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Gigantes de Navarra: Tres décadas sosteniendo la llama del rugby en Tudela

Partido de veteranos entre Gigantes de Navarra y Archiball Bearn para celebrar el 30º aniversario del club tudelano.
El club tudelano cumple 30 años con una escuela en crecimiento, un grupo de veteranos activo y la ilusión de abrir una nueva etapa con más presencia en el rugby navarro

Cuando el rugby era apenas una anécdota en Tudela y la Ribera de Navarra, en una comarca sin tradición oval, una reunión convocada con pasquines en el viejo polideportivo Elola (hoy Ciudad de Tudela) encendió una chispa que todavía perdura. Corría el año 1994. Un pequeño grupo de personas respondió al llamamiento. Entre ellos, jóvenes que habían probado el rugby, nostálgicos de una escuela impulsada a finales de los años 80 por la Federación Navarra y el Ayuntamiento de Tudela y curiosos atraídos por el espíritu de equipo y lucha que representa este deporte. Así nació el Gigantes de Navarra.

Treinta años después, el club no solo sigue vivo, sino que mantiene en pie una escuela sub-10, un grupo de veteranos que compite en torneos amistosos y una vocación educativa que ha llevado el rugby a 14 centros escolares de la Ribera. Todo ello bajo el símbolo de una supervivencia que, como dice el secretario del Gigantes de Navarra, José Ángel Pérez-Nievas 'Kuko', “más que minoritaria, ha sido de supervivencia”.

Equipo de la Escuela impulsada por la Federación Navarra de Rugby y el Ayuntamiento de Tudela a finales de los 80.

Primeros pasos del Gigantes de Navarra

La temporada 1994-1995 es la primera que se juega”, recuerda Pérez-Nievas. “Hay que volver al año 1994, pensar cómo se hacían las cosas entonces, que se hacen con pasquines, que se fueron colocando por Tudela convocando a una reunión”. Así empezó todo. No había campo propio, no había equipo base y el césped del Nelson Mandela aún no existía. Pero sí había un sueño. El club logró que ese estadio se convirtiera en su casa, y años después se instalaron los palos y el césped, gracias al impulso que supuso acoger un Campeonato de España de selecciones autonómicas.

El equipo sénior se gestó con unos 25 o 30 jugadores. Algunos procedían de aquella escuela que el Ayuntamiento y la Federación Navarra intentaron poner en marcha en los años 80. Otros eran simples aficionados, y algunos ni siquiera habían jugado nunca al rugby. Pero todos compartían la convicción de que Tudela y la Ribera podían tener su hueco en este deporte.

Partido en el Estadio Ciudad de Tudela (antiguo Elola) entre Biarritz Olympique y la Selección Española (año 1999).

Orgullo de seguir existiendo

Gigantes de Navarra ha superado momentos muy duros, pero también ha sido protagonista de hitos impensables en sus orígenes. “Nos podemos dar por contentos, que no por satisfechos. Después de 30 años, el club sigue existiendo, sigue proponiendo cosas a la ciudadanía de Tudela y la Ribera”, señala Kuko. No lo dice desde la autocomplacencia, sino desde la honestidad de quien ha visto marcharse a muchos clubes nacidos en paralelo. “A la vez que nosotros empezó un club de béisbol, que ya no existe. Nosotros compartíamos campo con otro club de fútbol que tampoco existe ya”.

Hoy el Gigantes cuenta con un grupo de veteranos que mantiene la actividad viva y con una escuela sub-10 de nueve niños, que participa en los Juegos Deportivos de Navarra y en los Juegos Escolares Aragón. “Esperamos y deseamos que siga incrementándose como ya pasó de la temporada pasada a esta”, apunta con esperanza.

Campeonato de España de Selecciones Autonómicas en el Estadio Ciudad de Tudela.

Recuerdos imborrables 

Entre los recuerdos más brillantes de estas tres décadas, Pérez-Nievas destaca la presencia de la selección nacional, la visita de clubes franceses como Biarritz Olympique o Montferrand, o el paso por Tudela de antiguos jugadores de los All Blacks. También el intento, aún no culminado, de formar un equipo femenino. “Es uno de los debes que tenemos”.

