Otoño es una de las mejores épocas del año para salir en bicicleta de montaña. En la Ribera existen atractivas rutas de BTT que permiten a los aficionados a la bici, además de practicar deporte, acceder a lugares a los que no llegarías en un turismo y conocer la zona en profundidad.
Tudelahoy te propone 5 rutas que oscilan entre los 45 y 90 kilómetros y que están recogidas en Wikiloc, la web española que recopila recorridos y a la que podemos acceder desde su página o aplicación para móviles.
- Tudela-Fontellas-El Bocal-Cabanillas-Fustiñana-Ribaforada-Ablitas (53 Km)
- Tudela-Balsas De Cardete-Pulguer-Lor-Prado Bajo y Tejar-Vía Romana-Ablitas-Barillas-Malón-Tulebras-Cascante (56 Km)
- Tudela-Montealto-Alto Valverde-Fitero-Cintruénigo-Tudela (74 Km)
- Tudela-Balcón De Pilatos (Por Valdecruz-Vuelta Por La Futura -44 Km)
- Tudela-Tarazona-Pozo Aines-Veruela-La Oruña-Trasmoz- Tudela (87 Km)
Tudela-Fontellas-El Bocal-Cabanillas-Fustiñana-Ribaforada-Ablitas (53 Km)
Recorrido completamente llano (53,37 kilómetros) que parte de Tudela y pasa por Fontellas, El Bocal, Cabanillas, Fustiñana, Ribaforada y Ablitas, además de discurrir por los canales Imperial de Aragón, Tauste y Lodosa. También se pasa por un tramo del Camino del Ebro (GR-99) y de la calzada romana con un tramo excavado, con buenos paneles informativos.
Los proponentes de esta ruta recuerdan a los cicloturistas que en “El Bocal se encuentra la Casa de Compuertas, el edificio donde comienza el Canal imperial de Aragón, un laberinto, un roble centenario, el Palacio y la presa de Carlos V (por ella se cruza a la margen izquierda del Ebro cuando no pasa agua)”.
Asimismo, apuntan que “antes de llegar a Cabanillas se encuentra el Trujal de la Marquesa y tras pasar la localidad ribera de Ribaforada se llega a la Ermita de la Dehesa”.
Al cruzar la autopista (AP-68) se coge el camino de Cortes en dirección a Ablitas. Coincide con el antiguo trazado de la calzada romana, que cruza el Barranco del Tollo y el de la cañada madre, antes de llegar al lugar donde hay excavado un tramo, dejando al descubierto cómo eran las calzadas hace dos mil años. “Además, hay instalados unos paneles informativos, donde se pueden ver dibujos y explicaciones de las calzadas”, aseguran.
A la entrada de Ablitas, los cicloturistas pasan por la Balsa del Tejar y una fábrica de yesos. La subida al castillo se lleva a cabo por un sendero que recorre la parte alta del pueblo, desde donde se ve el valle del río Queiles con sus pueblos la Laguna de Lor y las ruinas del castillo.
El regreso a Tudela se realiza por el Camino de Sinforiano hasta la finca de Las Coronas y después por el Camino del Rape al casco urbano de la capital ribera.
Algunos usuarios que han realizado esta ruta destacan que “se trata de una ruta pistera para hacer pierna y subrayan la belleza del enclave natural de El Bocal”. Otros recomiendan completarla en un día nublado o que no pegue fuerte el sol.
Tudela-Balsas De Cardete-Pulguer-Lor-Prado Bajo y Tejar-Vía Romana-Ablitas-Barillas-Malón-Tulebras-Cascante (56 Km)
Recorrido por varias balsas de la Ribera (56,13 kilómetros), con salida desde Tudela por los pinos de Santa Quiteria. Se coge el Camino de la Albea y se continúa por el de Narangel, Cardete y las Hoyazas hasta llega a la Balsa del Cardete.
“Después de esta balsa, hay que rodear el corral de ganado por el Camino de Arquetas y por la orilla de Canal de Lodosa para llegar a la cañada que nos lleva al Camino del Estrecho y la Balsa del Pulguer”, explican los proponentes de esta ruta
La Balsa del Pulguer se puede rodear, pasando primero por el dique y después por el camino de la cruz, para volver por un sendero entre espartos al Camino del Estrecho. Este camino va entre olivos y continúa por el de San Gregorio que lleva a Cascante.
Ya en Cascante hay que coger la Vía Verde del Tarazonica, pasando primero por Tulebras y después por la antigua estación de Malón. “En este punto dejamos la Vía Verde. Se puede coger agua en la fuente junto a la carretera para continuar por un camino dirección Ablitas, desviándose antes a Barillas.
