Un joven de 23 años fue detenido este sábado por la mañana en Tudela tras intentar robar un chándal en un establecimiento de venta de artículos deportivos, dar un cabezazo al vigilante de seguridad y mostrar gran resistencia durante la detención, tratando de coger el arma de uno de los agentes de la Policía Local.
Según fuentes policiales, el suceso tuvo lugar a las 10:25 horas, cuando el vigilante de seguridad de la tienda comunicó a la Policía que tenía retenido a un varón que le había dado un cabezazo e incluso amenazado con lanzarle una silla tras sorprenderlo tratando de robar un chándal.
El joven mostró gran resistencia al ser detenido e intentó coger el arma de uno de los agentes. Finalmente, fue trasladado a calabozos de Policía foral para su custodia y puesta a disposición judicial.
Dos horas antes agentes de esta Policía acudieron a una cafetería tras comunicar su responsable que tenía problemas con un cliente. Al parecer, había dos clientes en una mesa y uno de ellos se había ido a la carrera sin abonar la consumición. El otro manifestó que no podía pagar, puesto que no tenía la cartera.
Con los agentes en el establecimiento, apareció la persona que se había marchado, y comunicó que el otro implicado le había dicho que le invitaba a desayunar para luego decirle que saliera corriendo, cosa que había hecho. Ambos clientes acordaron con la responsable de la cafetería que le iban a abonar las consumiciones en días posteriores. En caso contario esta presentará denuncia por los hechos.
El sábado por la tarde, sobre las 20:30 horas, denunciaron a un joven de 15 años por sacar uno de los mástiles de las banderas de la plaza de los Fueros, que cayó al suelo sin producir daños. Los agentes, que identificaron al menor gracias a las cámaras de videovigilancia de la ciudad, contactaron con sus padres para informales que iba a ser sancionado en base a la Ordenanza de Conductas Cívicas.
Una hora más tarde realizaron las maniobras de RCP (reanimación cardiopulmonar) a una mujer de 38 años que se había desplomado en el suelo de un salón de juegos. Los agentes, que encontraron a la mujer inconsciente y sin respiración, lograron reanimarla. Una ambulancia la trasladó al Hospital Reina Sofía para ser atendida.
Ya de madrugada, los agentes se desplazaron a un domicilio al tener molestias el resto de vecinos por una fiesta con música alta. Tras identificar al causante, este comunicó que no iba a bajar la música ni a quitarla, a pesar de los requerimientos de la patrulla. Tras cerrarles la puerta, fue informado de que iba a ser denunciado en base a la Ordenanza Cívica por las molestias y en base a la Ley Orgánica 4/2015 por la desobediencia a los agentes.
