650.000 euros para restaurar el claustro de la catedral de Tudela

El Gobierno de Navarra ha aprobado  un gasto de 650.000 euros para acometer la primera fase las obras de restauración del claustro románico de la Catedral de Tudela, lo que permitirá iniciar los trámites de licitación y adjudicación de los trabajos en el mes de marzo.  Esta primera fase consiste en la reparación de las cubiertas del claustro, para detener las actuales filtraciones y mejorar las condiciones de protección de los capiteles.

Una vez realizada esta actuación, se llevarán a cabo los trabajos para mejorar las condiciones del espacio y que permitan abordar la restauración de los capiteles. Finalmente se realizarán el resto de intervenciones previstas, consistentes en la reparación del artesonado, la restauración del jardín, ventilación del pavimento, limpieza y reparación de los muros perimetrales y carpinterías, e instalación de electricidad e iluminación. Estas dos últimas fases de la restauración del claustro se llevarán a cabo en próximos ejercicios. 

La Catedral de Tudela, uno de los edificios históricos más destacados de Navarra, cuenta entre sus edificaciones con un valioso claustro románico cuyos capiteles presentan actualmente graves problemas de conservación; su cubierta tiene deteriorados los faldones, y las dependencias meridionales tienen en estado ruinoso buena parte de las cubiertas y forjados, con algunos puntos hundidos y otros apuntalados o reforzados, y daños en los muros.

Desde 2003, el Gobierno de Navarra a través de la Dirección General de Cultura-Institución Príncipe de Viana viene realizando un seguimiento de la evolución de la escultura monumental del claustro de la Catedral de Tudela, que sufre un proceso de deterioro importante ya detectado a mediados del siglo pasaado, pero que en los últimos años se muestra más agresivo. Se han realizado dos campañas de intervención de urgencia para frenar la pérdida de escultura, a cargo de la empresa Artelán, y en este momento se actúa puntualmente asegurando zonas dañadas para evitar su pérdida.

Asimismo se han realizado los estudios correspondientes encaminado al conocimiento de las causas del deterioro progresivo, para plantear la intervención restauradora más correcta posible. Estos estudios han sido realizados por la propia empresa que realizó las dos intervenciones previas, y por un equipo de geólogos de la Universidad de Zaragoza, dirigidos por Pep Gisbert, y han determinado el tipo de patología que presenta la piedra campanil con la que está construida la catedral, aunque todavía no se ha hallado una solución definitiva.