ESPIRITUALIDAD

Alfonso Verdoy resume las IV Jornadas de Espiritualidad de Tudela.

Alfonso Verdoy Blanco nos ha hecho llegar sus resúmenes de las ponencias de la IV Jornadas de Psicología Transpersonal y Espiritualidad: "Crisis y Crecimiento Personal" celebradas en Tudela el 23, 24 y 25 de Febrero de 2018. Junto a la mayoría de estos resúmenes podrás oir la charla íntegra del ponente. 

 

¿Qué sentido tienen las crisis y cómo vivirlas?

Enrique Martínez Lozano 23- 02- 18.

Empezó su conferencia haciéndonos una práctica meditativo- afectiva, para cultivar el amor a nosotros mismos, que es la actitud básica, y sin ella tendremos numerosos problemas.

Las crisis nos desengañan y nos hacen reconocer que los deseos de nuestro ego de tener una vida exitosa y fácil, además de unas experiencias espirituales sublimes, son un engaño imposible. Si nos identificamos con el ego no podemos ser felices. Las crisis son un hecho inevitable pero a la vez son una oportunidad para crecer. Lo decisivo no es lo que nos sucede sino cómo lo interpretamos y lo que nosotros hacemos.

Las actitudes para crecer son dos: una es no resistir a lo que nos sucede, porque así se aumenta el dolor, y como dice el refrán “A lo que se resiste persiste”, y la otra es no identificarnos con el sentimiento que nos invade, porque entonces nos hundimos y no podremos salir.

Esas actitudes requieren de un triple cuidado:

-El amor incondicionado a nosotros mismos, pues si no me amo, andaré mendigando el amor de los demás y quejándome de que no me lo dan, cuando en realidad el amor que me falta es el mío propio.

-La atención al presente, pues la mente que va por libre nos desorienta y nos quita la paz. Hay que estar presente a lo que es y a lo que soy.

-Callar la mente si queremos vernos con claridad, lo cual no enseña que tenemos que soltar todo aquello que procede del ego, deseos, caprichos, ensoñaciones, etc. De esa manera nos quedaremos sólo con lo que realmente somos: conciencia; y ese hallazgo es el que nos dará nuestra propia autocomprensión. Pero si nos identificamos con el ego perderemos esa comprensión que habíamos ganado.

No hay que tener miedo a soltar, y hay que tener confianza en la vida, en todo lo que nos depare, de ahí el dicho de “Lo que viene conviene”, y conviene porque viene de la vida. Hay que rendirse a la vida, no por masoquismo ni derrotismo, sino porque la vida es sabiduría, hay que rendirse a lo que somos, y ése es el camino de la paz.

Citó frases alusivas a esta idea de rendición a la vida de diferentes personajes, Nietzsche, Ortega y Gasset entre otros. San Juan de la Cruz afirmó que el verdadero secreto era aceptar la vida, y Jesús, en la oración en el huerto antes de la pasión, dijo: Padre, que no se haga mi voluntad, sino la tuya”, lo cual es sinónimo de aceptar la vida.

Siguiendo este camino, ¿cómo sé que no me estoy equivocando?, preguntó un discípulo a su maestro, y la respuesta fue: porque en esa situación no juzgamos a nadie y a nada, y porque no nos quejamos. Terminó resaltando que mientras no comprendamos quienes somos no podremos escapar del sufrimiento.

 

“Ser conscientes del desarrollo personal”

Vicente Simón 24-02-18

Nos encontramos con dos saberes: por un lado, un saber sobre el mundo, que va aumentando cada vez de manera más rápida y sorprendente, habiendo llegado en estos momentos a límites que no podíamos sospechar, como la Inteligencia Artificial de máquinas y robots que imitan y superan determinadas conductas humanas. Y por otro lado una saber sobre la vida que también va en aumento, aunque la vida como tal aumenta en una primera etapa pero a continuación decrece y muere, y es bueno que estemos preparados para este descenso.

Conocemos mucho sobre el propio cuerpo, pero no lo aprovechamos. Debemos cuidarlo mediante la dieta, el ejercicio, evitando el sedentarismo, cuidando y fortaleciendo la respiración, el sueño adecuado, evitando el estrés crónico y realizando determinados ejercicios como el Mindfulnes, el Yoga, etc. Estamos preparados para un estrés momentáneo, pero no para el crónico. También estamos preparados para movernos mucho y comer poco, pero hacemos todo lo contrario. Por eso van en aumento enfermedades como la obesidad, diabetes tipo dos y enfermedades coronarias; si siguen creciendo a este ritmo llegará un momento en que la Seguridad Social no podrá costear esos gastos, y como los Estados no hacen lo suficiente para educar en un tipo de vida más equilibrado, tenemos que ser los individuos los que nos lo propongamos.

En la vida hay mañanas y tardes, siendo la mañana esa época en la que nos dedicamos a luchar y conseguir cosas, mientras que la tarde es cuando ya descansamos de esa actividad y nos dedicamos a una vida más tranquila. Pero hoy nadie quiere vivir esta segunda época, y todo el ambiente- como son los medios y la publicidad- van orientados a mantenernos en la mañana. Por eso vivimos en un mundo imaginario, el que tenemos en la cabeza, que no es el real, mientras que los animales sí que viven siempre en su mundo real.

