Artesanos de los valles de Aezkoa y Salazar muestran su trabajo en el Queiles

Participaron en las Fiestas de la Verdura llevando a cabo una demostración de cómo se fabrican las tablillas de haya para cubiertas de edificios de manera tradicional

irati
photo_camera El presidente de Bardenas, José Mari Agramonte, con los artesanos de los valles pirenaicos.

La junta del Valle de Salazar, la Hermandad de la ermita de Irati, y los artesanos, Javier Goicoa Juango, Bernardo Landa Esarte, Antero Fernández Gazpio, Isaac Juanco Goñi, Pio Sarriés Martínez, Jesús Maria Larrañeta Elizondo y Martín Landa Compains, se reunieron en Tudela, gracias a la invitación del presidente de la Orden del VolatínRafael Remirez de Ganuza, para participar en las Fiestas de la Verdura con la demostración de cómo se fabrican las tablillas de haya para cubiertas de edificios de manera tradicional de los valles pirenaicos.

Los tudelanos tuvieron la oportunidad de revivir el trabajo que estos artesanos realizaron durante 17 días de la primavera del año pasado en el paraje de Burdinzokoa, en el bosque Irati. Estos artistas de la madera y el hacha hicieron las tablillas (7.700) que en los próximos meses se van a colocar en la cubierta de la ermita de la virgen de las Nieves.

El presidente de la junta del Valle de Salazar, Pedro Mascaray, estuvo en la demostración para respaldar y animar a que esta iniciativa de reforma de la ermita de las Nieves, que han promovido desde su inicio, siga adelante. El maestro artesano del grupo, Javier Goicoa, maestro artesano del grupo, hizo que las personas que se acercaron al paseo del Queiles conectarán con la Selva del  Irati con su detallada explicación del proceso de elaboración de las tablillas; desde  el proceso de selección y corta de las hayas hasta la colocación de las mismas en una estructura que replicaba un tejado, y al  que cualquiera pudo acercarse para  ver, tocar y verificar el resultado del trabajo que in situ se hacía en  la demostración.

El capellán de la Hermandad y párroco del Valle, Livio Ledezma, ofreció detalles de la historia de la ermita construida en 1954, y de su versatilidad como referente de grupos montañeros, forestales, ganaderos, culturales, religiosos y vínculo para los valles españoles y franceses del Irati.

A la demostración se acercaron muchos tudelanos, que se mostraron interesados en conocer si la estructura de tablillas resistiría el cierzo de la Ribera. En este sentido, cabe destacar que en Irati, esta estructura lleva 70 años funcionando en la ermita y también en distintos edificios de los valle de Aezkoa y Salazar. 

Los pequeños que acudieron a esta cita disfrutaron aprendiendo las lecciones de los artesanos y haciéndose fotos en el roll-up del bosque Irati.

También participó en esta jornada el presidente de la Junta de Bardenas, José Maria Agramonte, que confraternizó con todos los salacencos y aezkoanos presentes, ya que como congozantes de la Bardena también forman parte de la Junta.

En la sede de la Comunidad de Bardenas, Agramonte y el aizkolari navarro Iker Vicente entregaron un obsequio a Pedro Mascaray en agradecimiento por las hayas que cada año cede la Junta del valle de Salazar al deportista para realizar sus entrenamientos. Un emotivo acto donde no faltaron salacencos vestidos con la indumentaria tradicional para dar realce y solemnidad a la cita.

La jornada, según reconocieron los propios participantes, sirvió para "realzar la diversidad de Navarra" y  para constatar "el mutuo aprecio y respeto entre los navarros del norte y el sur". El presidente de la Orden del Volatín, Rafael Remírez de Ganuza, manifestó su intención de llevar los gigantes de Tudela a la reinaguración de la ermita.