El grupo municipal de Izquierda-Ezkerra presentará en el pleno del próximo lunes una moción para pedir al Ayuntamiento de Tudela que se comprometa a iniciar, a la mayor brevedad, las gestiones oportunas para solicitar al Gobierno de Navarra que la zona del Cerro de la Torre Monreal, donde se encuentra la Necrópolis Islámica Mudéjar de Tudela, sea declarada Bien de Interés Cultural.
Asimismo, I-E pedirá que se comprometa a poner en marcha proyectos para el estudio, excavación, conservación, investigación y análisis de la Necrópolis Islámica Mudéjar de Tudela, con el fin de ponerla en valor y evitar así su deterioro, buscando para ello la colaboración de otras administraciones públicas, entidades y universidades.
Cabe recordar que esta Necrópolis Islámica Mudéjar de Tudela, descubierta en el entorno de la Torre Monreal, es la más importante y extensa de las encontradas en la capital ribera, además de que, por sus características y situación actual, es la que necesita de una mayor protección para poder ser conservada y estudiada. Según los expertos, es imprescindible poner en valor el que puede ser uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de Navarra y la mayor necrópolis islámica del norte de la península.
Los primeros restos de este cementerio fueron descubiertos con motivo de las obras de ampliación del colegio de Educación Especial Torre Monreal. Esa primera fase de excavaciones, realizada en el verano de 2019, comprendió un área formada 625 metros cuadrados, ubicada en la parte trasera del centro escolar, en el cerro sobre el que se asientan el monumento del Corazón de María y la propia Torre Monreal, y en ella se encontraron 366.
El año pasado aparecieron 72 nuevos enterramientos en el solar donde la residencia Torre Monreal va a construir unos apartamentos tutelados, lo que confirmó la gran extensión de la necrópolis islámica que existió en Tudela entre los siglos XII y XVI, que corresponde a la población musulmana que, tras la capitulación de la ciudad en 1119 ante el avance de las tropas del rey cristiano Alfonso I El Batallador, se vio obligada a trasladarse fuera de los muros de Tudela, a la zona conocida como la morería.
Posteriormente el Gobierno de Navarra encargó 46 sondeos en distintos puntos del cerro de la Torre Monreal y del Corazón de María, de los que 24 dieron resultado positivo, hallando en ellos nuevos enterramientos. Estos sondeos ampliaron los límites de la necrópolis demostrando que su área no solo ocupa la zona alta del cerro, sino también sus laderas norte, este y oeste.
Al parecer, este cementerio islámico se extiende también hacia la ladera sur, zona ya urbanizada que comprende la calle Urzante y la avenida del Barrio, entre otras. A mediados de 2020, se estimó que la superficie de la maqbara (necrópolis islámica) podría ser de alrededor de 10.500 metros cuadrados y contar con unos 6.000 enterramientos, con una superficie que llegaría desde la calle Mauleón a la Torre Monreal y desde la avenida del Barrio hasta la calle Tulebras.
De confirmarse estos datos estaríamos hablando del mayor cementerio islámico de todo el norte peninsular, duplicando los alrededor de 3.000 hallados en la necrópolis de Ávila, que hasta el momento es el principal referente.
El Gobierno de Navarra informó en 2020 que el Servicio de Patrimonio se había puesto en contacto con el Ayuntamiento de Tudela para establecer algún tipo de protección legal del espacio que ocupa la necrópolis, con el objeto de impedir que posibles desarrollos urbanísticos en la zona la perjudiquen, indicando que quería evitar lo ocurrido en la necrópolis de Ávila, donde el crecimiento de la ciudad llevó consigo la desaparición del cementerio islámico.
Además, el Gobierno foral manifestaba la conveniencia de que, en el plazo de unos dos años, la necrópolis musulmana de la Torre Monreal en Tudela fuese objeto de algún tipo de actuación para la puesta en valor de uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de Navarra.
Por otra parte, desde el grupo municipal de Izquierda Ezkerra han recordado que España y Navarra cuentan con legislación para aplicar a determinados bienes culturales que sean de interés cultural, con el fin de protegerlos.
