tudela

Las trabajadoras de la Misericordia reclaman mejores condiciones laborales y salarios

Se concentrarán los lunes de julio con el objetivo de que la empresa se siente a negociar un nuevo convenio

residencia misericordia trabajadoras concentracion
photo_camera Concentración de las trabajadoras de la residencia de la Casa de Misericordia de Tudela.

“Quieren servicios de calidad, pero los sueldos no son de calidad”. Así de tajantes se han mostrado las trabajadoras de la residencia de la Casa de Misericordia que se han concentrado este lunes en Tudela para reclamar mejores condiciones laborales y salarios.

Las representantes del comité de empresa, Marta Prieto (ELA) y Bibiana Izpura (UGT), han recordado que el convenio, que lleva vencido desde 2020, afecta a unas 90 trabajadoras, entre auxiliares, enfermeras, psicólogas, personal de administración, terapeutas ocupacionales y fisioterapeutas, y “desde entonces hemos aguantado dándolo todo”.

En este sentido, han advertido que “llegaremos hasta donde haga falta para conseguir un acuerdo digno, para que el trabajo que realizamos diariamente sea valorado por la empresa y por todo el mundo. Vamos a luchar hasta el final para mejorar nuestras condiciones laborales y salarios, porque creemos que es justo”.

Prieto e Izpura han calificado de “auténtica miseria” el 3% de subida salarial que propone la empresa para unas trabajadoras con un salario que no llega a los 1.100 euros al mes. “Por esta razón hemos decidido plantarnos. Nos vamos a concentrar los tres primeros lunes de julio y antes de fiestas enviaremos un folleto a los tudelanos a sus casas para que conozcan la situación en la que nos encontramos”.

Si después de las vacaciones de agosto no hay una reacción positiva por parte de la empresa, “estamos dispuestas a plantearnos ir a la huelga, hemos aguantado mucho y quieren cuidados de calidad, pero los sueldos no son de calidad”, han sentenciado.

Las trabajadoras han planteado a la empresa una subida salarial que “se iguale con el IPC, aunque sea de forma escalonada”. Asimismo, proponen bajar la jornada laboral de 1.720 a 1.690 horas. “Si no puede ser en un año, que sea en dos, pero que nos den una visión de futuro”.

Marta Prieto y Bibiana Izpura han explicado que “queremos seguir dando cuidados de calidad, pero no está para nada valorado. Es un trabajo duro, vocacional y si, siendo así, no tienes un incentivo salarial, la gente joven no entiende porque estamos aquí y cómo aguantamos. A futuro, si esta situación no se soluciona, será un problema muy grande, puesto que los cuidados son importantes y cada vez van a serlo más”, han sentenciado.