Nosotros podemos controlar el mundo imaginario con la consciencia, que consiste en tener sensaciones y representaciones mentales cargadas de afecto. La conciencia tiene varios niveles:

-El básico, que es el común a las demás especies.

-Conciencia humana, que sabe lo que hace la básica y se observa. El Mindfulnes aumenta su capacidad para observar la mente, lo cual nos presenta un mundo ilimitado y mucho más rico.

También la meditación sirve para este fin, una meditación que debe de tener dos alas: la sabiduría, relativa a las representaciones mentales que nos hagamos, y la compasión, relativa al afecto que nos tengamos. Sin estas dos alas la meditación no dará resultado.

En cuanto a la mente dijo que tiene dos estados: el estado errante, que es el de nuestro mundo imaginario, que aunque no es real es a veces muy útil, y el focalizado, que es el que nos pone en contacto con el presente. Valen los dos, pero el segundo puede controlar al primero y así se hace más potente. En la meditación empezamos con la mente focalizada, pero enseguida nos vamos a la errante; entonces la focalizada se pone en funcionamiento y volvemos de nuevo a su redil. En ese contacto con el presente que es la atención focalizada se distinguen dos tipos de presente, el del instante, y el narrativo, que hace referencia a una fase de la historia personal. Tenemos que buscar el equilibrio entre la mente errante y la focalizada, y en eso consiste la sabiduría.

Terminó citando una frase de Borges, en la que se dice que todo ocurre para un fin, también los males y las desdichas, y tenemos capacidad para transformar las cosas miserables de la vida en verdades eternas.

 

“Crisis y crecimiento espiritual: reflexiones (trans)personales”

Jorge Ferrer 24-02-18.

12 horas.

Inició su conferencia haciéndonos practicar una relajación en la que nos debíamos concentrar en una crisis que hubiéramos tenido, que la tratásemos como si fuera un tú, dialogáramos con ella y viéramos lo que nos decía. Después de unos minutos, nos pidió que charláramos durante cinco minutos con la persona que tuviéramos al lado y le contásemos nuestra experiencia, sin concretar la crisis en la que nos habíamos centrado. Se basó para esto en que para las crisis la comunidad es fundamental.

Definió la crisis como una situación disfórica (o emoción desagradable) que nos impulsa a realizar cambios profundos, más radicales cuanto más profunda es la crisis. Y el significado de transpersonal es que la persona es un espíritu conectado con la naturaleza y con el cosmos. Trans significa no sólo “más allá” sino también “a través de”. Y nosotros somos un medio que utiliza el universo para conocerse a sí mismo.

Las crisis pueden ser de dos clases:

-Las que son respuesta a un problema colectivo.

-Las que nos ponen en contacto con una experiencia grave de la especie humana, como la muerte de un familiar, una enfermedad, etc.

Pero en cualquier caso, cuando sanamos de la crisis eso repercute también en el ámbito colectivo.

En Occidente hay una gran crisis colectiva, que consiste en vivir la mayoría de las personas en una adolescencia continuada. No se provee de ritos y actitudes a los jóvenes para superar esa etapa, y los Estados no hacen lo suficiente para ello, así que olvidamos la tradicional sabiduría. Por eso necesitamos pasar las crisis para madurar y superar esa etapa en la que nos hemos quedado pegados.

Hay diferentes tipos de crisis, como son las kármicas, que consisten en recibir la influencia de determinadas actitudes negativas de nuestros antepasados. También hay crisis relativas al momento del nacimiento, y a este respecto nos contó su propia historia. Él nació con el cordón umbilical arrollado al cuello, lo que le produjo una breve anoxia (falta casi total de oxígeno en la sangre) y estuvo prácticamente muerto, pero lo reanimaron y aunque pensaron que tendría dificultades intelectuales no ha sido así.

Durante la infancia tenía momentos, estando en clase, en los que entraba en trance, y quedaba quieto y hierático, totalmente absorto y sumido en un mundo luminoso y de gran belleza, por lo que cuando sus compañeros le despertaban se enfadaba mucho por haberlo perdido. Como esas situaciones se repitieron le llevaron a un psiquiatra, quien tras estudiarlo con detenimiento dictaminó que estaba perfectamente normal.

Luego, en la adolescencia, tuvo muchas experiencias extracorporales, y las vivía con gran terror, pues le asustaba pensar si podría o no regresar a su cuerpo; todo ello le provocó bloqueos neuróticos y de tipo sexual, lo cual le llevó a estudiar Psicología Transpersonal. Después estuvo quince años en un monasterio budista, una etapa en la que seguía con los bloqueos y no podía canalizar la energía que experimentaba. A la salida tuvo una novia, con la que pudo vivir por fin su primera experiencia sexual, de lo que tiene un recuerdo muy bonito. Pero vivió una crisis relativas a su desarrollo y a las relaciones íntimas, descubriendo que no le iba el asunto de la monogamia y que prefería la poligamia. Vivió esta situación con engaños, pero luego puso todo en claro y se dedicó a seguir sus tendencias, yéndose a California donde más se practica las relaciones sexuales abiertas.

