José Manuel Cenzano: "Homenaje a los donantes de sangre"

14/jun./22 - 09:37 Actualizado: 14/jun./22 - 16:56

La sangre es la esencia de la vida para el ser humano. De hecho, lo común es pensar que la muerte acaece por paro cardíaco cuando en realidad obedece al cese de flujo sanguíneo a los tejidos, en especial el cerebro, lo que determina el óbito.

Resulta imposible e inadecuado tratar de explicar en estas breves líneas el enorme número de funciones que ejerce para beneficio del organismo este viscoso fluido que se mantiene activo gracias a su permanente movimiento. Cuando se estanca, coagula y pierde sus múltiples y variadas propiedades. Tal vez lo fundamental, sea su capacidad para transportar a todos los tejidos el oxígeno recibido en los pulmones, lo cual es imprescindible para mantenerlos vivos, pero sin olvidar el papel que juega en la inmunidad –celular y humoral– y la compleja composición de los innumerables elementos que contiene. El plasma proporciona muchas oportunidades terapéuticas.

Desde un punto de vista emocional, entregar la sangre (y con ella la vida) por una causa justa constituye el símbolo más preclaro del heroísmo. En el momento actual, en el que la guerra ha cobrado tal protagonismo, ver la sangre inocente derramada representa la mayor vileza posible por parte de los agresores.

Por otra parte, donarla para salvar vidas, o mejorar de modo ostensible el estado de salud de aquellos prójimos sacudidos por la enfermedad, constituye un acto de generosa solidaridad y humanismo. ¡Cuántas vidas rescatadas de los brazos de la parca gracias a las altruistas donaciones de aquellos que ofrecen parte de su savia a quienes escasean de ella! Si Cristo, en la última cena, repartió su cáliz entre los discípulos como promesa de vida eterna, todos los que periódicamente regalan parte de su fluido vital para atender las necesidades de los más desvalidos, en cierta medida son imitadores del mensaje evangélico de amor al prójimo, filantropía y humanidad.

En Navarra, y en Tudela en particular, desde hace décadas los donantes han tenido un comportamiento ejemplar manteniendo activo y con notables reservas el banco de sangre. Por otra parte, las instituciones han sabido reconocer tan ingente labor. El nombre de una calle nos recuerda a los ciudadanos el valor de su obra. Y lo que es más, también existe el reconocimiento individual a quienes han ofrecido sus venas de manera desinteresada para beneficio de los demás.

A título personal me sumo al homenaje que a día de hoy se les ofrece. “Al césar lo que es del césar, y a Dios lo que es de Dios”. Al sistema sanitario el esfuerzo por sostener vivo y operativo el banco; a los donantes por mantener inquebrantable su impagable generosidad.

José Manuel Cenzano

HORARIO PARA DONAR SANGRE

TUDELA (C/ Eza, 2): De lunes a viernes de 8:15h. a 13:45h. y martes y jueves de 17:00h. a 20:00h.