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Tudela celebra el legado transformador de Mari Carmen Forcada

Carlos Cánovas, Miguel Bergasa, Javier Lapuente, Rafael Navarro, Miren Doiz, Belén Esparza, Carlos López y Pedro Salaberri, en la inauguración de la exposición 'Abriendo Caminos'.

La exposición 'Abriendo Caminos', inaugurada coincidiendo con el primer aniversario del fallecimiento de la empresaria tudelana, honra su legado cultural y su compromiso con la transformación de Tudela

La Casa del Almirante acoge desde el pasado jueves la exposición conmemorativa ‘Abriendo caminos’, un homenaje a Mari Carmen Forcada, figura clave en la transformación cultural y social de Tudela durante más de un siglo. La muestra, organizada por la Fundación María Forcada y el Ayuntamiento de Tudela, fue inaugurada coincidiendo con el primer aniversario de su fallecimiento, y propone un recorrido íntimo por su legado vital, profesional y artístico a través de obras, objetos, documentos y testimonios.

Mari Carmen Forcada no solo fue testigo, sino también protagonista activa del cambio social y cultural en Tudela. Decoradora de profesión, galerista, promotora cultural, empresaria con visión de futuro y mecenas comprometida con su ciudad, su vida estuvo marcada por la coherencia entre pensamiento y acción, por la elegancia creativa y por su firme apuesta por la educación, la cultura y la igualdad.

Belén Esparza destaca su intuición para rodearse de personas

Belén Esparza, comisaria de la sección dedicada al legado profesional de Forcada, destacó la complejidad y la riqueza de sus diversas facetas. "Uno de sus roles destacados fue su compromiso como tudelana en la adquisición y la restauración de la Casa del Almirante, posteriormente donada al Ayuntamiento para su uso cultural", señaló.

Esparza recordó la implicación directa de Forcada en cada etapa de esa restauración, incluso en los momentos más duros. “Venía muy habitualmente, subiendo escaleras imposibles o metiéndose por la obra. La verdad es que disfrutó mucho de la casa”. También reivindicó su labor como decoradora desde los años 60, una tarea poco documentada, según explicó, por la discreción de sus clientes. “Lo normal era que esas casas no se documentaran… pero hemos encontrado fotos, algunas hechas por su sobrina, que hoy pueden verse en una sala dedicada a ese trabajo”.

Para Esparza, Forcada fue una mujer con una “agudeza empresarial” excepcional y una gran sensibilidad estética. “Era una mujer que tenía una capacidad de ver el perfil de las personas con las que se rodeó y trabajó con un equipo excelente”, afirmó. También valoró su evolución como creadora, capaz de adaptarse a las tendencias sin perder autenticidad: “Desde que se llevaba el inglés a las fechas de ahora… no se ha quedado nunca fuera de tiempo”.

Pedro Salaberri reivindica la diversidad artística que impulsó Forcada

Pedro Salaberri, comisario de la parte artística de la exposición, ofreció una intervención emotiva y cercana. Recordó cómo sus primeras visitas a Tudela y el contacto con artistas locales y con el paisaje de las Bardenas transformaron su paleta de colores: “A mí las Bardenas me metieron los malvas y los moraos en la cabeza. Yo era de irme al monte y el monte tendía a ser verde o blanco… y empecé a usarlos y todavía no he parado”.

El pintor destacó la labor de Forcada como galerista que apostaba por la diversidad artística. “Ella tenía un amor por las cosas que le permitía poner obras muy diversas, artistas muy diversos. Eso es precisamente lo maravilloso del arte”. En su tarea como comisario artístico, Salaberri explicó con humor que su papel había sido “poner la mesa”: “Mi labor ha sido hacer que los cuadros se lleven bien, que no se joroben, que no se estropeen, para que al final resplandezcan”.

Entre los artistas presentes en la muestra se encuentran nombres como Juan Belzunegui, Elena Asins o Carlos López, cuyas obras fueron seleccionadas con mimo para ilustrar esa multiplicidad de sensibilidades que Forcada supo reunir en vida y que ahora se reivindican como parte de su legado.