Esta nueva situación le deparó frutos espirituales, como que los celos se transformaron para él en gozo empático, le fue fácil luchar contra sus miedos, pudo integrar con facilidad el eros y el ágape, es decir, el sexo y la espiritualidad, se liberó del amor entendido como posesión y le gustaba trabajar por la libertad y felicidad de sus amantes.

Una nueva crisis le llevó a mantener el celibato durante tres años, tras los que comprobó que recuperaba la sexualidad polimorfa de los bebés, puesto que todo contacto le proporcionaba placer y bienestar. A partir de ese momento vivió varias crisis muy gordas, estimuladas por estupefacientes, pasando episodios psicóticos terribles de los que pudo salir con mucha ayuda. Se puso entonces a trabajar como terapeuta, lo cual le hizo mucho bien, pues comprobaba en la mirada de sus pacientes que se sentían comprendidos porque también le comprendían a él.

Posteriormente se fue a vivir en comunidad con una serie de personas, algunas con sus hijos, y pasó una etapa muy agradable, pero al poco disolvieron la comunidad, para no repetirse y anquilosarse. Dijo no sentir miedo a lo que pudiera suceder después, ya que lo importante es confiar en la vida, sin tener miedo a lo que pueda venir. Dijo que a él las crisis le habían hecho verdaderos regalos, y que seguía viviendo de acuerdo con la psicología transpersonal, que es la manera de abrirse a la plenitud. Es cierto que eso tiene el peligro de hacernos caer en el narcisismo, creyendo que somos los mejores, y en el mesianismo, haciéndonos pensar que vamos a arreglar el mundo; pero pese a ello debemos seguir en ese camino, el verdadero camino para seguir creciendo porque somos plenitud.

 

“Crisis y estados amplificados de conciencia”

Miguel Morate y Juan Ruiz 24-02-18.

16 horas.

Miguel Morate:

Empezó definiendo la Psicología Transpersonal como la ciencia que estudia los estados transegóicos.  Continuó recordando el oráculo de Delfos, que decía “Conócete a ti mismo”. Puesto que era una orden eso hacía suponer que en realidad no nos conocemos, y que lo que tenemos de nosotros es una idea falsa, que nos la proporciona el ego.

Creemos en lo que el ego nos dice, y pensamos que estamos separados de todo, que nos rodea un vacío que tratamos de llenar con éxitos, siendo el ego el origen de los deseos que nunca se colman.

Ahora bien, si no somos el ego, ¿qué somos?, somos conciencia que emana de una conciencia superior. La Respiración Pneuma permite experimentar las falacias del ego y nuestra verdadera naturaleza. Debemos pues renunciar al ego, pero eso también nos producirá una crisis.

A continuación nos contó el caso clínico de una chica de 26 años, de vida profesional y amorosa plagada de éxitos, a la que una mañana de improviso le sucedió una crisis de ansiedad, que le impedía moverse y respirar con plenitud; pensó que podía morir, pero se le pasó. Como se repitió varias veces fue a la consulta de Miguel Morate y tras muchas charlas se descubrió que la actividad profesional de la chica no tenía su origen en ella sino en los deseos de sus padres y de sus empresarios. Mediante la respiración pneuma fue reafirmando su independencia y superando la crisis, aunque pasó por momentos de alucinaciones, que no eran más que símbolos de su temor a recuperar su independencia. Pero tras seguir con el método de las respiraciones salió totalmente recuperada y transformada.

 

Juan Ruiz:

Empezó diciendo que pneuma significa espíritu, hálito, y que cuando Dios creó al hombre lo hizo de barro y al final le sopló, infundiéndole una especie de programa espiritual, una esencia. La respiración pneuma logra tener experiencia de ese dinamismo espiritual negada por el conductismo y el psicoanálisis. Tenemos cuerpo, alma (los pensamientos, emociones e imaginaciones) y espíritu (los estados ampliados de conciencia). Ese espíritu nuestro lo tapa el ego, que es la base de la ignorancia y el origen de las crisis, mientras que lo espiritual es fuente de felicidad.

Las virtudes están hoy en peligro, pero contamos con un punto de apoyo para salvarlas: el ser, nuestra conciencia. Se da en nosotros la armonía cuando nuestra conciencia está integrada: el cuerpo contiene el alma, que contiene a su vez el espíritu Entonces somos luz, y se da en nosotros la unidad, la individuación. Sin embargo, cuando la conciencia está fragmentada hay múltiples yos. El ego es un brote psicótico, y en los Estados Ampliados de Conciencia vemos el ego y nos liberamos mediante la conciencia, que es quien toma el mando. Es una conciencia extraordinaria. Además está la ordinaria, y en ella se dan asertos y errores, también las crisis. También están la conciencia transordinaria, que es la que inicia la transformación de abandonar el ego,  la conciencia espiritual, que nos da la experiencia de la sagrado en nosotros, y la conciencia transpneumática, que ya no busca resolver las crisis sino conectar con el ser profundo, que es lo más alto, y desde él podemos observar toda nuestra persona.

La felicidad consiste en contactar con lo más íntimo, de esa manera podemos observar los pensamientos y las emociones, y poco a poco se da la integración de la conciencia, proceso que dura días, o meses, o años quizá, y entonces se nos abren otros niveles de percepción y de conciencia, y también el ámbito de lo divino. Por eso acercarse a esa luz interior que nos constituye es la verdadera terapia.

