Desde la Jefatura Superior de Navarra, a lo largo de los últimos meses se ha notado un incremento de denuncias que, tras la investigación policial, se han esclarecido y descubierto como “denuncias falsas”.
El proceso es el siguiente, la presunta víctima se persona en comisaría para denunciar que, mediante el procedimiento conocido policialmente como “tirón” o “sirla”, le han sustraído objetos personales de valor pero, principalmente, terminales de telefonía móvil de alta gama y cuyo valor en el mercado superaría los 300 euros.
Terminales telefónicos que normalmente están asegurados y las cláusulas de los seguros de estos teléfonos no reembolsan la pérdida o extravío, pero sí ofrecen otro terminal cuando la sustracción se ha producido empleando la violencia o intimidación.
Ejemplo de lo expuesto es la detención de un individuo en Santa Cruz de Tenerife, de una chica menor de edad en Logroño quien dijo haber sido víctima de un tirón y de otro menor de edad en Pamplona, el cual simuló ser víctima de un robo con violencia y detención ilegal por parte de dos individuos encapuchados que presuntamente le habían subido a un vehículo y retenido en el interior del mismo durante más de cuatro horas. Pudiendo corroborar y comprobar que en todos estos casos habían simulado ser víctimas de los delitos mencionados, procediéndose, por tanto, a su detención.
La simulación del delito puede ocasionar perjuicio para terceras personas ya que tras las investigaciones policiales se puede localizar y recuperar el terminal sustraído y detener a la persona que lo porta.
El proceso es el siguiente, la presunta víctima se persona en comisaría para denunciar que, mediante el procedimiento conocido policialmente como “tirón” o “sirla”, le han sustraído objetos personales de valor pero, principalmente, terminales de telefonía móvil de alta gama y cuyo valor en el mercado superaría los 300 euros.
Terminales telefónicos que normalmente están asegurados y las cláusulas de los seguros de estos teléfonos no reembolsan la pérdida o extravío, pero sí ofrecen otro terminal cuando la sustracción se ha producido empleando la violencia o intimidación.
Ejemplo de lo expuesto es la detención de un individuo en Santa Cruz de Tenerife, de una chica menor de edad en Logroño quien dijo haber sido víctima de un tirón y de otro menor de edad en Pamplona, el cual simuló ser víctima de un robo con violencia y detención ilegal por parte de dos individuos encapuchados que presuntamente le habían subido a un vehículo y retenido en el interior del mismo durante más de cuatro horas. Pudiendo corroborar y comprobar que en todos estos casos habían simulado ser víctimas de los delitos mencionados, procediéndose, por tanto, a su detención.
La simulación del delito puede ocasionar perjuicio para terceras personas ya que tras las investigaciones policiales se puede localizar y recuperar el terminal sustraído y detener a la persona que lo porta.