La familia Forcada agradece el homenaje y reivindica su legado transformador

La voz de la familia estuvo presente a través de Samuel Forcada, sobrino de Mari Carmen, que habló en nombre de su hermana Titina y de todos sus sobrinos. En su intervención agradeció el apoyo institucional del Ayuntamiento de Tudela, el trabajo de las personas implicadas en la organización y la generosidad de los artistas plásticos que han donado obras para la exposición.

Con palabras cargadas de emoción, afirmó: “Estamos disfrutando de su legado, de la belleza que dejó con su impulso inconformista: de este palacio, de la Fundación, de su obra en Tudela”. Y añadió: “Si es cierto que solo la belleza cambiará el mundo, nos hacen falta muchas exposiciones como esta”.

Samuel Forcada compartió también una cita del padre Pedro Arrupe, superior general de los jesuitas: “No me resigno a que cuando yo muera, siga el mundo como si no hubiera vivido”. Una frase que, dijo, resume el talante de Mari Carmen. “Que mi empeño en la vida sea capaz de cambiar el sitio donde vivo”, concluyó.

Juan Manuel Bonet recuerda la influencia y legado de Mari Carmen Forcada

Antes de dar paso al alcalde Alejandro Toquero, la concejala de Cultura, Icíar Les, quiso compartir unas palabras que Juan Manuel Bonet, exdirector del Instituto Cervantes en París, dedicó a Mari Carmen Forcada.

En su mensaje, Bonet evocó su vínculo personal con Tudela y su admiración por la homenajeada. “Ya podría haber muchas María Forcada repartidas por las provincias españolas”, señaló. Recordó su participación en un debate sobre bibliofilia en la Fundación que lleva su nombre, así como su visita a la tienda de decoración de Forcada, “un lugar mágico que reflejaba su gusto por la hibridación de lo popular y lo moderno, de París y Londres con Navarra, del arte africano con Picasso, Miró o Chillida”.

Bonet subrayó también la influencia de Forcada en la modernización del gusto tudelano y su pasión por la búsqueda de objetos en rastros de medio mundo. “Mi adhesión, pues, a este merecido homenaje a la insoldable María Forcada”, concluyó.

Alejandro Toquero destaca el compromiso de Tudela con el legado cultural de Forcada

El alcalde de Tudela, Alejandro Toquero, cerró el acto destacando el legado de Mari Carmen Forcada y el compromiso institucional con su memoria y la cultura local. “Es un honor para mí cerrar este acto tan especial que rinde homenaje a Mari Carmen Forcada, una figura que no solo da nombre a la Fundación, sino que representa un legado de sensibilidad, compromiso y amor a la cultura y a Tudela”, dijo.

Recordó que Mari Carmen tuvo una convicción sencilla pero poderosa: la cultura debe formar parte de la vida cotidiana de la ciudad, estar al alcance de todos. “Esa idea, en su momento un gesto visionario, sigue viva en cada exposición que se prepara aquí, en la Casa del Almirante y en cada actividad que organiza la Fundación”, aseguró. Toquero destacó el firme propósito de mantener viva la llama que encendió Mari Carmen, “una cultura que conecta, que educa y que transforma”.

El alcalde también valoró la colaboración de artistas, instituciones y ciudadanos que hacen posible este legado cultural y anunció la reciente firma de un convenio con el Colegio Oficial de Diseñadores de Interior y Decoradores de Navarra y la Escuela Superior de Arte y Diseño para la creación de un premio anual al Mejor Trabajo Fin de Estudios que llevará el nombre de Mari Carmen Forcada, contribuyendo así a perpetuar su memoria y compromiso con la cultura.

Una exposición para descubrir o redescubri a una mujer que sembró futuro

La exposición puede visitarse en la Casa del Almirante y constituye un viaje que atraviesa la vida de Mari Carmen Forcada: desde sus primeros trabajos de decoración hasta la creación de la Fundación María Forcada, pasando por su intensa actividad como promotora de exposiciones, coleccionista de objetos singulares y generadora de espacios de encuentro.

Con esta muestra, Tudela salda parte de su deuda con una de sus ciudadanas más comprometidas. ‘Abriendo caminos’ no solo devuelve a la memoria la figura de Mari Carmen Forcada, sino que propone un diálogo vivo con su obra, con sus ideas y con su forma de estar en el mundo.