La presentación a principios de semana de la sala de catas de aceite y vino integrada en el pabellón de prácticas agroalimentarias construido por el departamento de Educación en el CI Agroforestal de Pamplona y la aprobación del Plan de Actuación del Consorcio Eder, que acometerá proyectos en 2023 por valor de 4,5 millones de euros, han centrado el debate de la tertulia ‘Objetivo la Ribera’ de Radio Tudela.
Con un presupuesto de 812.000 euros, la nueva sala de cata de aceite y vino da respuesta a los nuevos perfiles profesionales en el sector enológico y del aceite en unas instalaciones que incluyen área de verdura, almazara y bodega.
Los tertulianos de ‘Objetivo la Ribera' han debatido si esta instalación no se podría haber traído a la Ribera, incluso el Grado Alimentario, teniendo en cuenta el potencial que tiene la industria agroalimentaria en esta zona de Navarra.
Para José Antonio Rapún, la sala de catas de aceite y vino tenía que haberse instalado en la Ribera. “Incluso digo más, -ha añadido-, la Ribera tenía que ser el sitio donde se creara el mayor centro de FP de toda España y, ahí claro, tendría que estar el CI Agroforestal, que desgraciadamente se puso en Pamplona. También sería interesante tener FP de Energías Renovables, ya que donde más parques se instalan es en la Ribera”.
Ana Figueras, por su parte, ha asegurado que “no me fijo tanto en ese grado como sí que el de Corella poco a poco esté perdiendo fuerza y ganando el de Diseño de Pamplona, una competencia que no tiene sentido. Se tendrían que crear también en Tudela escuelas de hostelería cualificadas y de pastoreo, ya que no hay pastores”.
Respecto al Plan de Actuación del Consorcio Eder, Yolanda Serrano ha manifestado que “es demasiado engorroso de entender, y eso es porque hay mucha paja; incide en que el Turismo Sostenible no tiene sentido. Cuando tú vienes a Navarra en avión, ahí ya hay gasto, cuando vas a un restaurante, también. No tiene sentido”.
Además, ha añadido, “no veo ningún proyecto que ayuda a la gente mayor a hacer los trámites con los bancos o con los ayuntamientos, y eso si es una necesidad muy grande”.
Según Rapún, “el proyecto está muy bien, lo que falta es dinero. Son planes que necesitan de más dinero, ya que si no se quedará en un papel más con un nuevo nombre. Cada vez lo presentan con un nombre diferente. Es un proyecto para cuatro años y en la Ribera somos 100.000 habitantes, se queda corto”.