 

Cómo acompañar en los cambios de la vida

Fidel Delgado 24-02-18.

18 horas

Inició su charla diciendo que hay que estar dispuestos a lo que venga, porque somos transeúntes. Tenemos ideas propias que a veces no están en armonía con la vida que fluye, siendo entonces cuando surgen las crisis, que son terror, pero también cambio y crecimiento de conciencia. Yo quiero- nos dijo- facilitaros un cambio desde más allá a más acá, porque todos estamos en crisis. Y esto va a ser como un buffet, así que estad atentos a vuestro apetito. Vuestro cuerpo sabe lo que tiene que coger y soltar, así que tenéis que decidir vosotros qué es lo que vais a coger, y tenéis que tener confianza en que sabréis decidir.

Nos contó – con un gran sentido del humor- que él tuvo en su vida un desprendimiento de “rutina”, lo que le llevó a operarse de las cataratas del alma, y así pudo ver de otra manera, lo que le hizo más feliz. Y es que lo que cada uno es ya lo es, y es de tontos no disfrutar cada día de lo que eres. A lo que eres no le puede pasar nada malo, pero sí a las formas que tienes de ser. Es conveniente-siguió diciendo con humor- hacer de cuando en cuando unos suspiros y hacer hueco a lo nuevo.

Nos hizo una propuesta mediante un cartel en el que ponía “Transformar tu mundo”, pero escrito de tal manera que en la letra “f”, la elipse de arriba tenía un tamaño muy grueso-que simbolizaba la plenitud de nuestro ser-, mientras que la elipse inferior lo tenía muy pequeño, simbolizando de ese modo la pequeñez de nuestra vida rutinaria, y nuestra tarea consistiría en pasar de la pequeñez a la plenitud que somos.

A continuación se puso un delantal en el que ponía “5%”, para decirnos que sólo vemos el 5% del universo y de nosotros. Cada uno de nosotros es un misterio vivo e inteligente que capta información, y que la totalidad que somos la tenemos todos los días.

Ir de la pequeñez a la plenitud es un cambio de dimensión, de apertura hacia el ser. Somos una plenitud encarnada en lo que somos ahora. A eso le llamó la crisis cuántica, el ser a la vez ser total y ser pequeño, de igual modo que en Física una partícula es a la vez onda-frecuencia ilimitada- y corpúsculo pequeño.

El ego, lo pequeño, tapa lo que somos, y eso nos lo dijo de un modo cómico, poniéndose un globo que él mismo infló delante de la cara, lo que impedía verle el rostro, pero si soltaba el aire del globo, entonces sí que le podíamos ver la cara. Sin embargo, en muchas ocasiones en lugar de soltar el aire del globo- es decir, de eliminar el ego- lo cerramos para que no pierda volumen y nos justificamos diciendo: “es que yo soy así”. Pero si lo hacemos de ese modo, es imposible ver el alma de las personas.

Cuando nos acostamos, generalmente nos desprendemos de nuestro ego, y al despertarnos retomamos el ego, aunque tenemos lo ilimitado que somos a nuestra disposición. Cuando tenemos un problema y no sabemos qué hacer preguntamos a otros qué hacer, y no nos preguntamos a nosotros mismos, que somos sabiduría, y es porque nos protegemos-nos ocultamos-mediante el globo(el ego) e ignoramos nuestra grandeza.

Por eso, en el acompañamiento que hacemos a otras personas, si creemos que somos poco y que la otra persona es también poco, nuestro acompañamiento no servirá para nada. Pero si yo creo que soy todo y que la otra persona también lo es, eso servirá para que el globo del otro se desinfle y aparezca su plenitud. De esa manera le acompañaremos a que regrese a sí mismo.

Mediante otro delantal nos volvió a insistir en nuestra crisis cuántica, pues en el delantal ponía “soy todo y a la vez soy poco”. Si sabes que eres ilimitado bastará que hagas dos inspiraciones y el todo que eres te dirá lo que hacer. Busca pues ratos en que te conectes y quedes disponible a ese amor, a esa energía creativa, y cada poco quedarás actualizado. Así que si lo haces “mañana será otra vida”.

 

Autoconocimiento, una necesidad

Marly Kuenerz 25-02-18.

La sociedad potencia la atención hacia afuera, y por eso nos identificamos con nuestro personaje. Para la Psicología Transpersonal hay un más allá de nuestro personaje, y la atención debe ir más allá, pues conocer lo de adentro también es importante. A esa mirada interior ayuda el Mindfulnes, que es una versión occidental del budismo, y propone la meditación que nos lleva a un lugar infinito, lo que ayuda incluso a la salud. La mente tiene poder para eso, pero no nos lo enseñan en los colegios. El budismo es en esencia la atención plena.

Todo lo que se ve se nos graba y nos influye; puso el ejemplo de que si imaginamos un limón, con los ojos cerrados y olvidados del exterior, enseguida se aumenta la salivación, lo que demuestra el poder de las imágenes de la mente. Por eso es importante la atención, y aquello a lo que no se presta atención no existe.

