Las bombas de calor para piscina hacen posible darse un baño en pleno otoño o primavera sin que tu factura eléctrica se dispare. En esta guía hablamos sobre ellas, cómo funcionan, qué tipos existen, cómo instalarlas, cómo elegir la potencia ideal y por qué son una inversión que realmente vale la pena.
¿Qué es una bomba de calor para piscina y cómo funciona?
Una bomba de calor para piscina es un sistema inteligente que calienta el agua aprovechando la energía presente en el aire. Funciona como un aire acondicionado invertido: en vez de extraer el calor de una habitación, lo toma del ambiente y lo transfiere al agua.
El proceso se basa en un ciclo cerrado que involucra cuatro componentes: el evaporador absorbe el calor del aire; luego el compresor aumenta la temperatura al presurizar el refrigerante. Ese calor se transfiere al agua en el condensador, y una válvula de expansión regula el caudal del refrigerante, reiniciando el ciclo.
Gracias a esta dinámica, las bombas de calor para piscina pueden elevar la temperatura del agua unos 2°C en cada pasada, logrando así una subida progresiva hasta alcanzar la temperatura deseada y haciendo que tu piscina esté preparada para ti en cualquier momento sin importar las condiciones climáticas exterior.
Tipos de bombas de calor: on/off vs inverter
En el mercado actual predominan dos tipos de bombas de calor: las On/Off y las invertir.
Las bombas On/Off son las más tradicionales y funcionan a potencia máxima hasta que la piscina alcanza la temperatura deseada. Después, se apagan por completo y vuelven a arrancar al 100% cuando el agua se enfría. Es cierto que son económicas al principio, sin embargo, este funcionamiento genera mayor consumo eléctrico y desgaste del equipo.
Por otro lado, las bombas Inverter ajustan automáticamente su potencia según la temperatura del agua, manteniendo el calor con más eficiencia. Funcionan de forma continua, pero a baja frecuencia, reduciendo ruidos, lo que también prolonga la vida útil del sistema y puede ahorrar hasta un 40% de energía comparado con modelos estándar.
Instalación de una bomba de calor
Instalar una bomba de calor no es complicado si se siguen algunos principios básicos. Al tratarse de equipos monoblock, solo requieren conexión hidráulica y eléctrica.
La ubicación es fundamental. En este sentido, se recomienda colocarla al aire libre, con buena ventilación, dejando un mínimo de 50 cm de espacio libre por detrás y 4 metros delante del ventilador. Debe ponerse sobre una superficie estable, ligeramente elevada y a una distancia razonable de la piscina (al menos 2 metros para evitar salpicaduras, máximo 7 para minimizar pérdidas térmicas).
La conexión hidráulica sigue una secuencia específica: primero la bomba de circulación, luego el filtro, después la bomba de calor y por último el tratamiento químico. Además, hay que incorporar un sistema de bypass con tres válvulas para regular el caudal de agua, aislar la bomba para su mantenimiento o adaptar el flujo según la necesidad.
En cuanto a la parte eléctrica, la mayoría de modelos utilizan corriente monofásica (220V), aunque los más potentes pueden requerir trifásica (380V). Siempre debe instalarse un magnetotérmico específico en el cuadro eléctrico para garantizar seguridad.
¿Cómo hacer el cálculo de potencia?
Si optas por una potencia demasiado grande, gastarás energía innecesariamente; pero, si es muy pequeña, el agua tardará horas (y hasta días) en calentarse.
La fórmula general es sencilla:
Potencia (kW) = Volumen (m³) × Factor C × Factor E
El Factor C varía entre 0.12 y 0.18 según la rapidez deseada de calentamiento, y el Factor E depende del clima (0.8 en zonas cálidas, hasta 1.2 en zonas frías).
Por ejemplo, una piscina de 50 m³ en Madrid requeriría unos 7.5 kW, mientras que en Cádiz solo unos 6 kW.
Como alternativa, puedes guiarte por rangos estándar:
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7 kW para hasta 35 m³e3v
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12 kW hasta 60 m³
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15 kW hasta 80 m³
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21 kW para 100 m³.
Mantenimiento de una bomba de calor
Las bombas de calor requieren poco mantenimiento, pero esto no quiere decir que se puede ignorar. Las tareas que como usuario puedes realizar son:
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Inspecciones visuales (cada semana)
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Limpieza de los filtros (mensualmente)
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Revisar el estado exterior del equipo y verificar conexiones (cada cierto tiempo).
Una vez al año, debes llamar a un técnico para que revise el nivel del refrigerante, los ventiladores y bobinas y para que limpie el tubo del condensador.
¿Es buena idea instalar una bomba de calor para piscina?
La respuesta corta es sí. ¿Las razones?
Las bombas de calor consumen hasta cinco veces menos que los calentadores eléctricos, algo que verás reflejado en tu recibo. Además, son versátiles, porque algunas permiten también enfriar el agua. Asimismo, funcionan en su mayoría de forma silenciosa (especialmente las Inverter), y sus bajos costes operativos a largo plazo compensan el gasto inicial.
Eso sí, hay que tener en cuenta que requieren una inversión mayor al inicio, su eficiencia baja si la temperatura ambiental es muy baja, y los modelos más básicos pueden ser algo ruidosos.
Con una instalación correcta, mantenimiento básico y la elección adecuada de la potencia, una bomba de calor hará que tu piscina esté lista para usarse cuando tú quieras.