Pero también ha habido sombras. “El momento más difícil y más dramático fue la pérdida de uno de nuestros jugadores hace dos años”, recuerda con emoción. Se refiere a Mikel Saso, histórico del club y miembro esencial del grupo de veteranos. Su fallecimiento dejó una huella profunda. En su honor, se celebró un partido homenaje que reunió a antiguos compañeros y rivales.

Partido homenaje a Mikel Saso, histórico jugador del Gigantes de Navarra.

Una generación que toma el relevo

El Gigantes de Navarra afronta su futuro con una ilusión renovada, aunque sin tener aún garantizado el relevo generacional. “En rugby, se considera veterano a quien tiene más de 36 años, y actualmente son muchos los jugadores que superan esa edad. Por ahora, serán ellos quienes mantengan viva la llama del Gigantes”, explica José Ángel Pérez-Nievas. Sin embargo, no se conforman con mantener solo el combinado de veteranos: quieren sacar más equipos. “Esperamos poder formar, lo antes posible, no solo una categoría sénior, sino varias. No hace falta estar presentes en todas las competiciones, pero sí que el Gigantes tenga representación en distintos niveles”.

Una de las claves de este nuevo impulso reside en las familias de los más pequeños. Algunos padres de los niños de la escuela han comenzado a involucrarse activamente en la vida del club e incluso se han animado a jugar. “En el partido de veteranos por el 30º aniversario participó un padre de un niño de la escuela”, recuerda Pérez-Nievas con satisfacción. 

Glen Osborne (All Black) con la Escuela del Gigantes de Navarra.

El rugby crece en España y en Tudela

El momento del rugby español es dulce. La selección masculina se ha clasificado para el Mundial, y la femenina jugará el suyo en Inglaterra este verano. En ese contexto, destaca la aparición de Ángel Bozal, un tudelano que ha llegado a la selección española sub-7. Aunque no se formó en el Gigantes, desde el club se celebra su ascenso. “Le deseamos los mayores éxitos y ojalá nos represente en los próximos Juegos Olímpicos”.

Una de las grandes novedades de este 30º aniversario ha sido la participación del Gigantes de Navarra en una campaña educativa pionera. “Hemos estado presentes este curso escolar en 14 centros escolares de la Ribera enseñando rugby en las clases de Educación Física”, explica Kuko. La iniciativa ha sido reconocida por la Federación Española y Generali con la concesión de equipaciones para los centros participantes. “Cuando las cosas se hacen bien, tienen su recompensa”, sentencia.

Jugadores del Gigantes de Navarra con Olivier Merle (internacional francés).

Celebración, puertas abiertas y futuro

Para conmemorar sus tres décadas de historia, el club organizó dos actos muy ligados a su identidad. Primero, un torneo de Rugby Tag con las peñas de Tudela. “Fue un éxito tanto de participación como de actividad de todas las personas que tomaron parte en él”. Luego, un encuentro amistoso con los veteranos franceses del Archiball Bearn, jugado también en la modalidad de Rugby Tag, más accesible, sin placaje y apto para todas las edades. Una celebración sin alardes, pero con el calor de los amigos de siempre.

El Gigantes de Navarra no se conforma con haber llegado hasta aquí. Quiere crecer. Por eso ha lanzado jornadas de puertas abiertas para que cualquier persona, sin importar la edad, pueda acercarse a probar el rugby. “Las puertas del Gigantes de Navarra están siempre abiertas”, recuerda Pérez-Nievas. Los entrenamientos se celebran los martes y jueves de 18:30 a 19:30 horas en el Estadio Nelson Mandela.

Además, el club está preparando un nuevo proyecto que quiere ser “atractivo para la gente, que persiga unos objetivos y unas metas claras”, aclara el secretario del Gigantes.

Una llama que no se apaga

Treinta años después de aquella primera reunión convocada con pasquines, el Gigantes de Navarra sigue en pie. Ha sabido mantener viva la llama que encendieron unos pocos soñadores en 1994. Como concluye José Ángel Pérez-Nievas, “esperamos seguir, al menos, otros 30 años más”.

Plantilla del Gigantes de Navarra (temporada 2018-2019).