Hemos de considerar que todos estamos unidos en el fondo, aunque los sentidos nos digan lo contrario. Si nos comportamos como si reamente estuviéramos separados, eso nos provocará dolor en muchas ocasiones.

La atención es importante porque los conceptos que formamos se materializan en nuestra conducta. Un artículo publicado en la revista “Investigación y ciencia” demuestra que el cerebro se activa mediante la meditación y que la mente distraída gasta más energía que la focalizada.

El autoconocimiento equivale a poner la atención en lo que pasa dentro de ti. Si focalizas la atención en tu rutina, se repetirá siempre, por eso hay que saber lo que sucede dentro de ti, comprender tu inconsciente para ordenarlo, y así las cosas fluyen solas. La atención es además un método terapéutico, y al volcarla sobre la mente descubrimos que hay en ella muchos más conocimientos que los que obtenemos del mundo.

El juego de la atención, que ella nos propone, consiste en neutralizar las grabaciones inconvenientes, para evitar su influencia negativa. Sobre el juego de la atención se ha hecho un test para medir cinco variables: Extroversión, cordialidad, responsabilidad, estabilidad emocional y apertura. Se midieron sus valores antes y después de un ejercicio de atención y todas se mantuvieron más o menos igual menos la estabilidad emocional, que mejoró 10 puntos después del ejercicio. En la experiencia se aplicó el factor Cohen, que tiene un máximo de credibilidad del 0,8, y en el experimento dio un valor de 0,79, o sea que el resultado es totalmente fiable. Por ello hemos de estar convencidos de que nuestro equilibrio personal depende mucho de la atención.

Freud pensó que el enfermo tiene que vivir con su enfermedad, pero lo neurótico puede mejorar mucho gracias a la atención, y con ella tenemos un gran potencial. Por otra parte no hay que pensar que los genes son los responsables de nuestra conducta, pues Bruce Lip demostró que los genes están ahí, pero que sólo se activan si vivimos en un ambiente que los potencie, tanto si es el mundo externo como el interno de cada uno. En realidad somos como un río; si en él caen piedras gruesas y grandes- que equivalen a las grabaciones negativas de nuestra mente- la corriente del río fluirá mal. Y si alguna cosa nos recuerda una grabación anterior nuestra, ésta se levanta y nuestra energía no fluye como debiera. Por eso hay que neutralizar las grabaciones negativas y meter información nueva. Se nos graba lo que nos hacen, lo que vemos hacer y la actuación del personaje, que la repetimos por activa y por pasiva; no sólo haremos esas grabaciones negativassino que buscaremos que nos las hagan. Así que si te han reñido mucho, tú también reñirás a los demás y provocarás que te riñan.

Si cambiamos las grabaciones tendremos una lógica diferente, una nueva manera de pensar, emociones distintas, nuevos procesos en el cuerpo, actuaremos de modo distinto y nos sentiremos diferentes con un nuevo potencial.

Lo dicho hasta aquí se refiere a lo personal, nos dijo, y a partir de este momento nos explicará en qué consiste lo trans, que no es otra cosa que el vuelo del espíritu. En un vídeo que nos proyectó pudimos comprobar que en el Universo hay grandes zonas de vacío, que es precisamente lo más fértil, porque al no tener forma puede ser todo, pero sólo entendemos lo que tiene forma, aunque el vacío es la mayor riqueza, porque de él puede salir cualquier forma, y también el tiempo, que es propio de las formas.

Garnier estudia el desdoblamiento del tiempo, y dice que en el vacío no hay tiempo, que todo es instantáneo. Ese vacío lo representa con un punto, y a partir de él el tiempo se desdobla. Esta esla representación que nos hizo, envolviendo todas las fases en un triángulo:

Punto vacío

Ser

Lo cuántico

Inconsciente colectivo 

Personalidad

Mente

Emoción

Mundo físico

Desde el Inconsciente Colectivo hacia abajo se inicia la formación de la materia; del Mundo físico a la personalidad se da lo personal, y lo trans es a partir del Inconsciente Colectivo hasta el Ser. Además hay dos nuevo niveles: por encima del Ser está el propósito universal para que el que cada uno fue creado, y por debajo del Mundo físico está la materialización de ese propósito. En todos los niveles inferiores al punto hay tiempo.

Continuó después con una interpretación numérica de la realidad, diciendo que todo se explica mediante números, lo cual coincide con la teoría pitagórica, y con el pensamiento de Leibnitz y Newton, afirmando que todo tiene tendencia a la unidad, cosa que se realiza con las fórmulas. Luego citó la paradoja de los números irracionales, que tienen infinitos decimales pero que sin embargo se pueden representar gráficamente con total exactitud. Este nuevo tema llegó cuando había transcurrido más tiempo del asignado-hora y media, frente a la hora que estaba programada- por lo que Marly  Quenerz le dio unas rápidas pinceladas que no tuvo tiempo a desarrollar. Terminó afirmando que la realidad es el infinito y que lo transpersonal es el reflejo de ese infinito.

