El ATP Iluminación Tudelano Ribera Navarra FS inicia esta tarde su andadura en Copa del Rey visitando a Pescados Rubén Burela FS en el cruce de dieciseisavos de final. Una eliminatoria, que comenzará a las 20:30 horas, comprometida para los blanquillos ante un habitual de Primera División, sitio al que busca volver en la presente campaña.
Una competición que, como siempre, los tudelanos afrontan con ilusión y, además, la esperanza de que suponga el cambio de dinámica definitivo para el despegue del equipo, que el sábado logró un meritorio empate, por las formas, ante Alzira.
Por su parte, los lucenses volvieron a la senda del triunfo tras superar 2-0 a un Zaragoza que sumaba tres triunfos consecutivos y acumulan cuatro en sus últimas cinco citas, un cambio de dinámica que los ha colocado al acecho de los puestos de 'play off'.
"Creo que para nosotros es importante ese cambio de chip, un escenario distinto, y creo que lo afrontamos con las ganas y la motivación de seguir generando esas cosas buenas que estamos plasmando", señala Juanma Marrube, que pone en valor a Burela. "Es una cancha difícil, un equipo que va a estar entre los cuatro o cinco elegidos que van a pelear por el ascenso, y un rival que el año pasado ya ganó a Valdepeñas y puso las cosas muy difíciles a Palma", indica el preparador.
Un estreno en una competición que ofrece un gran premio, la Final Four, en sólo tres partidos. "Es bonita porque en tres partidos estás en una fase final. Pero somos conscientes de que es muy complicada para todos. Y, con ese horizonte en mente, y esa dificultad, son también importantes para ser conscientes de lo que nos vamos a encontrar", manifiesta el gallego, que se muestra "muy conocedor de Burela y su potencial".
"Creo que tiene 4 o 5 jugadores que le dan mucho poso al equipo, que tienen una filosofía de juego muy definida. Además, está el factor mental de lo que significa un partido de Copa, el viaje, la eliminatoria… Hay muchos condicionantes a barajar, además de lo que demande el propio partido", explica en la previa un Marrube que es parte de la historia de los lucenses como jugador y técnico. "Es bonito y especial. Es mi casa, me gusta volver a ver a mi gente, y hay muchos condicionantes… enfrentarte a tu ex equipo, donde tienes mucha gente conocida… pero todo eso hay que aparcarlo», concluye.
