hija, pero no es una cosa que haya que generalizar”.
“El problema es educativo, no de violencia”
Aunque Óscar Bea ha insistido en que no existe un problema de violencia generalizada, sí ha admitido que hay un problema de fondo relacionado con la educación y la integración de una parte del alumnado inmigrante. “El sistema educativo no funciona”, ha afirmado con rotundidad. “Tenemos un alto índice de inmigración que llega sin saber el idioma. Las familias son analfabetas en su país de origen. No vamos a decir que los niños se crían solos, pero pasan mucho tiempo en la calle, al cuidado de sus hermanos pequeños”.
A su juicio, el sistema no está preparado para afrontar esta situación y eso deriva en un alto índice de fracaso escolar. “El 60-70% termina en fracaso escolar. Parte de esos problemas que luego derivan en conductas incívicas vienen de aquí”, ha dicho. Además, ha subrayado que los niños llegan con el curso empezado, sin conocer el idioma, y van acumulando suspensos. “Si los padres no quieren que repita, van pasando de curso y llegan a secundaria sin nivel. Desde los 12 años ya se sabe qué niños no van a salir adelante”.
El alcalde ha explicado que el Ayuntamiento ha trasladado esta preocupación al Gobierno de Navarra en distintas reuniones junto a otros consistorios de la Ribera del Alhama, como Corella, Fitero o Castejón. “Nos reunimos con los consejeros de Educación, Políticas Migratorias, Vivienda y Derechos Sociales. Les dijimos que necesitamos un sistema educativo propio o complementario. No puede ser el mismo sistema para toda Navarra, porque aquí hay una realidad diferente”, ha declarado.
Entre las soluciones propuestas, Bea ha insistido en la necesidad de programas específicos para el aprendizaje del idioma antes de integrar al alumnado en aulas ordinarias, así como en la importancia de reforzar figuras como traductoras o promotoras escolares durante todo el año, también en periodos vacacionales. “Hasta ahora nos han ido ayudando con subvenciones, pero cuando se acaban, desaparecen las figuras. El tema de la integración y esta delincuencia van a ser muy difíciles de controlar si no se actúa”, ha advertido.
Inversiones municipales y retos futuros
Además de abordar cuestiones relacionadas con la seguridad y la educación, Óscar Bea también ha detallado algunos de los proyectos más relevantes que el Ayuntamiento de Cintruénigo tiene en marcha. El principal es la sectorización del abastecimiento de agua potable para detectar el consumo no registrado, que actualmente alcanza el 45%. “Vamos a crear seis sectores que permitirán localizar fugas o consumos anómalos”, ha explicado. También está previsto impulsar el proyecto del nuevo depósito de agua.
En el ámbito del patrimonio municipal, Bea ha anunciado que en los próximos dos años deben ponerse en funcionamiento tanto la Casa Loigorri como la Casa Parroquial. Además, se está trabajando en un proyecto para mejorar la accesibilidad del Centro de Arte Avenida.
Por último, el alcalde de Cintruénigo ha tratado de ofrecer una visión completa sobre la situación actual del municipio, marcando distancias con el alarmismo de la concentración vecinal. “Siempre habrá un número de jóvenes conflictivos, pero no debemos estar preocupados. La criminalidad es menor que otros años. Es imposible erradicarla por completo, pero se está trabajando desde todos los frentes”, ha concluido.
El futuro agrícola e industrial de Cintruénigo, en juego el 19 de junio
Por último, Óscar Bea ha querido lanzar un mensaje con vistas a la asamblea extraordinaria de la Comunidad de Regantes de la Nava y Alhama, que se celebrará el próximo 19 de junio. El alcalde ha subrayado que este encuentro será clave para determinar si el municipio se suma al Canal de Navarra y si se inicia el proceso de concentración parcelaria en la zona, un paso que considera estratégico tanto para el sector agrícola como para la atracción de nuevas empresas.
A su juicio, el Canal de Navarra permitiría entre cinco y seis regadíos anuales y una gran diversidad de cultivos: “Más de 30 tipos de variedades de cosechas que se podrán llevar a cabo”. Bea ha advertido de que esta oportunidad no se repetirá en mucho tiempo. “Hay que tener en cuenta que el Canal de Navarra va a pasar una vez. Si no nos sumamos ahora, tardaremos muchísimos años en volver a tener agua. Y el agua es futuro. La necesitamos para que vengan empresas, para que los agricultores puedan continuar con sus procesos agrícolas, tener más cosechas y más alternativas de futuro. Sin ese agua, no va a haber futuro en Cintruénigo”.
Por ello, ha animado a participar en una votación que afecta a unas 2.500 o 2.600 hectáreas y que, en su opinión, puede marcar el inicio de un proceso transformador para el campo cirbonero y, con él, para el empleo y el tejido empresarial de la localidad.