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5 Planes en Tenerife para los amantes de la naturaleza

Parque Nacional del Teide en Tenerife
photo_camera Parque Nacional del Teide en Tenerife

Tenerife, la isla más grande de las Islas Canarias, es un auténtico paraíso para aquellos que buscan perderse en la belleza natural. Desde su impresionante paisaje volcánico hasta sus playas vírgenes, pasando por los extensos bosques de laurisilva, la isla tiene mucho que ofrecer. Para todos los amantes de la naturaleza, hemos seleccionado cinco planes imprescindibles en Tenerife.

1. Parque Nacional del Teide: Una catedral natural

El Parque Nacional del Teide no es solo un parque; es una auténtica catedral natural. Se extiende por más de 18,990 hectáreas, lo que lo convierte en el parque nacional más grande de las Islas Canarias. El Teide, la imponente montaña que da nombre al parque, no es solo el pico más alto de España, sino también el tercer volcán más grande del mundo desde su base. Esta joya geológica cuenta con una biodiversidad única, albergando especies endémicas como el tajinaste rojo y el pinzón azul del Teide. Además, para los aficionados a la astronomía, el parque ofrece una vista del firmamento inigualable, siendo considerado uno de los mejores lugares del planeta para la observación de estrellas.

2. Macizo de Anaga: Donde la historia se encuentra con la naturaleza

El Macizo de Anaga es un viaje en el tiempo. Algunas de las formaciones rocosas de este lugar tienen más de 7 millones de años. Pero no solo su antigüedad es lo que asombra, sino su biodiversidad. Los bosques de laurisilva, que parecen sacados de un cuento de hadas, albergan una variedad de especies que solo se pueden encontrar aquí. 

Este macizo, con sus barrancos profundos y sus picos afilados, es un testimonio del poder erosivo del tiempo y el agua. Para los más aventureros, Anaga ofrece rutas de senderismo que desafían la gravedad y regalan vistas panorámicas del océano infinito.

3. Los Gigantes: Guardianes pétreos del Atlántico

No es difícil entender por qué se les llamó Los Gigantes a estos acantilados. Como titanes petrificados, se alzan sobre el océano con una majestuosidad que quita el aliento. Estas murallas naturales, que en algunos puntos alcanzan hasta 800 metros de altura, son uno de los paisajes más fotogénicos de Tenerife. 

Además de su belleza escénica, la zona es hogar de una rica vida marina. Las aguas profundas que bañan estos acantilados son el lugar ideal para ver cetáceos en Tenerife.

4. Garachico: Resiliencia en medio del Atlántico

Garachico no es solo un pueblo; es un símbolo de resiliencia. Tras ser parcialmente destruido por una erupción volcánica en 1706, el pueblo se reinventó y encontró belleza en la tragedia. Las piscinas naturales de El Caletón, formadas por la lava solidificada, son un testimonio palpable de la convivencia del hombre con la naturaleza. 

El casco histórico, con sus plazas y calles empedradas, cuenta historias de corsarios, comerciantes y aventureros que alguna vez pisaron este rincón del Atlántico.

5. Jardín Botánico de la Orotava: Un edén en miniatura

Más que un jardín, el Jardín Botánico de la Orotava es un edén en miniatura. Creado por orden del rey Carlos III en 1788, este jardín fue concebido como un lugar para aclimatar las especies exóticas de América y Asia en el camino hacia la península. 

Hoy, el jardín es un festín para los sentidos, con más de 3.000 especies de plantas tropicales y subtropicales. Desde gigantes palmas hasta delicadas orquídeas, cada rincón del jardín es un homenaje a la diversidad vegetal del planeta.

Para quienes buscan reconectar con la naturaleza y descubrir paisajes que desafían la imaginación, Tenerife es, sin duda, el destino ideal.

En conclusión.

Tenerife es una isla de contrastes y maravillas naturales. Desde montañas volcánicas hasta playas prístinas y frondosos bosques, hay algo para cada amante de la naturaleza. Estos cinco planes ofrecen solo un vistazo de lo que la isla tiene para ofrecer, invitando a explorar y descubrir por uno mismo.