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Las crisis que tienen cierta magnitud nos provocan estados emocionales intensos, por lo que perdemos el control sobre nosotros mismos y sobre esa emoción, lo cual impide la capacidad de tomar decisiones de cualquier tipo, pues nos quedamos de momento como paralizados. La persona pierde autonomía y pierde o se le debilita la capacidad de considerar racionalmente alternativas de conducta. De ahí la solución que postularon los estoicos, filósofos atenienses del S. IV a. de C., cuyo fundador fue Zenón de Citiun; propugnaron como solución a estos problemas que nos desentendamos de todo tipo de emociones y sentimientos, tanto si son positivos como negativos, que no les hagamos caso y que estemos por encima de ellos; de esa manera no podremos gozar en determinadas ocasiones, pero en otras nos evitaremos sufrir; lo llamaron a esta postura “apatehia”, que también la defendieron otros pensadores en diferentes épocas, como Séneca, filósofo cordobés del siglo I que fue preceptor de Nerón y que murió precisamente por orden de éste, y el emperador romano Marco Aurelio un siglo más tarde. Pero seguir esta línea sería tanto como negarnos a vivir una dimensión esencial de nuestra naturaleza, y por otra parte siempre terminamos recuperando nuestro autodominio.

 Por otro lado, hemos de tener en cuenta que las dificultades que se nos presentan, aunque en un primer momento nos desorienten, terminan provocándonos, nos hacen sacar fuerzas e ingenio que no suponíamos poseer y somos capaces de superarlas; en definitiva, que los problemas nos hacen crecer personalmente y progresar en nuestras aptitudes personales, como supongo que todos tenemos experiencias claras de lo que digo.

Como todos los años, voy a iniciar esta presentaciónhaciendo un rápido repaso por lo que la filosofía occidental ha dicho sobre el tema central de este año. La verdad es que el tema de las crisis y de los fracasos apenas se ha tratado directamente por los filósofos, pero sí de modo indirecto. Es más un asunto de la psicología.

El primero que en cierto sentido se acerca al tema de estas jornadas es Aristóteles, cosa que no debe extrañar, porque fue el primero que hizo una filosofía sobre todos los asuntos, como son la lógica, la moral, la física, la naturaeza, la teoría del conocimiento, la metafísica, la ética, la teología, la retórica y la política, además de un estudio sobre la generación de los animales, que Darwin tuvo muy en cuenta. En la Ética a Nicómaco, que era su hijo, nos dice que debemos practicar la prudencia no ya para saber qué es el bien, sino para ser buenos, actuar bien y resolver las dificultades; la prudencia nos hará actuar siempre del modo más oportuno y conveniente, porque el hombre tiene la capacidad de deliberar rectamente sobre lo bueno y conveniente para sí mismo, no en sentido parcial, sino para vivir bien en general, es decir, no para preocuparse en desarrollar aspectos parciales de su persona, lo cual nos haría seres desequilibrados, sino todos los aspectos, incluyendo también las relaciones familiares. Deliberar sobre lo que es bueno para toda su personalidad es una capacidad natural, lo que pasa es que en ocasiones deliberamos sobre lo que es bueno para uno solo de los aspectos de la personalidad, y coartamos la capacidad natural y la degeneramos, siendo esto motivo en muchas ocasiones de las crisis que se nos presentan.

El ser humano, además de tener la capacidad para deliberar rectamente, es capaz también de prestar atención a las circunstancias que le rodean y entenderlas, lo cual le llevará a realizar la acción más adecuada. Pero estas dos capacidades, la de deliberar sobre lo que nos conviene y el prestar atención a nuestras circunstancias, las tenemos que desarrollar y convertirlas en hábitos, de tal manera que modulen nuestro modo de ser y conformen nuestro carácter; si no tenemos tales hábitos, los primeros inconvenientes nos desarbolarán por completo. Por eso es favorable que tales capacidades nos produzcan bienestar, que encontremos gusto al hacerlo, y también es imprescindible que tengamos fuerza de voluntad para pasar a la acción, pues si carecemos de ella no podremos llegar a ser verdaderamente prudentes porque no actuaremos.

Hay que resaltar que prudencia significa acción, actividad directa y clara, y no tiene nada que ver con ese concepto extendido de que la persona prudente es la que deja actuar a los demás y se queda pasiva.

También hemos de tener en cuenta que la prudencia no es ciencia, que no tiene la precisión de un teorema de matemáticas, por ejemplo, ni hay una regla fija, porque cada caso y cada persona es un mundo, y no hay una solución única que sirva para todos. También es cierto que el prudente, con todos sus hábitos y voluntades puede fallar, pero esto le tiene que servir para aprender de sus propios errores, que han sido en este caso su circunstancia más inmediata.

Una vez que se ha encontrado qué es lo que hay que hacer, es importante pensar sobre cómo hacerlo, cómo debemos actuar, de qué manera vamos a realizar la acción que nos conviene, para que los demás entiendan nuestra postura y no la rechacen.

Damos ahora un salto de veintitrés siglos, desde Aristóteles al filósofo español Jaime Balmes, (1810-1848), que nos dice que para pensar bien y dilucidar sobre cualquier suceso el primer medio imprescindible es la atención, que es la que nos da total claridad en nuestras ideas y nos facilita además tener una buena memoria sobre los hechos. Para ser totalmente eficaz debe ser suave y reposada, ejercerla tranquilamente, ya que si es demasiado agobiada, puede resultar negativa, pues este autor cuenta entre los distraídos tanto a los atolondrados como a los ensimismados, en cuanto que éstos se desentienden de los aspectos digamos colaterales.

