Aunque todos conocemos la importancia de dormir las horas suficientes, a veces nos resulta imposible llevar a cabo una tarea aparentemente tan sencilla. Después de todo, el ajetreo diario, los problemas en el trabajo o las preocupaciones de naturaleza económica son solo algunas de las causas más comunes que pueden evitar que disfrutemos de un sueño reparador. Los expertos, en este sentido, suelen dar algunos consejos al respecto y recomiendan seguir una serie de hábitos saludables que nos permitirán evitar el que se ha convertido en uno de los trastornos del sueño más extendidos.
Los hábitos para dormir plácidamente
Mejorar nuestro tiempo de descanso pasa por bajar nuestras revoluciones y reducir el estrés, y esto implica desarrollar ciertos hábitos que tendremos que tener en cuenta cada día. Es importante ir preparándose durante las horas previas a acostarse, sí, pero siendo conscientes de que esto no será una solución mágica que nos permita dormir a la primera. En realidad, se trata de hábitos que debemos desarrollar y asimilar poco a poco.
Llevar un horario de sueño coherente es imprescindible. Debemos escoger una hora para ir a la cama y, a poder ser, mantenerla. Cuando lo hagamos, además, deberíamos centrarnos en el momento presente o, de lo contrario, traeremos con nosotros problemas que nos impedirán conciliar el sueño. Por otro lado, la luz juega un papel importante en nuestro ciclo de descanso. A lo largo del día, es recomendable exponerse a la luz del sol, algo que podemos hacer mientras hacemos ejercicio. Durante las horas previas al momento de acostarnos, por otro lado, la luz de las pantallas puede interrumpir nuestro proceso de descanso, motivo por el que lo mejor será dejar los móviles a un lado.
Además, podemos recurrir a algunos suplementos que nos ayuden a relajarnos. En este sentido, en el mercado encontraremos todo tipo de suplementos de cannabidiol que resultan muy adecuados debido, precisamente, a las cualidades relajantes de dicha sustancia. El CBD tintura es sencillo de tomar y se absorbe rápidamente, lo que nos ayudará a tener un sueño reparador.
La dieta también es importante
Los hábitos que tengamos en lo que a nutrición se refiere también tendrán una incidencia directa en nuestro descanso. Es bien sabido, por ejemplo, que una cena copiosa dificultará la digestión y, en consecuencia, no nos dejará dormir tan bien. No obstante, hay más aspectos a tener en cuenta.
Por ejemplo, está demostrado que existen neurotransmisores ligados con nuestro ciclo sueño-vigilia, y que recurrir a alimentos ricos en hidratos o en triptófanos tendrá una incidencia directa sobre ellos. El pan o la patata son elementos que podemos incluir en nuestras cenas, y también el pavo. Las grasas, por otro lado, son un elemento a evitar en la cena, y lo mismo ocurre con la cafeína o la teína.
Tener un descanso nocturno reparador va a pasar, tal como hemos visto, por diversos hábitos que deberemos mantener. Un horario de sueño coherente, hacer algo de ejercicio y alimentarnos bien serán puntos imprescindibles, aunque no serán los únicos. Por supuesto, cuando todo esto no es suficiente, debemos acudir a un especialista. No obstante, en la mayoría de los casos, unos hábitos adecuados serán la puerta hacia un ciclo de sueño saludable y reparador.