De Barillas, “se sale por el camino que baja a la Laguna de Lor, pasando entre olivos centenarios. Al llegar a la Laguna, se rodea por el dique de la izquierda para coger el camino junto a la alambrada del camping que nos lleva a las piscinas de Ablitas y la Balsa del Prado Bajo”.
La siguiente Balsa es la del Tejar, cerca de la fábrica de yeso. Después de cruzar la carretera de Ribaforada, se puede ver, junto a unos corrales de ganado, un tramo de la antigua calzada romana con paneles informativos.
De regreso, hay que cruzar de nuevo la carretera junto a una ganadería de vacas bravas y por la finca de las Coronas se llega a Tudela.
Uno de los usuarios que ha completado esta ruta advierte que “hay que saber interpretar los cruces” para no salirse del recorrido.
Tudela-Montealto-Alto Valverde-Fitero-Cintruénigo-Tudela (74 Km)
Ruta muy sencilla, según los proponentes, sin ninguna dificultad técnica (74,48 kilómetros).
Salida desde Tudela en dirección Murchante para cruzar la autopista por el puente elevado para aparecer en la carretera de Murchante. El recorrido continúa por caminos perimetrales hasta coger Canal de Lodosa. Después hay que atravesar otros caminos en dirección a la carretera que va de Cascante a Fitero.
Se cruza esta vía. “Toda esta zona es un falso llano en el que poco a poco ganas altura hasta llegar a un corral abandonado muy grande, donde empieza la verdadera subida”, apunta los cicloturistas.
“En esta parte del recorrido habrá que sortear algún giro cerrado y algún pequeño en la que la pendiente es más pronunciada, peros sin mucha complicación”, añaden.
La ruta continúa dirección Valverde hasta coronar la parte más alta de Montealto. De ahí, se baja por una pista a toda velocidad hasta Valverde, se cruza el pueblo por la iglesia. En esta zona hay unos bancos para parar a almorzar.
Se continua por caminos medio asfaltados, dirección a Cabretón, pero después, en cuanto se pueda, hay que desviarse para ir directos a Fitero. Se trata de una carretera de las viejas, sin nada de tráfico. “Muy bonita esta parte en medio de un valle abierto y seco, típico de esta zona”, manifiestan los proponentes.
Al llegar a Fitero, hay que continuar por los campos hasta llegar a Cintruénigo para después coger el camino que va paralelo a la antigua acequia subterránea, una curiosidad de la zona. Esta acequia tiene accesos desde la superficie cada 100 metros; lleva varios siglos construida y aún se utiliza.
Tras completar este tramo, se llega a la Balsa del Pulguer y continúa la ruta hasta acabar en Tudela.
Tudela-Balcón De Pilatos (Por Valdecruz-Vuelta Por La Futura -44 Km)
Es una ruta de 44,11 kilómetros que parte de Tudela por el puente del Ebro y continúa por el dique de la derecha hasta el Barranco de Tudela para acabar en la carretera de Cabanillas. Más adelante, los cicloturistas deben coger el primer camino a la izquierda y seguir por él (va paralelo a la variante –carretera NA-134-) hasta llegar a un corral de ganado.
En este punto, por la derecha, se incorporarán a la cañada para avanzar por esta vía (dejando a la izquierda el Hotel Aire de Bardenas). Tras salir unos pocos metros a la carretera de Ejea (NA-125), la cañada se transforma en senda, con varios toboganes fáciles de trazar, dejando siempre la carretera a nuestra izquierda.
El sendero vuelve a cruzar la carretera para circular ahora con la carretera a nuestra derecha unos 700 metros. Antes de llegar al Barranco de Tudela, hay que coger un camino a la izquierda. “Es el camino de la corraliza El Gamonal, con un ascenso continuo pero moderado, y un firme malo con bastante piedra. El camino va trepando entre campos de cereal y alguna encina, y después casi desaparece al entrar en una plana repoblada de pinos jóvenes”, explican los proponentes de la ruta.
Poco después el camino se corta y hay que cruzar un pequeño obstáculo de tierra. Comienza el descenso hacia la corraliza del Valdecruz. “Se pasa por el camino antiguo, casi desaparecido al repoblar los pinos, pero el sendero es claro y suelen verse rodadas de bicicleta”, aseguran los cicloturistas.