Se puede interrumpir la atención cuando surge alguna situación que lo requiere, y si se ha practicado de manera relajada no cuesta volver de nuevo a ella. Primero hemos de centrarnos en lo que en un momento determinado nos resulta imposible, conocer a fondo las razones de la imposibilidad con que tropezamos, y en el momento que lo hayamos descubierto sabremos también cuales son nuestras posibilidades y cuál debe ser nuestra manera de actuar.

A finales del siglo XIX y principios del XX surgen dos movimientos filosóficos en Europa, el historicismo y el vitalismo, mientras que en el ámbito sajón, sobre todo en USA, surge el pragmatismo.

El alemán Wilhelm Dilthey (1833-1911), que es historicista, sostiene entre otras cosas que frente a los límites impuestos al hombre por las circunstancias, se le abren otras hermosuras del mundo y de la vida que de otro modo no hubiera alcanzado nunca”

El americano William James (1842-1910), pragmatista y americano, considera la mente como un instrumento de adaptación al medio, investiga los hechos y se hace de ellos una idea clara, y a partir de esta idea sabremos qué sensaciones podemos esperar y qué reacciones hemos de preparar. La filosofía de William James sirve no sólo para solventar las dificultades que se nos vayan presentando sino también para prevenirlas. Lo que importa es que esas ideas sean útiles para mejorar nuestra situación o para hacerla más soportable.

Charles Sanders Peirce (1839-1914), pragmatista y también americano, se preocupa fundamentalmente por el tema de la semiología, pero en su obra filosófica hay aspectos que podemos aprovechar para estas jornadas, cuando afirma que todo conocimiento no es más que una búsqueda que parte de las dudas que la vida nos ofrece, pero esas dudas nos provocan una irritación de la que nace una lucha para conseguir una solución segura. También propone un método: señala que la ciencia utiliza tres métodos: El deductivo, que ofrece siempre deducciones verdaderas, pero que sólo es útil en lógica y en matemáticas. El inductivo por el que, después de observar que bastantes individuos de una clase poseen ciertas cualidades, concluye que todos los individuos de esa clase poseen también esas propiedades. Y la abducción, que consiste en que para hallar la solución de un problema hay que inventar una hipótesis de la que podamos deducir alguna consecuencia, y si esa consecuencia se puede verificar, esa hipótesis es verdadera, pero eso no quiere decir que sea verdadera para siempre.

John Dewey (1859-1952), americano y pragmatista, nacido en New York como William James, afirma que el hombre se halla inmerso en el mundo y que su naturaleza consiste en una capacidad para dar significado a la realidad y para modificarla. Poner ejemplos: un palo que nos encontramos lo utilizamos como bastón, y un tronco lo podemos utilizar como un puente, así como el barro lo podemos aprovechar para hacer ladrillos, etc., lo cual es modificar la naturaleza. Nuestra inteligencia es una fuerza activa llamada a transformar el mundo de acuerdo con nuestros objetivos. La existencia humana implica peligro, y nuestro problema es encontrar lo que es necesario para rectificar o evitar lo que sea perjudicial, y así las situaciones negativas pueden ser superadas. Como William James, es pragmatista, y dice que las ideas son en realidad instrumentos, y por tanto pueden ser válidos o no, eficaces o no, pero no verdaderos o falsos. El concepto de verdad lo suplantan por el de utilidad.

Giovanni Gentile (Sicilia, 1875- 1944), neoidealista italiano. El tema principal de su filosofía es la dialéctica, pero no como la pensó Platón sino como la propusieron Kant y Hegel, tema que él intenta desarrollar. En este asunto se le presentan los temas del mal y el error, y él los entiende de una manera muy personal.

El mal es lo que se nos enfrenta y opone, lo que en definitiva trata de negarnos, pero en ese momento el espíritu se levanta y niega la negación de lo que se nos está oponiendo, lo destruye. El mal que trata de anularnos es como el motor que pone en pie nuestro espíritu, que mediante su respuesta nos hace progresar.

El error es lo que se opone a la verdad, pero no es más que un momento de la verdad, pues sólo lo reconocemos a través de ella, y no sólo en el aspecto lógico, sino también en el nivel práctico y en el moral. El mal y el error, en resumen, son el combustible de la llama del espíritu, que es quien los destruye y es por tanto nuestro bien.

Maurice Blondel, un filósofo francés espiritualista de mediado del siglo XX, (1861- 1949) sostiene que el hombre tiene inserta una voluntad de alcanzar la perfección y de realizarse a sí mismo, y no solo eso, sino que posee una fuerza especial para dirigirse a una dimensión sobrenatural. Tenemos un dinamismo inagotable del que la inteligencia y la voluntad extraen su fuerza para obrar, por eso, la inadecuación con nosotros y con la realidad es la ley de la vida, pero a la vez es la ocasión para que esa fuerza original se ponga en marcha.

