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Ayudas de hasta 12.000 euros por edificio para retirar amianto del parque residencial

La dirección general de Vivienda del Gobierno de Navarra implantará esta subvención en el marco de los fondos Next Generation destinados a regeneración urbana y rehabilitación de inmuebles 

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photo_camera Tejado fabricado con amianto. Foto: Ecologistas en Acción

El departamento de Ordenación del Territorio, Vivienda, Paisaje y Proyectos Estratégicos, a través de la dirección general de Vivienda, activará una nueva línea de ayudas para proceder a la retirada de amianto del parque residencial. Para ello, destinará un total de 12.000 euros por edificio dentro de la financiación que recibirá el Gobierno de Navarra de los fondos Next Generation EU dedicados a la regeneración urbana de barrios y actuaciones de rehabilitación en edificios.

Esta acción, para la detección y retirada de materiales con amianto, históricamente utilizados en estructuras de construcción y que contienen componentes minerales cancerígenos, se enmarcará dentro de las actuaciones que ya vienen contempladas en las intervenciones de rehabilitación protegida de edificios y viviendas

Concretamente, aprovechando las actuaciones en las que incidirán los fondos de rehabilitación de los Next Generation EU, el Ejecutivo foral incluirá una ayuda de hasta un máximo de 12.000 euros por edificio por los conceptos de retirada, manipulación, transporte y gestión de residuos mediante empresas especializadas y autorizadas para la retirada de material de amianto de los edificios residenciales.

En los Informes de Evaluación de Edificio que se redactan en Navarra de acuerdo con el Decreto Foral 108/2014, de 12 de noviembre, puede identificarse por los técnicos que realizan las inspecciones la presencia o no de materiales con amianto en los edificios en sus cubiertas de fibrocemento, canalones, bajantes, desagües, chimeneas, depósitos, suelos de linóleo, proyectados sobre estructuras metálicas o conducciones, asilamientos y juntas de calderas, aislamientos en paramentos verticales, elementos ornamentales como jardineras, presencia de cartón amianto y otros.

La Dirección de Vivienda prevé, de esta manera, intensificar en el ámbito residencial las directrices que emanan del primer plan director de eliminación de amianto que el Gobierno foral elaboró en 2018, coordinado por el Instituto de Salud Pública y Laboral.

Esta actuación se suma al programa de atención al amianto en las empresas que se está elaborando dentro del Plan de Salud Laboral, que propone avanzar en la identificación de este material en edificaciones y todo tipo de construcciones, incluidas viviendas, lugares de trabajo o cualquier tipo de inmueble.

Exposición al amianto

Casi la totalidad de la población ha estado en contacto en algún momento de su vida con materiales con amianto (MCA). La exposición no laboral está asociada a la presencia de fibras de amianto procedentes de materiales en mal estado, tanto en viviendas como en edificios públicos o privados en los que se habite o a los que se concurra, o en ambientes exteriores, derivados en general de demoliciones, obras, o abandono incontrolado de MCA. La población trabajadora más expuesta es el personal del sector de construcción y actividades de mantenimiento de los edificios que contienen materiales de riesgo potencial alto y el personal de empresas de instalaciones, de rehabilitación y de derribos de estos edificios que no apliquen las medidas legalmente establecidas.

Para la cuantificación de MCA existente, en sus diversas formas, se establece la siguiente clasificación: fibrocemento (reconocido por su marca “Uralita”), principalmente en cubiertas (edificaciones: naves, también viviendas, entre los años 1970-90); soterrado o semioculto en canalizaciones, depósitos de agua, etc; y oculto de difícil localización, en el interior de construcciones, vertidos incontrolados, etc.

Se conoce que muchas de las edificaciones construidas en Navarra, principalmente entre los años 1960 y 1990, contienen en mayor o menor medida productos derivados del amianto como placas de cubierta, tubos de bajantes, depósitos de agua, jardineras, en los que se puede suponer que en ellos se instalaron MCA. Parte de estos materiales serán visibles (bajantes, cubiertas, elementos ornamentales…) y otros se encontrarán ocultos, afectando especialmente a determinadas instalaciones (garajes, ascensores, calefacción central, redes de saneamiento y fontanería…).

Dado el tiempo transcurrido desde la construcción de edificios en los que se usó MCA, probablemente una parte importante de estos materiales hayan desaparecido a consecuencia de rehabilitaciones, renovaciones o demoliciones.