Esta senda acaba junto a una balsa, y desde este lugar hay que continuar hasta un corral abandonado. Según la época del año nuestra ruta cambiará, pues se puede hacer por los campos o por un tramo de camino ya desaparecido.
Desde el corral abandonado el camino ya está más claro. Poco después habrá que girar a la derecha, a un firme más definido. “Es una parte entretenida, en subida suave, un poco virada y con un paisaje típico bardenero, dejando a la derecha una amplia franja de pino repoblado, hasta que el camino se acaba. O casi”, apuntan.
Los bikers se encontrarán al pie de una ladera, el camino se transformará en una senda estrecha y empinada, pero salvable para aquellos que tengan un mínimo de fuerza y de técnica, aunque en algún tramo puede que obligue a poner pie a tierra. “En cualquier caso, el tramo es corto, y acaba en una plana próxima ya al Balcón de Pilatos. Tomarán el camino que les llevará a ese mirador, se puede cruzar un campo o bajar un poco más hasta encontrar el camino bueno”, indican.
De cualquier forma, hay que continuar hasta el mirador, y luego volver sobre los pasos para descender de nuevo hacia la carretera de Ejea. Es la parte más rápida de esta ruta, se puede rodar tanto como lo permitan las fuerzas.
Se puede bajar por el camino principal de Valdecruz o por otro a la izquierda que sale al kilómetro 8 de la carretera. Aquí habrá que afrontar la última subida del día, la Cuesta de La Futura, por la que se pasa de Bardenas a Cabanillas (otra bajada rápida por buena pista).
Desde esta localidad ribera, existen varias opciones de regreso a Tudela. Por el camino sobre el pueblo se sale a la carretera antes de la finca de El Sosal. Se abandona esta vía en el Barranco de Tudela para volver al casco urbano por el camino por el que iniciamos la ruta.
Tudela-Tarazona-Pozo Aines-Veruela-La Oruña-Trasmoz- Tudela (87 Km)
“El somontano del Moncayo es una magnífica zona para hacer cicloturismo. Un lugar donde hay numerosos sitios que sorprenderán, donde el paisaje amable y los caminos en buenas condicionan invitan a recorrerlos”, dicen los proponentes de esta ruta de 87,53 kilómetros.
En la misma estación de Tudela nace la Vía Verde del Tarazonica. A lo largo de 23 kilómetros te conduce hasta Tarazona en una imperceptible subida.
Desde allí hay que continuar hasta encontrar el Pozo de los Aines en Grisel. Para llegar se sigue un camino asfaltado al principio, luego de tierra y finalmente un sendero que termina en un campo de olivos donde está el pozo. “En una profunda dolina formada por el hundimiento de los estratos calizos. En su interior hay gran variedad de plantas adaptadas al lugar. Está bien acondicionado, por una escalera se accede a un mirador interior y dispone de un sistema de información”, explican los cicloturistas que recomiendan esta ruta.
Camino de Grisel se puede para un momento en un mirador que ofrece buenas vistas de los alrededores. “Grisel es un bonito pueblo, muy bien conservado, en el que hay que ver la iglesia, el castillo y una recoleta plaza”, recuerdan los proponentes.
Por caminos en buen estado se llega al Monasterio de Veruela parando antes en el crucero donde Becquer esperaba la diligencia que le traía los periódicos de Madrid. Tras remontar el río Huecha hasta las proximidades de Añón, hay que cruzarlo por un vado para subir hasta la urbanización Villacumbres del Moncayo.
De vuelta se pasa por Alcalá de Moncayo y se continúa por la carretera hasta abandonarla para ir a la Ermita de la Aparecida. “Este bucle se puede evitar para acortar el recorrido”, señalan.
El siguiente lugar donde se pueden detener los biker es el Yacimiento de la Oruña. “Se trata de un poblado celtibérico que ocupa un cabezo de dos hectáreas entre Vera y Trasmoz. Se han realizado varias campañas arqueológicas y se conservan restos de las construcciones y parte de la primitiva muralla. En Vera está el centro de interpretación”, indican los proponentes.
Siguiendo un camino señalizado con retratos de Becquer se llega a Trasmoz. “Desde lejos ya impresiona su espectacular castillo. Recorriendo sus calles se disfruta de un pueblo bien conservado culminado por el castillo que se puede visitar”, apuntan.
Desde Trasmoz se pone rumbo a la sierra de la Diezma. “Un lugar perfecto para disfrutar de sus vistas. En la parte alta están los miradores”, recuerdan.
Desde allí una vuelta rapidísima (30 kilómetros prácticamente todos en bajada) hasta llegar a Tudela.