Avanzamos unos pocos años dentro del siglo XX y nos vamos a considerar al filósofo español Ortega y Gasset. (1883- 1955), perteneciente al vitalismo.Es conocida el proverbio en que se basa su filosofía, la frase que dice: “Yo soy yo y mi circunstancia”. Partiendo de los problemas que sus circunstancias le puedan presentar el hombre se construye su propia existencia e intenta realizar el proyecto que ha elegido. Se inventa a sí mismo a través de la fantasía: una fuerza que le hace al hombre proyectar nuevas actividades yproyectos,  con lo que inventa la cultura y la historia.

Para resolver sus problemas el ser humano crea ideas, imagina posibilidades, inventa hipótesis y cuando éstas no son adecuadas inventa otras y aprende de sus propios errores, lo cual le da mucha experiencia de la vida. También inventa instrumentos, profesiones, estilos de vida e instituciones. Así surge la cultura en sus aspectos individual y social. El sentido de la vida es que cada uno asuma sus circunstancias y las recree; no es la razón lo principal sino la vida, siendo la razón una de sus funciones. Por eso las cosas no se descubren por la fría razón, sino por vivir y actuar con ellas.

La vida me es dada, pero no se me da hecha, es algo que tenemos que hacer, lo que supone un problema y una inseguridad radical, pero que a la vez contamos con los medios para lograrlo. Así pues para vivir tengo que hacer algo con las cosas, siendo esta la manera de que se me descubran.

 Es de nuevo una visión optimista del hombre, que tiene la capacidad de encontrar la solución a susinconvenientes, contando además con que las cosas se descubren ellas mismas por medio de nuestro vivir con ellas.  

Emmanuel Mounier (1905- 1950), fue el fundador del Personalismo, con ocasión de la gran crisis económica de 1929. Y él afirmaba que así como el Renacimiento fue la solución para la crisis de la Edad Media, el Personalismo sería la solución a la crisis del siglo XX. Esta gran crisis no sólo tuvo motivos económicos, sin principalmente morales, porque no se tuvo en cuenta el valor de cada ser humano sino el beneficio dinerario. Así que la solución no estaba sólo en cambiar el sistema económico sino sobre todo en colocar a la persona en el centro de la discusión teórica y de la acción práctica, potenciando su dimensión espiritual.

Por eso el centro de su filosofía es la defensa de la persona, que está encarnada en un cuerpo, inserta en la historia y que es por naturaleza comunitaria. Es inobjetivable e indefinible, no nos cabe en la conciencia, y somos mucho más de todo lo que podemos pensar. “El estado es para la persona y no a la inversa”. Esa potenciación de la dimensión espiritual requiere que en primer lugar seamos capaces de descubrir nuestra auténtica vocación, o lo que es lo mismo, llegar a conocernos en profundidad, lo cual nos servirá para comprometernos en un proyecto, que puede ser el trabajo- lo cual no siempre es posible- o algo fuera y distinto del trabajo, y ese proyecto no debe ser solo personal sino también social. Estos tres ejercicios-vocación, proyecto y servicio-  serán, junto al hecho de considerar a la persona el ser más importante, los que nos ayudarán a solventar las posibles crisis y también a evitarlas. La cuestión no es huir de la realidad, sino transformarla.

No quiso saber nada del marxismo porque es un capitalismo de estado, exalta a la colectividad frente a la persona, y produce regímenes totalitarios.

Xavier Zubiri (1898-1983), justifica filosóficamente el que realmente podamos enfrentarnos a nuestros problemas y superarlos. Aprehensión de estimulidad y de realidad: el animal y el hombre; mientras el animal queda atado a lo que percibe y debe seguir el dinamismo que lo percibido implica, el hombre está suelto respecto a las cosas, y por ello puede actuar sobre ellas como quiera, es libre. Nos apropiamos de unas posibilidades y en consecuencia creamos otras nuevas: así surge la historia. La persona puede conferir sentido a las cosas y constituir un mundo de posibilidades. Es decir, que afrontando los problemas creamos además un mundo de nuevas posibilidades y nos perfeccionamos.

Por otra parte, desde 1990, se habla de inteligencia emocional, un concepto que acuñaron Peter Salovey y John Mayer, lo cual fue una novedad, pues se consideraba que las emociones no tenían nada que ver con la vida intelectual, y se consideraban siempre como algo irracional, pues de acuerdo con lo que había dicho William James, el cerebro no poseía ningún sistema especial que hiciera referencia a ellas. Sin embargo, un neurólogo americano posterior, James Papez, afirmó tras múltiples investigaciones en 1937, que el hipotálamo se encargaba de esta función y además tenía conexión con las zonas pertenecientes al conocimiento.

Se considera inteligencia emocional la capacidad de controlar las emociones propias y las de las personas con quienes nos comunicamos, distinguirlas y guiar el propio pensamiento y la conducta para conseguir resultados positivos. Se considera por tanto que hay una interconexión clara y evidente entre el pensamiento, la acción humana y las emociones, y el equilibrio emocional es un requisito indispensable para el buen funcionamiento de nuestra capacidad de conocer.

Como resumen cabe decir que todos los filósofos consultados son de la opinión de que las crisis, aunque dolorosas y desagradables en principio, son un motor que impulsa nuestro crecimiento personal, porque estamos preparados para ello.

Alfonso Verdoy Blanco