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Más de 1.300 peregrinos riberos desafían el mal tiempo en la Javierada 2024

Los peregrinos de Cascante fueron los más madrugadores en salir, seguidos por los caminantes de Ablitas y Murchante, y finalmente por los de Monteagudo y Tudela

Más de 1.300 personas de la Ribera participan este fin de semana en la Javierada, una tradicional peregrinación a pie hasta el Castillo de Javier en honor a San Francisco Javier, el patrón de Navarra y de las misiones.

A pesar de las malas predicciones meteorológicas, anunciaban lluvia y viento para la jornada de hoy y también para la del sábado, los peregrinos riberos han demostrado su devoción y espíritu de sacrificio y ya están en marcha para recorrer los alrededor de 100 kilómetros que les separan del Castillo.

Tudela, con alrededor de 330 peregrinos, es uno de los grupos más numerosos, seguido por Cascante, que este año va a contar con 164 participantes. Murchante aporta 130 personas, Ablitas 90 y Monteagudo 43.

Cascante

El grupo ribero más madrugador ha sido el de Cascante, que se ha puesto en marcha a las 3 de la madrugada.

Un total de 114 peregrinos, a los que mañana se sumarán otros 50 más, han salido desde la Iglesia de la Asunción para completar la primera de las etapas de las que consta la Javierada.

Esta tradición se mantiene fuerte en la localidad, según ha explicado el alcalde Alberto Añón, gracias a una organización eficiente y al compromiso de los participantes, que encuentra en esta peregrinación una oportunidad para expresar su fe, socializar y fortalecer la convivencia.

Un grupo de entre 20 y 30 voluntarios se encargan de la logística para garantizar el éxito de la marcha.

Ablitas

Media hora más tarde que los peregrinos de Cascante ha partido el grupo de Ablitas, que lo ha hecho a las 3 y media de la madrugada.

Un total de 37 peregrinos han puesto rumbo a Javier. Una cifra que se elevará a 90 mañana sábado con la incorporación de nuevos participantes.

Javier Baigorri, uno de los integrantes de este grupo, ha destacado que la meteorología les había respetado hasta llegar a la ermita de la Virgen del Yugo, si bien ha señalado que El Plano será el tramo más difícil de esta primera jornada, especialmente si llueve, ya que el camino se vuelve embarrado.

A pesar de las dificultades que puedan encontrar en el camino, el grupo de Ablitas está animado y con ganas de llegar al Castillo de Javier, ha reconocido Baigorri.

Murchante

El grupo de Murchante, integrado hoy por unas 80 personas aproximadamente (mañana se añadirán otras 50), ha salido a las 5 de la mañana para llegar a Carcastillo por la tarde tras comer en el Monasterio de la Oliva.

Según ha apuntado Íñigo Simón, la Javierada es una tradición arraigada en una localidad y todos los años un grupo de alrededor de 120-130 personas participan en esta peregrinación al Castillo de Javier.

La participación de los jóvenes va en aumento, lo que es un motivo de alegría para aquellos que desean preservar esta tradición con casi un siglo de vida.  

Monteagudo y Tudela

A las seis de la mañana han partido los grupos de Monteagudo y Tudela.

El primero, según ha comentado Mariano Herrero, lo ha hecho desde el puente del Ebro de la capital ribera porque el pasado domingo ya realizaron el trayecto que separa Monteagudo de Tudela.

El grupo, compuesto por 42 personas, ha realizado con relativa comodidad el camino hasta la ermita de la Virgen del Yugo y  no esperaba tener mayores problemas para llegar hasta Carcastillo.

El grupo más numeroso, el de Tudela, integrado por 330 personas, también ha emprendido la marcha a esa hora.

Javier Vicente, que lleva involucrado en este evento más de cuatro décadas, destacó que la primera jornada estaba discurriendo sin sobresaltos y expresó su satisfacción y optimismo sobre el futuro de esta tradición.

Sobre su experiencia personal, manifestó que comenzó haciendo la Javierada con tan solo siete años y desde entonces solo ha faltado medio año por anginas (dice medio año porque no completó la primera jornada de Tudela a Carcastillo, pero se unió a la marcha para ir de Carcastillo a Javier) y otro año porque no le dieron fiesta en el trabajo.

El Plano

El tiempo ha respetado en la primera parte de la jornada a todos estos peregrinos riberos que han podido llegar sin mojarse la ermita de la Virgen del Yugo, donde han coincidido a la hora de degustar el primer almuerzo.

Entre los caminantes había cierto temor a que el agua hiciera acto de presencia al entrar en El Plano para cruzar la Bardena, ya que de ser así dificultará el avance de la marcha.

La tradición se mantiene viva

La Javierada es una tradición que se remonta a casi un siglo atrás y sigue atrayendo a personas de todas las edades.

La devoción a San Francisco Javier, la belleza del paisaje y el ambiente de camaradería son algunos de los motivos que impulsan a los peregrinos a realizar este viaje.

En esta edición, se ha visto una mayor participación de jóvenes, lo que es un indicio de que la tradición se mantiene viva y que las nuevas generaciones están tomando el relevo.

La Javierada es un reto físico y espiritual que exige sacrificio y esfuerzo.

Los peregrinos caminan durante horas bajo condiciones climáticas que pueden ser difíciles, pero la recompensa es la satisfacción de llegar al Castillo de Javier y participar en las celebraciones religiosas.

 

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